Me dirigí hasta mi habitación para ver a Ana, ahora que había comenzado con Mauro tendría que vigilarla un poco más, aún era pequeña y no quería que la liara. Pensé en Daniel, si estuviera aquí seguramente no la hubiera dejado conocerle, le daría algo solo con pensar que su hermana se estaba acercando a un chico, que le quería.
Al entrar me fijé que estaba sentada en la silla del ordenador y tenía el Messenger del Facebook abierto, estaba casi segura de que estaría hablando con Mauro. Contemplé la escena recordando con nostalgia cuando era yo a su edad la que hablaba con Daniel, claro que ahora era un poco diferente, al menos parecía que ambos se querían, no era unilateral como en mi caso.
Miré mi habitación, con la llegada de Ana había cambiado un poco, ahora tenía un marco con fotos suyas y un peluche que al parecer era de su infancia, llamado Coni. Me resultaba extraño, Luna me había dado la charla a mí hace años y nunca pensé que ahora sería yo la que tendría que darla, siempre me imaginé que sería en unos cuantos años más.
—Hola, Anita.
—¡Almi! ¿Qué tal en teatro?
—Bien, ¿y tú en clase? —pregunté mientras me sentaba en una esquina de la cama.
—Bien, aunque se me hace extraño no estar en mi colegio y ser la nueva.
—No te preocupes, seguro que esto acaba pronto y puedes volver a Barcelona.
—Si pero... aquí está Mauro y si vuelvo a Barcelona tardaremos mucho en vernos —contestó con el tono apagado.
—Ya encontrareis la manera, no te preocupes por eso. Por cierto...hablando de veros... —dije tanteando a ver cómo se lo decía—. ¿Daniel no tuvo la charla contigo, verdad?
—¿Qué charla?
—La de...la primera vez.
—¡No! Para Dani sigo teniendo cinco años, si se enterase que me gusta Mauro...
No pude evitar bajar la cabeza sonrojada al recordar la escena con Daniel, se había puesto histérico y ni siquiera se habían visto aún en persona.
—¡¡Alma!! ¿Se lo has dicho? — preguntó enfadada.
—No pude evitarlo, Ana, es tu hermano.
—¡Pero es mi vida! —protestó—. ¿Y qué dijo? ¿Se puso muy mal?
—No, se lo tomó...bien —mentí para no preocuparla.
—Se pasa demasiado tratando de protegerme.
—Lo sé, pero no lo hace a mal, debió de ser mucho para él tener que cuidar a una niña de...¿tres años?
—Sí, mamá se fue muy pronto de...viaje —respondió dolida.
—Seguro que fue algo importante, nadie abandona a sus hijos porque sí —dije expresando mis pensamientos en alto.
—Espero que algún día se digne a dar explicaciones.
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Sombras Unidas #2 (COMPLETA)
RomansaDespués de tanto sufrimiento, Alma consigue regresar a casa. Aunque crea que todo lo malo ha pasado y podrá tener una vida tranquila, nada es lo que parece. El pasado siempre regresa y esta vez lo hará con fuerza, pues todos los secretos que giran...