Parte 9: "Bella durmiente"

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Entré, era simplemente preciosa, Marian no se equivocaba al recomendarme este sitio. Cargue todas mis cosas a un lado de la puerta y empecé a ver toda mi habitación, tenía una enorme cama central de lisas sabanas blancas con muchos cojines azules bien colocados, habían dos lámparas de araña en el techo, un armario empotrado a la izquierda de la cama, dos mesillas de noche con sus lámparas y por último un enorme ventanal que daba a una terraza, las vistas desde ella eran increíbles, se veía una bonita playa y claro, las piscinas del hotel.

Al terminar de inspeccionar también el baño cogí mi móvil y puse mi playlist de "favoritos", pronto comenzó a sonar " Be real - Tyga", mientras tanto yo colocaba mi ropa en el armario, mi maquillaje y cosas de baño en el baño, por supuesto.

Cuando terminé me entro mucha hambre así que decidí pedir algo por el telefonillo, me atendió una chica muy simpática con voz suave. Le pedí una pasta a la carbonara y un San Jacobo, ella me recomendó algunos  postres, decidiéndome finalmente por el típico helado de chocolate. Mientras esperaba a que los trajeran pensé en llamar a Marian para avisarle que ya estaba instalada y acostada.

PI PI PI

Marian: Hola Dylan ¿Qué tal el viaje?¿Qué tal todo?_ rió.

Dylan: Muy bien, conocí a un chico muy agradable y estuvimos charlando todo el viaje. Además, quedamos en vernos para comer. También conocí a dos chicos que se alojan en el Hotel y que me ayudaron a encontrar la  habitación_ me  senté sobre la cama y miré mis pies _Que buen gusto tienes!¡El Hotel es precioso!_ ella rió. Agarre mis deditos del pié por encima del calcetín, siempre he creído que tengo unos píes más pequeños de lo normal y yo al ponerme tenis de mi talla parecen aún más pequeños. Me coloqué el calcetín bien y dije suspirando _Mañana te voy a ver después de tanto tiempo, de tantos años... qué más puedo pedir_ me tumbé boca arriba en la cama mirando al techo y sonriendo. Estaba realmente feliz, oportunidades nuevas, mi amiga, la casa y en sí, todo lo nuevo que conocería. 

Marian: Lo sé tía. Tengo muchas ganas de verte, lo pasaremos genial ¿Mañana a qué hora te paso a buscar?

Dylan: Mmm...sobre las 10 y 15 para poder descansar y prepararme_ le dije pensando. De repente tocaron la puerta _¡Shit!_ me asusté _La comida que encargué ya está aquí_ felizmente asentí aunque Marian no pudiera verlo _Lo siento baby pero la comida es sagrada_ reímos al unísono _Te tengo que colgar, te quiero_ dije colgando y  tirando el móvil en la cama. Fui a coger la cartera y abrí la puerta.

Camarera: Buenas noches, aquí le traigo la comida_ dijo entrando en la habitación y dejando un pequeño carrito con mi rica cena.

Dylan: ¿Cuánto es?_ dije mientras sacaba un billete de 20€.

La camarera comenzó a reírse y negó con la cabeza, rechazando el dinero que le estaba ofreciendo _Señorita las tres primeras cenas son gratuitas_ dijo sonriéndome _Invita la casa_ aclaro.

Me sentí tan feliz por eso que sin previo aviso abracé a la muchacha, pronto al darme cuenta de lo que hice me separé y avergonzada le pedí disculpas.

Dylan: Muchas gracias_ solté.

La chica sonrió de oreja a oreja y dijo que le caía bien, que nunca había visto a alguien que se ilusionara tanto por algo tan simple como una comida gratis. Ella me dijo que las personas como yo, las que con un simple gesto se exaltan de felicidad vivían mejor, ante eso enrojecí. Hablamos un poquito más y bueno, ella me contó acerca de su trabajo y yo acerca de mi estancia. Pronto se despidió porque sí no mi comida se enfriara mucho más.

La comida estaba buenísima, una vez que me arregle para acostarme me fui a dormir. Esa noche con cielos estrellados y palmeras verdes.

Yo dormía profundamente, cuando unos golpes interrumpieron mi sueño, era la puerta, alguien tocaba sin descanso y cada vez mas fuerte.

Dylan: ¡Ya va!¡JODER!, ya va_dije mientras me levantaba con una voz de gran enfado, pararon de tocar. Abrí y...

DESPACITODonde viven las historias. Descúbrelo ahora