Los opuestos NO se atraen »Min YoonGi•BTS« TERMINADO

C A P I T U L O 23

Estar en un hospital no es nada bonito especialmente cuando la internada eres tú.

Salí a toda velocidad para encontrar a mi amado al otro lado de la calle en ese momento y la emoción era tanta que no me fijé que un auto venia en una velocidad considerable pero aún así era alta como para estar en zona escolar. Con el golpe me desmayé y me rompí la pierna derecha.

Desde que desperté ChungHee no se apartó de mi lado, claro sin contar cuando iba a hacer sus necesidades.

Mis papás llegaron una hora después que desperté y agradecieron a ChungHee por cuidarme sin antes preguntar qué era él de mi, Chung dijo que era mi amigo. Pensé que tendria el coraje de decir a mi padre que él era mi novio pero no fue así y me sentí decepcionada, a los pocos minutos mi amigo se fue.

— La señorita ya puede irse. Solo no tiene que hacer movimientos bruzcos por la pierna. — dijo el doctor a los pocos minutos que Chung se fue. — Enfermera Park por favor traiga una silla de ruedas para la señorita Shin.

— Con unas muletas esta bien — dije. La enfermera asintió y salió en busca de mi pedido.

— ¿Esta segura que podrá caminar con las muletas? — preguntó el doctor.

— Si, bueno no, pero es mejor que estar en una silla de ruedas, seria dificil ir al colegio.

— Pero seria mejor si usted guardase reposo —

— Mi hija tiene razón — dijo mi padre interrumpiendo al doctor — seria dificil para ella ir al colegio.

— Esta bien.

La idea de ir al colegio sin importar las circunstancias fue de mi padre.

En cuanto la enfermera llegó mis padres fueron a firmar los papeles de la atención que me dieron y la enfermera me ayudó con las muletas y me dijo que evitara las gradas porque seria peligroso si perdiera el equilibrio no solo por mi pierna rota si no que podria golpearme la cabeza y las muletas me caerian encima.

Llegar hasta mi curso en el colegio seria difílcil, ah... También ir a mi cuarto... ¿Porque mi vida se basa subir y bajar gradas?

En cuanto llegué a casa mis papás me dijeron que tenia que ayudar a HyeSun a estudiar para que se le pueda hacer más facil integrarse en el colegio.

Solo necesita una mini falda para integrarse.

Espero que no esté en mi curso.

— Hey... SunSun.

— No vuelvas a llamarme así, SunSun. — Dije con una alegria y sonrisa falsa.

— Te jodes, princesa Fiona. Tengo derecho a llamarte así.

— ¿Derecho? ¿Estas loca?

— Es nuestro lindo apodo, princesa.

— Deja de llamarme así, HyeSun. Me molesta.

— ¿Y porque crees que lo hago, princesa? — dijo HyeSun con una sonrisa en su puto rostro. Maldita.

Suspire. — ¿A que viniste, SunSun?

— Tú si que no tienes derecho para llamarme así.