Mala Reputación |S.M

Capítulo 2 | Thomas

Mala reputación, sólo con tener una puede llegar a cambiarte la vida, las personas te odian, tus amigos se alejan, y las personas a las que creías que les importaban desaparecen, y te das cuenta de que estas sola contra todo.

Estoy sola desde hace tiempo, siempre que quiero hacer algo para cambiar, se vuelve en mi contra.

Las personas se acercan a mi por intereses, con los intereses no deseados de mi parte.

Ya no se puede confiar en las personas.

Desperté en mi cama con la mirada vacía, suspire, tome unos jeans negros, juntos con unas botas negras y remera negra. Me visto y bajo las escaleras, tomó mi mochila, Caminado con pesadez hacia la escuela.

Tomó un cigarrillo de mi mochila, para luego comenzar a consumirlo.

Era una sensación tal relajante

Llegué en cuestión de minutos, entre para luego dirigirme a mi casillero, tomar lo necesario para hoy, cerré el casillero y alguien me dio una nalgada, mire atrás mío.

— ¡¿Qué haces idiota?!

— Oye tranquila hermosa—dijo el mismo chico, mientras acercaba su cuerpo al mío, sus ojos estaban oscuros de deseo, me dio asco.

— Vete a la mierda—Le pise el pie con todas mis fuerzas, el se separó de mi para tomar su pie adolorido, aproveché y le pegue una patada a su miembro.

— ¡Perra!— Grito mientras se retorcia en el piso.

Me gire satisfecha, pero choque con otro pecho, alce mi mirada y me encontré con Thomas, mi respiración se detuvo.

—¿A donde crees que vas amor?

Lo mire con odio, me tomo del brazo con fuerza, mire a mi alrededor buscando ayuda, todos estaban mirando, pero nadie hacía nada. Me beso, sus labios se movían con fuerza sobre los míos, estaba paralizada, mordí con fuerza su labio, se separó y corrí a mi clase.

Maldito hijo de puta.

Tiré el cigarrillo antes de entrar, me senté en mi lugar y espere a que llegará el profesor, a medida que espera, entraban los alumnos, algunos pasaban chocando mi hombro, o diciendo cosas hirientes, como "Puta".

Cuando por fin llegó el profesor yo ya estaba media dormida, comenzó con la clase, a mitad de la clase entró un chico.

— Hola, soy nuevo

—Llegas tarde, la próxima vez no podrás entrar— Dijo el profesor serio.

El chico asintió, con su mirada recorrió todas las caras del salón, cuando sus ojos chocaron con los mios, sonrió. Alcé una ceja, el se sentó en el lugar de al lado. No le Di importancia.

Desde mi mala reputación, mis notas bajaron muchísimo, ya no era lo mismo de antes, ahora me era mucho más difícil concentrarme.

Termine de terminar el ejercicio de hoy, no era difícil, sonreí complacida, la campana sonó dando fin a clases, guarde mis cosas y fui hasta el casillero. Tome mis cosas, las guarde en mi mochila, y cerré la puerta. Al hacerlo dos casilleros a la izquierda estaba el chico nuevo tomando sus cosas también, miro en mi dirección, sus ojos chocaron nuevamente con los mios, sonrió, aparte la mirada y cerré la puerta de golpe, para luego salir del edifico.

Tome un cigarrillo mientras camina hacia mi casa y lo fumaba tranquilamente.

—Esto no termina aquí cielo—Dijo Thomas en mi oido mientras pasaba por mi lado, al hacerlo apretó mi trasero con su mano, quedé quieta en medio de la acera.

Mis ojos se llenaron de lágrimas, y camine más deprisa a mi casa. Tomé el camino largo.

—Demasiados, demasiados problemas.
No sabe cuál es el lugar al que pertenece,
al que pertenece.
Quiere irse a casa, pero no hay nadie en casa,
ahí es donde se recuesta, rota por dentro,
sin un lugar al que ir,
sin un lugar al que ir para secar sus lágrimas,
rota por dentro—Cante en voz baja.

Llegué a los muchos minutos sólo para recostarme en mi cama y mirar al techo mientras dejaba que las lágrimas salieran libremente, aquí, en mi habitación, no tengo miedo de nadie, soy libre, puedo ser quien yo quiera, es mi mundo.