Había pasado una semana desde que Al me hizo aquella lista. Por lo que hoy tenía sesión con ella.
Nunca había ido a un psicólogo y no sabía que haríamos allí. Al menos tenía la suerte de que era Al, y ella no era una psicóloga convencional.
En la sala de espera había varias adolescentes, un hombre como mi padre y un matrimonio de ancianos. Parecía que la habían aceptado bien en el pueblo. Al es muy simpática y es fácil entenderse con ella.
- Pasa Gerard - me llamó.
Entré y observe el despacho. Un sofá, una mesa con un par de sillas y dos muebles con cajones. Una decoración muy simple que hacía que el sitio pareciera más grande de lo que era.
- ¿Qué tal has estado? - dijo para romper el hielo.
- Bien, supongo.
- Dime, ¿Has hecho algo de la lista? - me sonrió divertida.
Echó la silla hacia detrás y pasó a una postura más relajada.
- Sobre eso. ¿Por qué sabe Grace lo de la lista?
Al se estaba riendo en mi cara. Y no sabía por qué.
- Vivimos juntas, y la lista se nos ocurrió a las dos.
- Ahh.
Al se había levantado para coger unos documentos de uno de los cajones que había detrás suya.
Llevaba unos vaqueros que se ajustaba a su cuerpo, junto con una camiseta a rayas y una chaqueta negra.
- Entonces dime, ¿Qué has tachado?
- Fui a ver aquel día a Grace al colegio y estuve hablando con ella, retomando el contacto, y esta semana he empezado a correr todos los dias una hora todas las tardes.
Al apuntó en un folio en blanco, lo que le estaba diciendo.
- ¿Qué planes tienes para esta semana?
- Pues seguiré haciendo ejercicio y no sé que más.
Guardó los papeles y se quitó la chaqueta.
- Esta semana me ayudarás a mí y a Grace.
¿Ayudarlas a las dos? No tenía ni idea de por dónde iban los tiros.
Además ¿os imagináis a estas dos juntas? Pero que digo, si ya están viviendo juntas. Me encantaría tener poderes y saber que hacen y dicen esas dos.
- Estaremos en el colegio ayudando a un grupo de estudiantes. Imagino que habrás visto a los adolecentes que había en la sala de espera - Asentí y comenzó a explicarme.
Era un proyecto que le había propuesto al director del Instituto y que con ayuda de Grace, mía y suya pondríamos en marcha. Tal y como Al me lo explicaba tenía muy buena pinta. Podría ser algo arriesgado pero luego sería muy gratificante.
- Pues hasta aquí la sesión de esta semana, te veo a la misma hora el próximo dia.
Nos despedimos y salí afuera. Arranqué la moto y llamé a Tom para saber cómo seguía Wendy. No me lo cogió y eso que esperé todos los tonos hasta que saltó el buzón de voz.
Con un mal presentimiento en el fondo de mi corazón salí a todo velocidad hacia el hospital. Tom ayer no dijo exactamente que era lo que le pasaba a Wendy y ahora no lo cogía. Me estaba poniendo en lo peor y a lo mejor me estaba equivocando.
Al llegar al hospital, pregunté en recepción por el número de la habitación. Una vez en el ascensor, me dije a mí mismo que me tenía que serenar. Las puertas se abrieron y pude ver como había enfermas con pacientes de aquí para allá, familiares de los enfermos y demás. Pude ver la realidad de un hospital, la tristeza se palpaba en el ambiente.
Llamé a la habitación 312 y contestaron al otro lado con un adelante.
- ¿Qué haces aquí Gerard?¿Eric os lo ha contado cierto?
Wendy estaba en la cama tumbada, su cara era tan blanca como la pared, y estaba muy delgada. Tenía un ramo de flores en la mesilla de noche.
- Llamé a Tom para preguntar por ti y no me respondió y decidí venir.
Wendy tenía un tono de voz apagado y también estaba conectada a varias máquinas y a una bolsa de suero.
- ¿Qué tal estas? - la pregunta se respondía sola.
- No muy bien, pero peor está Eric. Hay veces que le tengo casi que obligar a que se vaya a descansar a casa un rato.
Eric estaba muy enamorado de ella. Y ella de él, todo hay que decirlo.
Recuerdo una vez que decidimos salir en pareja, hace mucho tiempo claro. Habíamos quedado para cenar, sólo faltaba Wendy. Mi acompañante, porque no tiene sentido decir su nombre, estaba un poco, como decirlo... enojada por tener que esperar a una persona por más de 20 minutos.
Cuando Wendy llegó, Eric la besó y luego le preguntó si estaba bien. Si en lugar de ser Wendy la que llegaba tarde, hubiera sido yo, mi chica me hubiera matado, literalmente. Nos habríamos puesto a discutir y habríamos echado a perder la cena.
En ese aspecto siempre los he admirado por ello. Se complementaban tan bien.
- Gerard, prometeme que no dejaras sólo a Eric, que tú y los chicos estaréis apoyandolo pase lo que pase.
- Wendy, no hables como si algo malo fuera a pasar.
- Tu sólo hazlo, ¿vale?
En ese momento entró la enfermera y no puede seguir hablando con ella.
*****
Un poco tarde pero aquí os traigo este capítulo. El cantante es uno de mis preferidos, lo descubrí en un talents show y desde entonces he seguido su carrera.
¿Qué creéis que harán Gerard, Al y Grave con los alumnos del Instituto?¿Alguna idea de lo que le pasa a Wendy?
Dejadme comentarios, os leo💖
Marina
ESTÁS LEYENDO
Love Is In The Air
RomanceLa vida de Gerard Davis se había convertido en un verdadero tormento desde que hace dos años su novia lo dejó sin darle explicación. Al Lowenstein acaba de llegar y es un completo torbellino de energía y buen rollo. Conocelos a ellos y al resto de...