Mala Reputación |S.M

Capítulo 40|Finalmente...

Un mes, un maldito mes pasó. Sigo luchando. 

Estaba durmiendo, cuando mi teléfono comienza a sonar. Lo ignoró, y me acomodo para seguir durmiendo, me doy la vuelta para que los rayos de sol no me molesten en la cara. El teléfono vuelve a insistir. Cansada, contesto.

  — ¿Hola?

Solo se oía llanto.

—¿Hola?—Volví a insistir, me senté en el borde de la cama, ahora preocupada mientras me ponía mis botas y me levantaba a arreglarme. 

— Miley...— La voz de Karen sonó. Ella estaba llorando.

— ¡Karen! ¿Que sucede?

Me até el pelo en una coleta desarmada. Y bajé rápidamente las escaleras mientras esperaba a que Karen contestará, estaba por abrir la puerta principal para ir hacía su casa, cuando volvió a hablar. 

— Es Shawn..

Me paralicé en mi lugar, mi respiración se volvió pesada. 

— ¿Que sucede?

— Lo encontraron.. — Dijo, sollocé con fuerza, mientras me sentaba en el piso y abrazaba mis piernas. — El está..

— ¿Está muerto?—La interrumpí entre sollozos. 

  — ¡No! ¡Esta vivo!

— ¡Oh dios!— Grité. Me obligué a dejar de llorar. 

  — Volverá a casa, volverá a Quebec, volverá a Saguenay, volverá a la ciudad— Dijo rápidamente.

—¿Donde estaba ?

— Lo encontraron unos pescadores, en una isla. Cerca de Carolina del Norte. — Dijo, lo supe. Maldición, todo el tiempo lo supe.— Vendrá en avión en unas horas. Iremos por el.

— Voy contigo.

Luego de eso abrí la puerta y salí corriendo hacía la casa de los Mendes para ir juntos al aeropuerto. Maldición, siempre lo supe. Siempre dije que el estaba malditamente vivo. Aunque, una gran parte de mi, decía que estaba muerto. Me alegra mucho no haber escuchado a esa parte. Subimos al auto y Manuel rápidamente condujo hacía el aeropuerto. Estamos todos emocionados, Aaliyah no dejaba de llorar. Y yo, esta nerviosa, no dejé de comerme las uñas hasta que llegamos. 

La peor parte del aeropuerto, es que tuvimos que esperar que el avión llegará. Esperamos durante horas, Manuel no dejaba de caminar de un lado a otro, llegó incluso a marearme. Y todos le tuvimos que gritar que pare. También llegaron unos cuantos reporteros a grabar. No sabía como se habían enterarado. Finalmente el avión llegó.

 — El vuelo 1880 proveniente de Carolina del norte está apunto de aterrizar, los pasajeros desenderan en unos minutos. —Una voz mecánica anunció por los altavoces.

  Me paré inmediatamente del asiento en el cuál estaba sentada, seguida de los demás, incluso los reporteros se prepararon para su llegada. 

  — ¿Y si algo le paso?— Pregunto Aaliyah a mi lado, no dejaba de temblar, la abrace, pero no dejaba de mirar al frente esperando que Shawn apareciera.

— Estará bien.— Le aseguré.

Entre las personas que pasaban, comenzaron a entrar los pasajeros del vuelo de Carolina del Norte por una puerta. Respiraba pesadamente, hasta que una persona salió de esa puerta. Shawn, en carne y hueso, venía con una mochila en su hombro, y tenía lastimaduras en su rostro. Me quedé quieta, mientras veía a los Mendes correr hacía su lado mientras lloraban, Shawn se dio la vuelta al verlos, venía de la mano con una mujer, soltó su mano y corrió hacía su familia, donde se unieron en un gran abrazo familiar. Yo seguía sin creerlo. Se separaron mientras se decían cuanto se extrañaron, Shawn levantó la cabeza y sus ojos se cruzaron con los míos, estaba llorando, al verme, me sonrió. 

Como el primer día 

 Ahora yo corrí hacía el, me tiré con fuerza sobre el, nos abrazamos con fuerza. Mientras ambos llorábamos.

  — Te extrañe demasiado— Le dije con la voz entre cortada por las lágrimas.

El me separó un poco de el para verme la cara, -una vez que nos cansamos de llorar.- y me dijo

— Ahora estoy aquí— Me sonrío

Esto no podría ser mejor. 

— ¿Quien es ella ?— Dijo una voz, ambos volteamos a ver de donde provenia la voz. Era la mujer con la cual bajo Shawn, el cual, al verla, se separó rápidamente de mi. Lo miré confundida, el ignoró mi mirada.

  — ¿Quién eres tú?— Le dije amenzante

— Su novia 

— ¿Shawn?— Lo miré

— Lo siento Miley— Me respondió. Nuevas lágrimas comenzaron a caer. Miré al piso.

Shawn tocó mi hombro, pero salí corriendo. Y esta vez no me siguió.  

Antes de llegar a mi casa, fui a la casa de Shawn, que estaba vacía. Entré a su habitación, con una grabadora que había alcanzado a comprar por el camino, estaba segura de lo que haría. Lo pensé todo el camino. Deje la grabadora en su habitación y fui a mi casa a hablar con mi papá. Era buen momento de mudarnos.