Cuando la Risa se Apaga >Laughing Jack< ~Creepypastas~.

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A Laughing Jack siempre le había encantado escucharla cantar. Ella era muy buena en eso, después de todo. Adoraba su voz y su risa, pero su canto era lo que más le gustaba.

Sin embargo, él veía sus sonrisas, pero no sus lágrimas. De algún modo, aún teniendo un lindo grupo de amigos, una familia amorosa, un tierno novio de procedencia sobrenatural y varias cosas que quería, la depresión la mantenía en un constante abismo insoportable. Quizá era por todas las pérdidas que había presenciado en su vida. Quizá porque todos a los que tanto quería se habían ido, excepto Jack.

En ese mundo tan cruel, ella tenía a Jack, él era su único escape. A veces, _________ (T/N) intentaba decirle a Jack cómo se sentía por medio de sus canciones, pero él parecía no querer escuchar. Ponía atención a la letra y después insistía en que cantase algo más alegre. _________ (T/N) obedecía sólo por verlo sonreír.

Después de un tiempo, ella comenzó a darse por vencida. Debajo de sus mangas largas se escondían cicatrices que comenzaban a aparecer, cuidadosamente ocultas. _________ (T/N) lloraba cuando Jack no estaba cerca y jamás le contaba por lo que pasaba. Jack no sospechaba nada, ni siquiera cuando le rogó que conservara su peluche favorito cuando él debía marcharse.

 *****

Esa noche sería la última. _________ (T/N) vistió un hermoso vestido negro con múltiples brazaletes para distraer las miradas de todas esas marcas rojas. Zapatos negros y una pequeña tiara que Jack le había regalado fueron colocadas en sus lugares. Un maquillaje compuesto por sombra grisácea y los labios con líneas blancas y negras, algo que planeó especialmente para Jack.

Se miró al espejo, sus tristes ojos la miraron fijamente, casi clavándose en ella misma. Acomodando su cabello, salió por la puerta apresuradamente para llegar a tiempo.

 *****

En el pequeño restaurante en el que _________ (T/N) se presentaría para cantar, se colocó un pequeño escenario. Al parecer mucha gente asistiría esa noche, pero ellos no importaban ahora. Después de todo, no serían más que memorias inservibles.

Recordándose eso, _________ (T/N) subió al escenario y, de uno en uno, todos los presentes fijaron sus miradas en ella. Lejos, en un rincón, ella pudo distinguir a Laughing Jack, vestido elegantemente al menos por esa noche. Una pequeña sonrisa se posó en los labios de la joven y la canción comenzó a sonar.

"Me he estado mirando al espejo por mucho tiempo

que he empezado a creer que mi alma está del otro lado.

Todas las pequeñas piezas caen, destrozadas.

Trozos de mí

demasiado filosos como para juntarlos de nuevo.

Muy pequeños para importar,

pero suficientemente grandes para cortarme en pequeños pedazos

si es que intento tocarla.

Y sangro, sangro y respiro,

y ya no respiro más".

La voz de _________ (T/N) resonó por todo el lugar, cargando tristeza en ella, y la gente dejó de hablar para poder escucharla mejor.

"Tomo un respiro e intento restaurar el bienestar de mi alma,

y otra vez te niegas a beber como un niño caprichoso.

Miénteme,

convénceme de que he estado enferma por siempre

y que todo esto

tendrá sentido cuando me recupere.

Pero sé la diferencia

entre yo y mi reflejo

y no puedo evitar preguntarme

¿a cuál de las dos amas?

Así que sangro,

sangro y respiro,

no respiro..."

Ella vio a Jack fruncir el ceño, decepcionado por la canción que eligió. Durante toda la canción, sus ojos se mantuvieron mirando los de él, tristes y rogando por entendimiento. Pero, por la manera en que él la veía, era notorio que aún no comprendía. Los ojos de _________ (T/N) dejaron los de Jack y vagaron por todo el salón, él se preocupó.

La canción pronto terminó y, con un suave y educado "gracias", _________ (T/N) se había ido. Mucha gente se levantó de sus asientos para aplaudir, dejando a Jack atrás, sin poder ser visto.

No quería que nada le pasara, así que vagó por las calles por horas buscándola, y finalmente pensó que ya estaría en casa, sana y salva, así que se transportó ahí.

La escena que le recibió fue inesperada y dolorosa.

_________ (T/N) yacía acostada en su cama, sobre uno de sus costados como si simplemente se hubiese dejado caer. Sin embargo, la sangre que fluía débilmente desde sus muñecas hasta las blancas sábanas y se escurría llegando hasta el suelo contaba una historia distinta. Una que Jack se rehusaba a creer.

Lágrimas amenazaron con salir, pero no, esto sólo era un sueño tonto, ¡_________ (T/N) se había vuelto una bromista!

Jack la alzó en sus brazos y la llevó a su Carnaval oscuro, arreglando sus heridas y el maquillaje que ya se había corrido, y la recostó sobre su propia cama, acurrucándose al lado de su cuerpo frío.

-Todo está bien ahora, mi hermosa muñeca -susurró, acariciando su pálida mejilla con uno de sus dedos largos-. Podemos quedarnos aquí y ser felices por siempre, ¿no es eso genial?

Él la miró y, al ver que no sonrió, utilizó sus dedos índice y pulgar para arrastrar las comisuras de sus labios, formando una sonrisa.

En ese momento, con la luz extinta completamente de esos ojos _________ (C/O) y con una sonrisa siendo forzada sobre sus labios por sus propias manos, Jack lloró, apretando el cuerpo inerte de _________ (T/N) contra el suyo, abrazándola fuerte y gritando de agonía, tristeza y dolor.

"Sangrando,

me desangro

y respiro,

respiro,

respiro...

No respiro nunca más".

Unter Tausend Welten.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora