XLII

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[CONTENIDO +18:
Éste capítulo contiene escenas de violencia y lenguaje explícito.
Si te consideras sensible te recomiendo que saltar este capítulo, si deseas seguir es bajo tu propia responsabilidad.]


La obsesión de Ryan por Ariana se había vuelto muy peligrosa.

Tenerla tan cerca, pero a la vez tan lejos lo enloqueció. Siempre fue consciente de que Ariana no sentía lo mismo que él. Sabía eso a la perfección y tal vez era una de las razones por las que él se había empeñado tanto en conseguir su amor.

Aquí la única verdad era esa: Ryan se había vuelto dañino para Ariana, al igual que ella para él.

Los minutos habían pasado de manera muy lenta.

Ariana aún seguía el misma posición, nadie había ido a buscarla y eso la tranquilizaba de cierta forma.

Las pisadas severas de un hombre sin escrúpulos se acercaron una vez más a dónde yacía su cuerpo consciente.

Esa persona estaba cerca a ella cada vez más. Pronto aquellos pasos se detuvieron frente a ella, un tacto antes conocido empezó a recorrer su cuerpo por la fina tela del vestido.

Ariana estaba atemorizada porque sabía lo que vendría con ello.

—Oh mi pequeña Ariana, yo no quería esto para ti. —aquella voz fría y dura era completamente conocida por ella. Estaba segura de que era Ryan.

Unos besos empezaron a ser dejados sobre el cuello de la castaña haciendo que se estremeciera en su mismo lugar, rápidamente trató de alejarse de él luchando con todas sus fuerzas para al fin alejarlo de ella.

Ryan miró completamente furioso a Ariana, sus mejillas estaban mojadas y, aún con la cinta puesta, lograba escuchar sus sollozos.

—¡Cállate maldita perra! <gritó con gran euforia para después proponerle un fuerte golpe a la castaña en la mejilla derecha.

Sin remordimiento alguno arrancó el vestido del cuerpo de la joven sin importarle si quiera lo mucho que habían gastado sus padres en él. Después de todo no lo necesitaría.

Los quejidos de la joven lo alertaron nuevamente. Miró como de su mejilla corría la sangre a causa del salvaje golpe que le había dado.

Un suspiro pesado se escapó de sus labios y con algo de culpa quitó la venda de los ojos de Ariana.

Sus ojos estaban rojos y en ellos era evidente el temor del que estaba siendo víctima. Aquello sólo lograba darle risa a Ryan, él no quería que las cosas se dieran de esa manera, pero se había cansado de ser bueno y no obtener nada.

—Te voy a quitar la cinta, pero ni se te ocurra gritar, de todos modos nadie podrá escucharte. —tal como dijo le quitó aquella cinta de una manera muy brusca. Miró una vez más a su pequeña con una sonrisa siniestra.

—Por favor Ryan, déjame ir. —dijo la castaña entre sollozos, sin embargo aquello lejos de conmover al moreno sólo consiguió sacarle una carcajada.

Quitó ferozmente el sujetador de ella para después deleitarse así mismo con la vista que tenía, empezó a dejar marcas en sus pechos provocando que ella chillara del dolor que sus mordidas le provocaban.

—B-b-basta, por favor. Me estás haciendo daño. —las súplicas fueron ignoradas por el agresor y siguió haciendo lo suyo.

Un poco de sangre en sus labios llamó su atención, había lastimado uno de sus pezones con aquellas mordidas. Sin importarle mucho siguió dejando marcas en su cuerpo, conforme fue bajando llegó hasta la suave tema de sus bragas.

—No entiendo la necesidad de que uses unas, desde ahora no las necesitarás más. —susurró cerca de sus labios para después alejarse de ella.

Se quitó su ropa mientras sus ojos estaban clavados en ella, lo único que podía hacer es arrastrarse lejos de él, buscando una salida.

En este momento sólo buscaba escapar.

En un movimiento rápido Ryan llegó a donde estaba Ariana, . la tomó fuertemente de sus cabellos mientras la arrastraba hasta donde estaba antes.

—Deja de luchar, perra. Ahora me perteneces y no hay nada que cambié eso. —quitó las cuerdas de sus pies para después abrirá sus piernas de una forma brusca provocando que sus bragas se rompan.

—Ya basta, déjame. —trató de resistirse alejándose de él, pero otro golpe calló sobre su rostro haciendo que la sangre se llenará en su boca.

Sin decir nada más se posicionó sobre ella y empezó a penetrarla como si quisiera matarla.

Su miembro entraba y salía con una fuerza descomunal, llenando así aquella oscura habitación de los gritos de dolor de ella.

Eso a él no le importaba, ahora había sido consumido por la rabia, lo único que quería era poseerla para siempre, quería hacerla suya de una vez.

Luego de unas penetraciones más en todo el lugar logró escucharse un grito escalofriante proveniente de la pequeña castaña.

Tras escuchar eso último sintió como su interior era llenado de los fluidos de Ryan, luego de un momento salió de ella con su miembro lleno de sangre.

En ese momento cayó en cuenta de lo que había hecho, miró el cuerpo inconsciente lleno de sangre frente a él. Cubrió su rostro con desesperación y sin decir nada más salió de aquel lugar tan sólo cubierto por una toalla alrededor de su cintura, dejando a Ariana tirada en el frío suelo del lugar, como si fuera un animal.

Let me call you crush ↬A.G.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora