Habíamos llegado a una cafetería tal y como quería el joven Min. Entramos y nos sentamos en la mesa en el fondo. El lugar era hermoso jamás hubiera notado de este lugar si no fuera por este chico. El lugar no tenia una decoración llamativa, era algo más simple. Más clásico. Las paredes de un color crema, el piso café por la madera. Con pocas mesas del mismo color al igual que las sillas. Con candelabros de un color plateado en la paredes iluminando el lugar y llamando la atención hacia los cuadros que tenían un paisaje nocturno. Ya sea de la ciudad, campo o simplemente estrellas al rededor de una luna. No noté cuando la camarera vino y nos entrego el menú. Solo lo noté cuando Min comenzó a mover una mano en frente de mis ojos para llamar mi atención.
- ¿Uh?
- ¿Como que "uh"? Has el maldito pedido. - dijo Min con aparente molestia.
- Lo siento. -dije en voz baja. Tome el menú en mis manos y me dispuse a leer. Después de unos segundos gracias a los pequeños golpes que Min hacia con los dedos en la mesa no termine de leer y acabe por escoger lo último que había leído.- Un Cappuccino, por favor.
La chica asintió y escribió en el pequeño cuaderno que tenia en manos- Un Express y un Capuccino -repitio nuestros pedidos. Min y yo asentimos con la cabeza- ¿Algo más? -pregunto amablemente la jovencita que no aparentaba tener las de quince años. Me iba a pedir un pedazo de torta de chocolate pero Min me interrumpió.
- No. Eso es todo.
Cuanto lo odio... La chica sonrió y se fue por nuestros pedidos.
- ¿Sabes?... Iba a pedir algo. - dije molesta.
- Ya lo sabia. -dijo Min mientras sacaba el celular de su bolsillo.
- Y... ¿Porque demonios no me dejaste pedir?
- Porque la chica tardaría más y quiero mi café lo más antes posible.
Rodé los ojos. - Entonces hubieras venido solo - dije en voz baja para que el chico que estaba frente mio no me escuchará pero al parecer no funcionó.
- Eso mismo había pensado.
Nos quedamos en silencio hasta que nuestro pedido llegó. Y antes que la chica se marchará para atender el pedido de otra mesa le pedí una torta de chocolate. Ella sonrió y dijo que ya lo iba a traer.
- No pagaré la estúpida torta Sunny. -dijo antes de tomar su café expresso.
- Jamas pensé que pagarías la cuenta. -dije aún molesta.
- Perfecto. Así me ahorro un poco.
Y el silencio volvió a reinar. La chica ya había traído mi deliciosa torta y con toda la tranquilidad del mundo o de ese momento, comencé a comer. Podía jurar que Min apesar de intentar ocultarlo queria un pedazo de mi torta pero su estúpido orgullo le impedía pedirme. Su otra salida fue tomar un pedazo y llevárselo a la boca sin pedir.
- ¡Min Yoongi!
- ¿Que? -dijo tranquilo.
- ¡Si querías lo hubieras pedido otra a la camarera y no tomar lo mio!
- Yo no quería.
- ¿Entonces porque sigues comiendo?
- Te estoy haciendo un favor. Deberías estar agradecida por mi gran amabilidad.
- ¡¿Un favor?! ¡¿Un favor, Min?! -se que estaba siento un poco exagerada. Esta bien, muy exagerada pero es que nadie se mete con mis dulces, café o mi almohada de Kumamon. Min ya estaba pasando los límites de nuestra linda amistad- ¡¿Cual favor me estas haciendo?!
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Los opuestos NO se atraen »Min YoonGi•BTS« TERMINADO
FanficElla y yo estábamos equivocados. Creímos en lo que los demás nos decían "Los opuestos se atraen" Eso no es verdad. Quizá ella y yo nos dimos cuenta demasiado tarde. -Min Yoongi ↪No copiar y/o adaptar sin el permiso del autor -En este caso mio- ↪...