Día 9. Incienso y fuego

8 1 0
                                    

25 de Septiembre. Lunes


Al de unas horas empieza a haber movimiento en nuestro compartimento, y no por el chaca-cha del tren precisamente. Un amigo de nuestros compañeros de viaje vino a despertarles. En pocos segundos se pusieron en marcha haciendo llamadas con sus móviles y tecleando sus portátiles. Su jornada laboral había comenzado.
Cuando por fin ellos mismos, nos avisaron de que nuestra estación sería la siguiente, nos pidieron un selfie (como no!! nos habría parecido raro si no lo hubieran hecho).
Nos llevamos el recuerdo para siempre de nuestros primeros compañeros de tren en la India. Otro día comenzaba, nueva aventura, nueva ciudad...nuevo conductor!! Habíamos llegado a Benares.

Y nada mas bajar allí estaba Ragish esperándonos con el cartelito de rigor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Y nada mas bajar allí estaba Ragish esperándonos con el cartelito de rigor. Como ya sabíamos lo del timo relacionado con los carteles le pregunté quien era su jefe. Me dio el nombre de su jefe en Benares, el de Delhi no lo conocía pero que no me preocupara por nada, que en seguida hablaría con él directamente por teléfono. Una vez entramos en el coche pude hablar con Haroon. Sentía mucho el retraso del tren y lo ocurrido con Anil y nos deseó una buena y feliz estancia en Benares.

Cerca de las 14h llegamos al hotel después de que me quedara frita en el coche durante todo el trayecto. Tardamos una vida en llegar por el tráfico. Para nuestro disgusto habíamos perdido el desayuno, pero el hecho de tener un McDonalds y un Pizza Hut en la misma puerta del hotel nos alegró el día. Fuimos directamente a descansar y asearnos, y volvimos a quedar con él a las 17:45.

Íbamos a ver el rito Aarti en uno de los gaths (escaleras) a orillas del río Ganges.
Aparcamos un poco lejos y caminamos por las abarrotadas calles de Benares entre pitos de motos, coches, bicis y vacas. A pesar de la multitud, la gente no nos miraba, parecía que por fin pasábamos desapercibidas.
Cuando llegamos al gath Dasaswamedh, cogimos posiciones y nos preparamos para ver el ritual que se realiza durante todos los días del año a las 19h en el mismo sitio. El escenario era mágico. Las barcas llenas de gente se amontonaban en las orillas, todos dispuestos a ver la escena en la que se hacen ofrendas a los dioses. Gente de todas partes del mundo nos juntamos en ese mismo punto. Un animador caminaba entre la gente cantando y dando palmas, creando de esa tradición de incienso y fuego un ambiente festivo entre todo el público presente.

Una vez terminado el ritual volvimos al hotel. Llevábamos todo el día sin comer así que nos fuimos directas al McDonalds. Estaba dentro de un centro comercial pegado a nuestro hotel. Vimos el cielo al comer, el cielo, las estrellas y todo el universo con un primer bocado. La gloria bendita.
Prontito estábamos en la cama ya que al día siguiente tocaba levantarse a las 4h, habíamos quedado a las 4:45h en el lobby con Ragish para ver amanecer en barca por el rio Ganges.
​​​

Diario de un viaje a la IndiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora