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encuentro & un nuevo cambio

Ha pasado una semana desde que Harry se fue a Nueva York y no a regresado. No he sabido mucho de él, hemos hablado casi nada. Sólo me a llamado una vez, diciéndome que llegó bien de su vuelo y no sabe cuanto tiempo estará en Nueva York. Me ha enviado un mensaje de texto de vez en cuando diciéndome que ya quiere verme o algo por él estilo, pero nada más. He visto una de sus entrevistas de BBC que le hicieron hace tres días. Se veía contento. 

Estaba en mi departamento, con una jersey grande azul marina y unos pantalones deportivos aguados grises. Llevaba mis pantuflas y un coleta alta. Estaba sentada en el sillón de mi departamento viendo mi serie favorita Pretty Little Liars, con un bowl lleno de helado de vainilla en mis manos. Tara no estaba ya que estaba en el departamento de Liam haciendo tantas cosas que no quisiera imaginar. 

Sí estaba más triste de lo que quisiera admitir, extrañaba tanto a Harry. Me dolía no poder hablar con él como quisiera hacerlo.

 Terminé de ver la quinta temporada cuando las once de la noche se hizo presente. Desbloquee mi celular y abrí la bandeja de mensajes de texto deseando ver un mensaje de Harry. 

Me quedé dormida con mi celular en el pecho. El sonido de mi celular me hizo despertar. Vi la hora en el reloj junto a la tele. Las dos de la mañana. No sé en que momento cerré los ojos pero estaba acostada en el sillón y el bowl de helado en el suelo. Tomé mi celular aún con los ojos cerrados.

-¿Diga? -Contesté sin ver quien era el que llamaba. Mi voz sonó ronca .

-Maldición ¿Te desperté? -Su voz era lo único que necesitaba escuchar. Mi corazón lateó rápidamente que por un segundo pensé que se iba a salir de mi pecho. Me aclaré la garganta nerviosa.

-Sí pero no te preocupes. -Dije para después soltar una risa. Me pasé unos cabellos detrás de mi oreja. 

-Lo siento. 

-No importa. Bueno ¿Cómo te va en Nueva York? -Pregunté contenta.

-Bien, bueno te llamaba para decirte que mañana por la mañana regreso. A las nueve de la mañana para ser precisos. 

-¿Enserio? -Casi chillé. 

-Sí, ya quiero verte cariño. -Mi corazón latió bruscamente cada vez que me llamaba cariño.

-Yo a ti.

-Perdón por no haberte llamado, es que tuve entrevistas todos los días y cuando llegaba al hotel caía rendido. 

-Te comprendo, lo importante es que ya regresas. 

-Amber, me tengo que ir. Tengo que empacar mis cosas. Mi vuelo salé en una hora y no he empacado nada. 

-Está bien. Iré al aeropuerto en la mañana. 

-Te espero ahí cariño, adiós. Te quiero.

-Yo también te quiero. -Susurré sonrojada. 

Colgué después de haber dicho eso. 

Me paré del sillon, tomé el bowl de ahora helado derretido. Apagué la televisión y me dirigí a la cocina. Dejé ahí el plato y caminé hasta mi habitación. Puse mi alarma a las siete y media a.m. Por suerte era viernes por la noche y mañana no tenía que ir a trabajar. Estaba más que emocionada por ver a Harry. Me acosté en mi cama y sin poder procesar otra cosa, me quede dormida nuevamente.

(...) 

Al día siguiente me levanté al segundo cuando mi alarma sonó. No había dormido mucho ya que después de la llamada de Harry, la emoción quitó el sueño. Ya quería verlo, no podía esperar ni un segundo más.