Summer - Calvin Harris

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Al apareció con un Mini rojo, muy acorde con ella. Cuando me monté en el coche pude ver que olía a perfume y que ella se había arreglado o eso me parecía a mi.

- ¿A donde vamos? Te has arreglado mucho.

Se miró su ropa antes de contestar.

- Es mi ropa de trabajo, tengo que dar una buena impresión.

Llevaba un pantalón negro una blusa blanca y una americana.

Arrancó el coche y pude ver que era real que nos escuchaba en la radio, porque la tenía guardada como favorito.

- Sobre lo de haber entrado de sopetón en la radio y contar tu mensaje ... - guardo silencio - Lo siento mucho. No debería de haberlo hecho.

- No te preocupes así los oyentes se han reído y a mi se me ha hecho la mañana más corta.

Al aparcó cerca de la playa, allí había un bar, estilo hippy con antorchas apagadas claro está y sillones y mesas sobre la arena. Se llamaba Océano por aquello de estar frente al mar y eso.
Lo conocía porque alguna que otra vez lo había visto desde mi terraza. Mi casa estaba en esa parte de la ciudad y me encantaba.

- Subamos a tu casa - me dijo Al.

- ¿Para?

- ¿Cómo que Para? Para cambiarnos y echar un día de playa que te crees - se rió

- Pero tu no traes bañador.

- Lo tengo en el bolso - me guiño un ojo - hay que ir preparada para todo.

Ya en mi casa, Al revisó todo lo que allí había mientras yo me cambiaba. Hasta revisó si había polvo o no.

- Listo, ahora tu turno de cambiarte. En aquella puerta de allá está el cuarto de baño donde te puedes cambiar.

Me hizo caso y se fue. Yo me senté en el sillón parándome a pensar en lo que estaba haciendo, no lo sabía ni yo.

Al era como un huracán que te atrapa y te lleva a donde el quiere y como el quiere, que te descontrola y que arrasa todo a su paso. Esa sería una buena comparación.

La conocía de no hace mas de unos dias, pero se había ganado mi confianza y mi cariño en tiempo récord. Y eso no es fácil de conseguir.

- ¿Nos vamos?

Al salió con un vestido blanco y un sombrero en la cabeza de paja.

- ¿Y ese sombrero también lo llevabas en el bolso? - se rio.

- No lo llevaba en el coche, en la parte de atrás.

Caminamos hasta la playa no más de 10 minutos, mi casa quedaba casi que a pie de playa. Algo que me llamó la atención es que Al fue descalza todo el tiempo, y eso que en la calle podía haber cristales o cualquier cosa. A ella no le importó en lo más mínimo.

Por otro lado yo caminaba con chanclas, y una pequeña mochila con cremas, el móvil, el cargador, aunque no sé para qué, las llaves y un par de paquetes de pañuelos. Al a mi lado iba como los niños, dando saltos de aquí para allá, eufórica por pasar un dia de playa.

- Necesito que me cuentes todo, desde el día que conociste a - se paró a pensar su nombre - ella, hasta ayer que me mandaste un audio a las cuatro de la mañana.

- Es largo de contar y además no quiero molestarte con mis problemas

- Hola, soy Alice Loweinstein su psicóloga a partir de ahora y necesito que usted se abra para poderle ayudar - dijo con profesionalidad.

Love Is In The AirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora