Él era una bomba de tiempo, que en algún momento iba a explotar por todas las cosas que se guardaba para el mismo.
Ganadora tercer lugar HuntedAwards18.
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Cinco horas había pasado después de la llamada de Harry, después de haberle dicho lo sucedido. Vimos un película Tara y yo, pero mis nerviosos no podía ser controlados de ninguna manera posible. Lo único que hacía era ver mi celular para ver si Harry no había marcado. La decepción se apoderó de mi hasta que caí profundamente dormida.
Una melodía sonó en la habitación, haciendo que despertara poco a poco. Cada vez la melodía se hacia más intensa. Abrí levemente mis ojos después de haberlos frotado varias veces. La poca iluminación que había en mi cuarto era la que provenía de mi celular. Estiré mi mano para poder alcanzar mi celular de mi mesa de noche. Lo tomé y me lo acerqué para contestar.
-¿Si?-Mi voz sonó más ronca que nunca, haciendo que sonara casi como un quejido. Tenía los ojos casi cerrados, y no estaba segura que hora que era. Volteé a ver el reloj en mi mesa de noche, eran las 4:20 a.m. '¿Quién en su sano juicio le llama a alguien a esta hora?¿Quién puede estar tan loco?'
-Perdón por despertarte. -El inconfundible acento británico y esa voz ronca hicieron que me sentara de golpe. Mi cabeza daba vueltas y me sentía un poco mareada por el rápido cambio de postura. Mi corazón empezó a latir de forma inhumana, sentía que de tanto que pegaba contra mis costillas, iba a hacer un hoyo y se iba a salir. Parpadeé varias veces para quitar la sensación de mareo y poder comprobar que no estaba soñando, que estaba despierta. -¿Amber? ¿Sigues ahí? -La voz ronca y el tono frío que Harry ocupó hizo que saliera de mis pensamientos.
Me aclaré la garganta antes de comenzar a hablar. Tratando de regular los latidos de mi descontrolado corazón.
-Si. -Aclaré otra vez mi garganta, ya que mi voz sonaba igual de ronca que antes. -Solo que no me esperaba tu llamada y menos a esta hora. -Le dije un poco avergonzada, mi voz sonó un poco más decente que antes, haciéndome sonreír un poco.
El silencio se hace presente en nuestra llamada, más tiempo de lo que quisiera admitir. Los nervios me invaden, ¿Por qué me llamó a esta hora? ¿Por qué?
-¿Harry?- Dije en casi un susurro tímido e inseguro. Escuché como soltó un suspiro para después aclararse la garganta.
-Mañana pasaré por ti después del trabajo. -Dijo hablando con determinación y con un tono frío que hizo que se me erizara la piel. -Tenemos que hablar.
Y sin más que decir, o que le pudiera decir algo, terminó la llamada. Solté un suspiro irritado, ¿Quién lo entendía? Seriamente dudo que alguien entienda a Harry Styles.
(...)
Desperté gracias a la horrible sensación de frío, tenía los brazos y piernas heladas. La temperatura había disminuido demasiado tras los días pasaban y el invierno se acercaba. Froté mis ojos un par de veces para después abrirlos. Miré a mi al rededor, mi cuarto estaba un poco oscuro. Volteé a ver el reloj de mi mesa de noche, 6:30 a.m. Solté un suspiro y me cubrí con mis mantas hasta el cuello. Me acomodé de nuevo en mi cama, para tratar de dormir un rato más. Después de un largos y tortuosos minutos, me levanté a regañadientes de mi cama para irme a bañar. No pude volver a cerrar los ojos.
Quince minutos pasaron hasta que salí del baño, que ahora parecía un cuarto de vapor. Me dirigí a mi armario para ponerme algo abrigado para hoy. Después de estar frente a mi armario varios minutos, decidí en optar por unos jeans, unas botas negras largas, una blusa negra de mangas largas y un abrigo. Me dirigí al baño para maquillarme. Estuve lista demasiado temprano, como lo había estado haciendo en los últimos días.
Después de unos minutos encontré a Tara en la cocina, tomamos una taza de café para después irnos al trabajo. Decidimos por optar en irnos en taxi, ya que el frío mañanero de Londres, era demasiado como para irnos caminando. Llegamos antes de lo esperado al trabajo, no había tráfico, era como si todos se hubieran quedado en sus casas. Sinceramente estaba muriendo de frío, y mis dientes rechillinaban. A penas llegué a mi oficina, y le pedí a Emily que me trajera un café. Me senté en mi cómoda silla de cuero negra, froté mis brazos con las palmas de mis manos para entrar en calor. Mis manos estaban hechas hielo al igual que mi nariz.
Tenía que tomar un photoshoot en un par de horas. Harry iba a pasar por mi después del trabajo, y sinceramente no quería que llegara el momento. Su tono ayer y la inesperada llamada me hicieron darme cuenta que no era nada bueno. Mis nervios estaban a punto de volverme loca.
Estuvo demasiado agotador el día, no aguantaba mis pies y sin duda no estaba del mejor humor. No había tenido muy buena suerte, llegué tarde al photoshoot ya que se me resbaló mi taza de café caminando hacia la sala del photoshoot. Perdí diez minutos mientras buscaba a alguien de servicio para que pudieran limpiar el desastre que había hecho.
Cinco minutos, cinco minutos para la hora de mi salida del trabajo. Cinco minutos para que Harry llegara. Seguro ya estaba aquí, su puntualidad era incomparable. No sabía que iba a pasar, si iba a ser bueno o malo. Un toque en la puerta hizo que saliera de mis pensamientos. Miré en dirección a la puerta de mi oficina para encontrarme a Emily con una sonrisa en su rostro. Sabía lo que significaba eso... Harry Styles ya estaba aquí. Las nauseas eran tan intensas que por un segundo creí que iba a vomitar.
-Harry Styles te está esperando, Amber. -Tara dijo regalándome un guiño para después cerrar la puerta tras ella, dejándome sola con el corazón latiendo a mil por segundo. Tardé un poco volver a la realidad, desconectándome de mis pensamientos. Cuando lo hice, tomé mi bolso negro y me puse me abrigo. Me dirigí hacia la puerta de mi oficina, con pasos inseguros y arrepintiéndome de hacer esto. No tenía que ir, pero quería. Quería descubrir lo que quería decirme, la razón por la que me marcó en la madrugada. Tenía miedo de lo que me iba a decir, y no se porque.
Tomé el picaporte helado de mi oficina, dudando seriamente en salir o no. Cerré los ojos y tomé una profunda respiración para después soltar todo el aire en mis pulmones por la boca lentamente. Giré el picaporte, abriendo lentamente la puerta. Abrí mis ojos para encontrarme con la mirada de Harry Styles.
Estaba parado con la manos entrelazadas atrás de su espalda, luciendo intimidante. Su ceño fruncido, como usualmente lo tenía. Su mandíbula apretada, formando una linea recta en sus labios. Su cabello rizado color caramelo caía de su frente a sus hombros. Estaba a un metro mío, pero sentía como si estuviera más cerca.
Cerré la puerta sin despegar la mirada de la de Harry. Me enderecé, tratando de lucir más confiada en mi misma. Caminé a paso lento, Harry no despegaba la mirada de la mía, pero no sonreía, no tenía ninguna expresión en su rostro para ser sinceros. Es como si hubiera regresado a ser el Harry con la máscara y su armadura. Cuando estuve a dos pasos de él, abrí la boca para saludarlo pero Harry solo se dedicó a hacer una señal con la cabeza para irnos.
Confundida y un poco dolida por su frío e indiferente gesto avancé hacía el elevador. Apretó el botón del elevador y al segundo se abrió, me hizo otra vez un gesto para que pasara antes que él, le susurré un gracias mientras pasaba. El elevador iba lleno, todos se quedaron asombrados cuando Harry entró al mismo elevador que ellos. Nadie decía nada, solo lo miraban con la boca abierta. Fue un silencio incomodo, y di gracias al cielo cuando las puertas se abrieron en el primer piso. Salí casi corriendo al igual que Harry. Nos dirigimos a la puerta y salimos para sentir el frío aire de Londres. Al primer paso que puse fuera del edificio, pude ver la Range Rover de Harry y a Andrew afuera, esperando a que Harry llegara. Caminamos hacia la camioneta, entramos lo antes posible.
-Buenos días. -Le dije a Andrew cuando se sentó en su lugar. Harry se sentó junto a mí. Tenía la mirada pegada a su celular. Cuando escuchó que hablé, despegó su mirada de golpe y me miró. Antes de que me pudiera reprochar algo, volteé a ver a la ventana, ignorándolo por completo. Sentí como me observaba, su mirada intensa sobre mi.
-¿A dónde Sr. Styles? -Andrew dijo con un tono firme, haciendo que saliera de mis pensamientos por un instante. Volteé a ver a Harry, quien me seguía mirando seriamente. Justo ahí fue cuando me di cuenta que tan cerca estábamos. Sus ojos color esmeralda examinaron los míos color café chocolate.
-A mi departamento. -Dijo Harry con su voz ronca, mirándome a los ojos fijamente.
