Eric, Arthur y Oliver estaban charlando en la mesa más próxima a la diana. Todos de espaldas a mí, por lo que no me vieron llegar.
- ¿Empezaron sin mi cabrones?
Se alegraron mucho de verme hacia varios meses que no nos veíamos.
- Nunca - Contestó Eric.
- Antes de nada, ¿Qué apostamos? - Arthur era el más conflictivo de nosotros. Tenía un carácter que le había costado varias expulsiones en la Universidad además de un gusto para mujeres algo inoportuno que le han hecho cambiar de comisaria varias veces.
- 30 $ por cabeza, venga soltando la pasta.
Los dardos no eran lo mío, pero por lo menos no era tan malo como Oliver. Una vez lo clavó en un cuadro que había cerca, en todo el ojo. Desde entonces Raymond, el dueño a alejado los dardos lo más posibles, dejándolo en una esquina separada del resto del bar.
Íbamos Eric, Arthur y yo empatados. Oliver no lo hizo mal para ser él pero no lo suficientemente bien como para ganarnos. En esta última jugada se decidiría todo.
Primero tiré yo, luego Eric y por último Arthur.
Y como siempre ganó Arthur.
- Venid con papá - decía mientras cogía los billetes.
- Hijo de puta - se le escapó a Oliver.
- ¿Qué me has dicho?
Esto no pintaba bien, Arthur era demasiado impulsivo, no era la primera vez que se liaba a hostias.
- Ha dicho tío escucha - intervine - ¿Verdad?
- Claro, claro.
Sabía que Oliver no lo había dicho de mala manera y no era justo que se pelearan.
- Tíos tengo algo que contar - Eric habló.
- No me digas que eres gay.
Arthur se burló de él.
- No me digas que eres gilipollas - contesté yo.
- Me caso.
Soltó de pronto.
- ¡Genial! - lo felicitó Arthur.
- Me alegro por ti.
Arthur no estaba a favor del matrimonio nunca lo había estado, era más de tener relaciones abiertas o amigas especiales.
- ¿En serio?
- Claro que sí porque me encanta que Ariel y tú hayáis dado ese paso. ¿Tritón también va? Ten cuidado con Sebastián vaya a ser que lo confundan con la comida.
Siguió burlándose de él.
- Que sepas que no estás invitado - lo dejó cortado Eric.
- No me digas eso joder, que en una boda es donde más se liga.
No tenía remedio. Él y su "interes" en el sexo opuesto.
- Es en 2 meses, en Cancún.
- ¿Se puede saber que se te ha perdido allí?
- Wendy siempre a soñado con una boda en la playa. Y sinceramente a mí el sitio me da igual, mientras me case con ella.
- Puaj que empalagoso estas, y eso que todavía no te has casado - Arthur se metió los dedos en la boca - Ray una cerveza.
En el acto tuvo de nuevo bebida.
- Lo único es que ....
- No te preocupes desde que dijiste lo de la boda llevo pensando en ello - lo interrumpió Arthur.
- ¿Se puede saber de qué hablas? - Oliver estaba igual de confundido que el resto.
- Pues de que va a ser de la despedida de soltero.
Agarró a Eric del cuello y le susurró algo al oído.
Por su cara no le había gustado lo que fuera que le hubiera dicho.
- ¿Bueno ya que estamos alguien más quiere contar algo? - propuse - Hace mucho que no sé nada de vosotros.
- Me he tomado unas vacaciones - soltó Oliver - Hace tiempo que no voy a visitar a mi familia y tengo un nuevo sobrino así que ...
Oliver era de Brasil vino con una beca a estudiar a Florida y al final se quedó aquí.
- Yo os quiero confesar algo - Arthur se puso serio de repente - Me he acostado con una pelirroja que ... buah.
En sus ojos se veía la lujuria y el deseo.
- ¿Joder tío en serio? Dime que por lo menos de esta si te acuerdas su nombre - Me molesté.
El número de chicas que habían pasado por su cama eran incontables. Asqueroso.
- Pues claro, que te crees - se hizo el digno - se llamaba Belinda, o era Emily. No no estoy seguro que era ...
- Sabes qué, da igual - le reste importancia.
La noche pasó bastante rápida, entre bromas de Arthur, y anécdotas de nuestra juventud.
Os mentiría si os dijera que estaba totalmente feliz allí con ellos. Una parte de mi quería volver a casa a llorar, me habían dejado y no entendía el porque. Y la otra quería disfrutar de ellos, del rato que estábamos compartiendo pero me era tan difícil.
Tal vez en algún momento logré superar este sentimiento de culpabilidad y tristeza.
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Love Is In The Air
RomanceLa vida de Gerard Davis se había convertido en un verdadero tormento desde que hace dos años su novia lo dejó sin darle explicación. Al Lowenstein acaba de llegar y es un completo torbellino de energía y buen rollo. Conocelos a ellos y al resto de...