Maratón
(2/3)Kagome
Le sonrío a Izayoi cuando llego a la puerta, ella me devuelve la sonrisa.
—Gracias por la visita querida—me abraza y sonríe—me alegra que las cosas se hayan arreglado—besa la mejilla de Shippo.
—A mí también—la miro culpable—siento todo lo que pasó, me comporte como una perra—suspiro—de verdad lo siento—ella me da una sonrisa amable—debí saber que todo era un plan, pero me cegué sin saber que lastimaba a personas maravillosas—ella toca mi mejilla y limpia una lágrima que baja de mi mejilla. Shippo aprieta mi mano y le doy una sonrisa tranquilizadora.
—Eres una excelente persona Kagome, todos comenten errores y tú no fuiste la excepción. ¿Qué te equivocaste? Todos lo hacemos—me sonríe—si te tranquiliza te perdono porque eres una increíble persona—besa mi mejilla.
—Creo que ya es hora de irme—la abrazo y salgo. Camino un poco y veo como un coche saca un arma en nuestra dirección. Cubro el cuerpo de Shippo con el mío haciendo que ambos caigamos en el suelo. El dolor de mi brazo me hace soltar un gemido adolorido. El auto sigue como si nada. Escucho el grito de Izayoi y el de Shippo quien mira mi brazo horrorizado. Inuyasha aparece haciendo muecas de dolor y me mira asustado.
—Ya llamé una ambulancia—dice Izayoi llorando.
Inuyasha quita su camisa y la pone en mi brazo deteniendo el sangrado.
—Duele—lloriqueo con lágrimas.
—Mami—miro a Shippo quien llora y me mira asustado—no te mueras, no me dejes solo mami—le sonrío para tranquilizarlo, aunque las lágrimas de dolor continúan bajando.
—No voy a morir cariño—él me abraza y muerdo mis labios al sentir más dolor.
Una ambulancia llega y mi vista está borrosa. Dios. Inuyasha me mira preocupado y veo a Kikyo quien me mira con odio. Mucho odio. Izayoi agarra a Shippo y me suben en una camilla con Inuyasha a mi lado.
He perdido sangre, lo sé porque siento que en cualquier momento voy a desmayarme. Miro a Inuyasha quien tiene la mandíbula apretada y me mira precavido. Cierro los ojos mientras siento su mano sobre la mía.
Al llegar al hospital inmediatamente me sedan haciendo que caiga en un sueño profundo.
***
Abro los ojos y gimo, mi brazo arde. Lo miro y está vendado. Cierro y abro los ojos. La puerta se abre y entra un hombre mayor con unos documentos en mano y me mira con una sonrisa tranquilizadora y paternal. Lleva puesta una bata blanca por lo cual deduzco es el doctor.
—¿Cómo se siente?—pregunta quitando sus lentes y colocándolos en su bata.
—Como si un camión pasó sobre mi cuerpo—digo arreglándome con cuidado en la cama.
—La bala solo rozó. Pero perdió sangre, en la tarde le daremos de alta—lo miro confusa—lleva toda la noche aquí—dice tranquilo—estábamos revisando si todo estaba en orden con el feto—mi respiración queda atascada en mi cabeza.
—¿F-Feto?—pregunto ignorando mi dolor y sentándome.
—Está usted embarazada señorita—mira los documentos—Higurashi—dice con una sonrisa—¿no lo sabía?—pregunta confundido.
Las lágrimas bajan sin control de mis ojos. Mi mano va directamente a mi barriga y la acaricio llorando.
—¿Cómo es posible?—pregunto entre lágrimas—soy estéril doctor—digo aun llorando. Él me mira y revisa una vez más—me dijeron que mi matriz había sido destrozada—susurro con lágrimas.
—Su matriz está levemente dañada, pero había un 5% de probabilidades de salir embarazada. Su embarazo es riesgoso por lo cual no puede mantener algo que mantenga fuerte emociones. Quien le haya dicho que no puede tener hijos estuvo en un error—estoy llorando, llorando como una niña pequeña. Estoy embarazada. Embarazada del hombre que amo, embarazada de Inuyasha
Me cubro el rostro, estoy embarazada. La palabra se repite sin control en mi mente y tampoco quiero que se detenga, quiero gritar de felicidad.
El doctor me sonríe y me abraza. Lo abrazo y dejo que los sollozos sean gritos ahogados de felicidad. Voy a ser madre, voy a sentir que se siente un bebé en el vientre. Voy a saber que es el parto y el dolor que conlleva.
El doctor limpia mis lágrimas y me levanta la mirada, me da una sonrisa amable y creo que es el primer doctor amable que he visto en mi vida.
—Seré madre doctor—le digo en un murmullo ronco, él asiente—pensé que jamás iba a saber que se siente esto. Jamás, yo pensé que nunca lo sabría—él besa mi cabeza y es como tener un padre apoyándote.
—La vida te da una oportunidad. Quiero que cuides de ti. Ese susto que obtuviste cuando te dispararon casi activa los recursos necesarios para que abortes—lo miro horrorizada—por eso pido que te que te protejas más—se levanta y le sonrío agradecida.
—¿Cuánto tiempo tengo?—pregunto con una sonrisa contagiosa.
—Tienes cinco semanas de gestación—aún creo que estoy soñando.
—¿Y esta bien?—pregunto preocupada. Acaricio mi vientre por encima de la tela. Siento mis ojos nuevamente llenarse de lágrimas. Aunque estas son lágrimas de felicidad. Estoy tan feliz. Inuyasha padre. Lo imagino dándole de comer, contando cuentos y luego correteando. Sonrío, ese sería un lindo acontecimientos que deseo ver. Haré todo lo posible por que así sea. Le daré todo, haré todo y cuidaré al máximo mi bebé.
—Está bien, solo guarde reposo y no se exija mucho, recuerde que su matriz está un poco descompuesta—me da una sonrisa.
—¿Sabe alguien más de mi embarazo doctor?—pregunto jugueteando con mis dedos.
—Nadie aún. Aunque su esposo ha estado toda la noche aquí. Está esperando que usted despierte para poder entrar—frunzo el ceño. ¿Esposo?
—¿Mi esposo?—pregunto confundida.
—Inuyasha—sonrío como boba al escuchar su nombre. Un bebé. Aun no me creo que esto es real. Algo de él y de mí, un bebé, uno que será grandioso y hermoso como su padre—¿lo dejo pasar?—la voz del doctor me hace volver al presente.
—Por favor—él asiente.
—Espere un momento—sale y espero que el hombre de mi vida entre por esa puerta.
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Por tu perdón Inuyasha
Fiksi PenggemarKagome completó su venganza de manera inapropiada. Vengó la muerte de su familia a un inocente. Inuyasha tiene el corazón destrozado y Kagome solo busca ser perdonada por él, pero... ¿Se puede perdonar tantas mentiras y dolor? Inuyasha tendrá que de...