La bomba está a punto de explotar, preparaos para que vuestro corazón late a mil por hora y vuestras pupilas se dilaten....
La pesadilla está a punto de cumplirse ¿Estás preparado/a?
Me desperté al sentir la vibración de mi móvil en la mesita que tenía a mi lado. Alargué el brazo hacia la molesta luz de la pantalla y deslicé el dedo para responder sin pararme a mirar quién era, de todas formas no hubiera podido leerlo bien pues mis ojos no se habían acostumbrado a la claridad.
—¿Sí?
—Alma, soy Sara ¿dónde estás?
—¿Yo? —pregunté extrañada—. En casa de Flavio, me quedé a dormir ¿Por? ¿Pasa algo?
—¿Se quedó Álex contigo? ¿Está durmiendo? Han llamado del trabajo preguntando por él.
—¿Álex? N-no... —balbuceé incorporándome de golpe de la cama—. ¿Por qué iba a estar conmigo?
—Recibió ayer por la noche un mensaje tuyo diciendo que estabas mal y necesitabas hablar, que Sergio te había hecho daño al intentar razonar con él. Trató de llamarte pero habías apagado el móvil, así que cogió sus cosas y fue donde le habías escrito, estaba bastante preocupado por ti. No sé nada de él desde entonces...
—¡¿Qué?! —Chillé despertando a Flavio—. Yo no le he escrito nada, Sara.
—Nno... no puede ser...hay que buscarle, Alma.
—Eh...esto...no te preocupes, ¿vale? —dije tratando de animarla—. Voy a llamarle a ver si responde.
—No lo hace...tiene el móvil apagado, lo he intentado ya cincuenta veces.
Su voz desesperada hizo que un escalofrío recorriera todo mi cuerpo, no podía imaginarme lo que estaba sucediendo, no podía ser verdad.
—Vamos a la policía ¿vale? Para avisar de su desaparición.
No alcancé a escuchar su respuesta y colgué con la mano temblorosa. Miré a Flavio, el cual me observaba sin decir palabra pero con sus ojos azules bien abiertos.
—¿Qué ha pasado, cielo?
—Es Álex —susurré asustada—. Ayer por la noche le llegó un mensaje falso mío diciendo que tenía que hablar con él y no ha vuelto a aparecer...
—¿Crees que...?
—Estoy segura, Flavio. En el mensaje decía que había hablado con Sergio. No sé qué será peor...temo que haya sido él, o peor...—musité—. Marco.
Me levanté con rapidez de la cama y me vestí con lo primero que encontré en el armario. No podía perder tiempo cuando la vida de mi hermano podía correr peligro. No desayunamos, aunque tampoco hubiera podido, tenía el estómago completamente cerrado. Salimos del portal de Flavio y nos subimos en su coche para acercarnos hasta la comisaría.
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Sombras Unidas #2 (COMPLETA)
RomanceDespués de tanto sufrimiento, Alma consigue regresar a casa. Aunque crea que todo lo malo ha pasado y podrá tener una vida tranquila, nada es lo que parece. El pasado siempre regresa y esta vez lo hará con fuerza, pues todos los secretos que giran...