XXVII

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(Narrado)

Finalmente el ansiado día de la castaña llego.

El sonido de la música resonaba en cada rincón de la casa de la pequeña Ariana.

Las personas bailaban de manera animada, bebían e incluso habían quienes aprovechaban la poca presencia de luz para besarse entre ellos.

Cosas típicas en una fiesta de adolescentes con hormonas alborotadas.

No había pasado mucho desde que la fiesta inicio y la mayoría de los invitados había perdido el control.

El sonido de unos tacones que bajaban las escaleras llamaron la atención de todos los asistentes.

Eran Ariana y Elizabeth.

Pronto dejaron de hacer lo que estaban haciendo y centraron su atención en la agasajada.

La joven lucía un vestido realmente corto color negro que con esfuerzo cubría sus nalgas y su cabello caía en ondas por su espalda descubierta. Su rostro parecía cual muñeca de porcelana, tierna sin dejar de lado su lado sexy que era lo que buscaba captar con aquel cambio.

Ariana aún estaba nerviosa, no podía creer lo que estaba a punto de hacer. Sin embargo ya era muy tarde para echarse para atrás, su plan estaba en marcha.

Ambas caminaron hasta la barra improvisada de tragos, donde Cameron y Ryan se encontraban.

La mirada de todos se encontraban clavadas en la joven, algunos por deseo y otros por envidia.

—Hola chicos. —Elizabeth hablo captando la atención de ambos. Ambos miraron a las chicas, pero sin duda la que captó su atención fue Ariana. Ryan no podía ocultar lo que sentía por ella, él nuevo cambio de la tierna pequeña lo llenaba de asombro, pero a la vez le gustaba.

—¡¿Que le hiciste a mi bebé?! —Cameron casi grito al ver a su mejor amiga transformada por completo. No estaba acostumbrado a ver a su pequeña con tan poca ropa, la tela que la cubría era realmente corta.

—Nada con lo que no haya a estado de acuerdo. Se ve sexy, ¿No lo crees? -—no lo podía negar. Siempre la había visto como a una hermana, pero verla de esa manera hacia que su percepción cambiará por completo.

—Esa palabra le queda corta. —añadió Ryan mientras tomaba su mano y la llevaba al centro de la pista.

Rápidamente posó sus manos sobre sus caderas tomando por sorpresa a la castaña.

Las melodías que sonaban eran desconocidas para ella, Camila había escogido la música, entonces cayó de cuenta que eran latinas.

Los ritmos rápidos y movidos ayudaron para que Ryan se pegará aún más a su cuerpo.

Podía sentir como su féminas chocaba contra su miembro y eso lo enloquecía.

Ariana estaba un poco cohibida, no se sentía cómoda, pero entendía que así se bailaba esa clase bailes y trataba de seguirle el ritmo lo mejor que podía.

Pronto Ariana solo se dejó llevar.

La música continuaba sonando, pero Ariana tímidamente se separó de Ryan indicándole que iría a beber algo antes.

Ryan solo asintió resignado y se fue por otro lado de la casa.

Ariana suspiro aliviada y caminé hasta la barra con la esperanza de encontrarse con sus amigas, pero no lo consiguió.

Sintió como un líquido se vertía sobre su vestido, ella levantó la mirada encontrándose con la persona menos esperada.

Selena.

—Oh cuanto lo siento, no fue mi intención. —fingió disculparse con un tono claramente fingido mientras sus amigas se reían sin remordimiento. Lo que no sería soportado por Ariana.

—Te crees muy graciosita ¿No? —Selena solo reía sin decir nada. Sin previó aviso, Ariana tomó una botella grande de brandy dulce para después mojar a todo el pequeño clan de zorras.

—¡Eres una idiota! —gritó Selena completamente enojada al darse cuenta como su maquillaje se corría, sus extensiones e intento de vestido barato se arruinaban.

Finalmente salió de ahí con su cara roja de furia y llena de frustración.

—Bye, bitch. —se despidió con la mano mientras reía frenéticamente.

Ese sería un momento que jamás olvidaría.

Miró por última vez la dirección en la que se había ido y camino en dirección contraria para ir hacia el patio.

Necesitaba escapar del olor a cigarro por un momento, no estaba acostumbrada a ello y tal vez nunca lo estaría.

No había nadie ahí, agradeció interiormente por eso.

Con total libertad se recostó sobre el pasto y miró las estrellas.

Era su día esperado, pero aún así sentía que no lo estaba disfrutando por completo.

—¿En que piensas? —era esa voz nuevamente. Tan profunda y seductora que lograba penetrar lo más profundo de su ser.

La había escuchado tan pocas veces, pero las suficientes para saber perfectamente se quien se trataba.

Giró su vista fijandola en las facciones de aquel rubio que había robado su corazón hasta hace meses.

Ahora no sabía cómo reaccionar ante él, no sentía lo mismo de antes.

Pero una pregunta rondaba su mente...

¿Había superado a Justin Bieber por completo?

Let me call you crush ↬A.G.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora