Acepté la salida sabiendo muy bien que todo era una estratégica para buscar información. No es como que no se lo fuera decir, pero admito que a veces soy muy cerrada con mis sentimientos y supongo que eso causa que Jed siempre vaya con cautela cuando se trata de este tipo de cosas.
Antes de ser amigos yo simplemente me la pasaba totalmente sola, negando cualquier tipo de comunicación con otras personas en la secundaria que no fueran los profesores, u otras personas en donde fuera estrictamente necesario.
Un día, cuando estaba en la biblioteca, apareció frente a mí, lo ignoré y cuando eso no funcionó no dudé en soltar mi veneno con palabras pero, obteniendo un resultado contradictorio, no dijo nada, sólo me sonrió y se sentó; cuando quise correrlo me dijo que solamente haría su tarea en silencio y que ni me fijaría que estaba ahí. Ya lo había visto antes, no porque me atrajera sino porque veíamos clase juntos y además me intrigaba que, al ser de una «clase alta» gracias al dinero de sus padres, la mayoría del tiempo estuviera solo, y no porque no se acercarán a él sino porque los ignoraba. También sabía, gracias a los rumores, que había repetido en segundo año, razón por la cual era el mayor de nuestra clase. El hecho de que se hubiera acercado a mí me intrigaba y a la vez me ponía en un estado de recelo contínuo.
Aquella no fue esa la última vez que "coincidimos" en la biblioteca, pero esas otras veces sí lo ignoré por completo, y él nunca parecía tener intención de hablarme; por lo que eran sólo simples silencios donde ambos estudiamos en la misma mesa sin entablar ninguna conversación.
Con el tiempo procedió a romper el silencio ganándose miradas ceñudas y una que otra monosílaba de mi parte. Eso pareció alentarlo porque siguió haciéndolo. Hablaba y hablaba, y lejos de molestarme, de hecho me gustaba que ya no hubieran tantos silencio, claro que nunca lo demostré o dije.
Cuando finalmente me sentí a gusto a su alrededor vino otro problema: ser el centro de atención. Eso nos hizo retroceder varios pasos, pero de nuevo su insistencia y psicología barata consiguió que ignorara aquellas miradas curiosas cargadas de tantos prejuicios. Entonces, luego de tantas insistencia y testarudez logró obtener lo que nadie más tenía: mi confianza; y aunque ésta no era del todo plena sí era un gran avance.
Hemos tenidos altibajos, donde yo soy una perra y él se cansa de intentar hacerme hablar, pero seguimos siendo buenos amigos. Internamente agradezco que tuviera y tenga tanta paciencia conmigo. Supongo que mucha de la culpa de nuestras discusiones la tuve y tengo yo, pero es que he estado tanto tiempo acostumbrada a cerrar con candado mis sentimientos reales y sólo mostrar una fachada de altivez que a veces no puedo evitar ser así con él aun cuando ha sido el único que sin duda no lo merece. No digo que los demás lo merecen, pero a ellos no los conozco como a Jedidah.
― No te tengo como a alguien que da muchos rodeos ― murmuro despúes de haber probado por primera vez mi helado de doble chocolate.
― Sólo estoy buscando la mejor forma de decirlo ― se encoge de hombros con naturalidad caminado lentamente a sabiendas que lo sigo a la par.
― Dilo y ya.
Me detengo haciendo que tenga que hacerlo mismo, solamente que él termina un paso más por lo que cuando gira quedamos frente a frente.
― ¿Por qué quieres fingir tu muerte, Maddison? ― suelta al fin.
Que haya dicho mi nombre me hace saber que esta será una conversación seria. Naturalmente Jedidah Collins suele ser un chico muy bromista, pero cuando decide hablar en serio realmente puede callarte la boca con unas cuantas palabras o persuadirte ágilmente. Por eso siempre he dicho que sería un estupendo abogado.
― Porque ya no puedo más ― digo con voz quebrada que suaviza su mirada seria.
― Oh, Maddie ― se lamenta bajo, paso su mano libre por su rostro ignorando el hecho de que el helado se derrite en la otra.
Como quisiera no meterlo en toda mi desastrosa vida pero no conozco a alguien más que pueda, y quiera, ayudarme con esto. Necesito parar todo esto de una vez porque no creo tener muchas más fuerzas para seguir soportándolo.
El silencio a nuestro alrededor envuelve el ambiente tenso y frágil que se ha creado. Su mirada y expresión me dejan saber que ha tomada una decisión, sus ojos me lo dicen antes de que si quiera la pronuncie.
― Te ayudaré.
Hola, aquí está otro capi y éste esta dedicado a *redoble de tambores* gabymarin_1 ¡Yeih! Todito pa' ti, con amor 😘 A saber cuando lo vayas a leer pero aquí está igual, cielo <3😉
Pues bien, espero que les haya gustado el capítulo, de ser así no olviden votar o comentar.
Se les quiere 💜
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Donde Estés [Trilogía Buenos Amores #1]
Short Story― Jed, necesito un favor. ― Hola, Maddie. Yo bien, ¿y tú? ― No estoy para bromas, Jed. ― Amargada. Y dime, ¿en qué te puedo ayudar, bella? ― Necesito que me ayudes a fingir mi muerte. ― ¿Cómo? Espera, creo que oí mal. Repite lo que dijiste, por favo...