Capitulo 8

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Kilian.
-Tienes que decirme la verdad.

-Es esa, Kilian. Mi padrastro dijo la verdad a mí me hubiera gustado más quedarme con él que con mi tío. Pero el maldito dinero arruinó todo.

-¿Y por qué estaba encima de ti?

-¡Por Dios, Kilian! Te lo expliqué muchas veces. Yo tengo ataques de ansiedad y cuando iba cruzando la calle ustedes casi me atropellan y tuve un ataque, solo se acercó a darme los primeros auxilios.

-Parecía como si estuvieras huyendo y él regañandote por cruzar la calle sin fijarte.

-Las cosas no son como parecen.

Había algo que no me convencía del todo, es como si su mirada gritara "A Y U D A" y ella dijera lo contrario... Un momento...

-¿Por qué me dijiste "ayuda"?

-Pues porque estaba tirada y nadie se preocupaba, solo discutían... Deberías dejar de ver tantas películas de acción, Kilian.

-No estoy de acuerdo. Se que te pasa algo. Y juro que averiguaré qué es.

-Ja. Suerte con eso.

Ella comenzó a jugar con su cabello. Fue cuando me di cuenta de que su cabello era hermoso. Cuando me miró nerviosa mordiendo su labio, me di cuenta que sus ojos eran verdes. Un verde opaco, pero sin duda hacían resaltar sus pestañas largas y negras.
Pero cuando me sonrió supe que su alma era hermosa, que había sufrido mucho y que necesitaba a alguien cerca de ella que la hiciera recordar su valor.

Durante el camino de regreso me quedé pensando que podría haber pasado para que Harriet negara todo, porque estoy seguro que lo negó. Se veía el miedo en sus ojos... Y recordé la mirada que le dió aquel hombre antes de caminar conmigo, estoy seguro que fue eso.

Si mi hermana (que murió a los dos años) estuviera en una situación así, yo querría que alguien la ayudara, alguien que crea que ayudar es lo correcto.

Corrí hacia ella, ya que se había adelantado para regresar con su padrastro y tomé su mano.

-Escucha, puedes confiar en mí, yo siempre estaré para ti y vas a ver que podremos salir de esta... Pero si me dejas ayudar... Si lo intentamos juntos, se que algo sucede, pero nada pasará si yo estoy a tu lado, ¿Me crees?

Sonrió y al hacerlo derramó una lágrima que había estado presente en sus ojos desde que nuestros dedos se entrelazaron.

-Siempre te voy a creer, Kilian. Aunque solo te conozca de hace unos días.

Reí.

-Es cierto, pero hay algo en ti que me inspira confianza y... Quizá me gusta un poco.

Se ruborizó tanto que me dió una gracia inmensa, pero a la vez sonreí y seguimos caminando así, tomados de la mano.

La mirada de Alex decía lo que todos en ese momento pensaban.

Tres pares de ojos nos miraban, dos eran de asombro y uno de odio.

Pero realmente Alex estaba impresionado. Para mí tomar de la mano a alguien no era un simple rose... Mi mamá desde pequeño me había dicho que era un acto muy tierno, una muestra de cercanía y confianza absoluta.
Mario Benedetti escribió: "Ella me daba la mano y no hacía falta más. Me alcanzaba para sentir que era bien acogido. Más que besarla, más que acostarnos juntos, más que ninguna otra cosa, ella me daba la mano y eso era amor."
Yo nunca le tomaba la mano a nadie. Ni siquiera a mi papá. Ni a Odette, ella lo sabía y siempre me tomaba solo del brazo.
Pero de repente ahí estaba yo con Harriet a mi lado, tomados de la mano.

-Eh... Muy bien oficial. Gracias por venir y aclarar esto... Harriet, querida, tenemos que irnos.
Ella se soltó de mi mano y me sonrió sinceramente y formuló un "gracias" por lo bajo.

-¿Que fue eso?

-No sé a qué te refieres, Alex.

-A lo ocurrido allá.

-Ya, pero ocurrieron muchas cosas tienes que ser más específico.

-Tu cercanía con la sobrina de Pavel.

-¿Tanta confianza ya le tienes a Guillermo para llamarlo por su apellido?

-No me cambies el tema, Richards.-Ambos reímos.

-Mira... Ni yo sé por qué le tomé la mano, sólo sé que no me arrepiento y que lo volvería a hacer.

-Pero... ¿Que estás diciendo? Vaya que has cambiado. ¿Cómo es que desapareció el amor que sentías antes? Pero dime por favor, Kilian ¿Cómo se ha borrado tu amor por Odette?

-Tú me regañabas por amar a Odette.

-Te regañaba por llorar como un niño... Jamás habías probado el júbilo del amor.

-No me regañes más. Por Dios que me ha enseñado...

Nuestras risas llenaron el auto antes de terminar la conversación entre el fraile y Romeo de la obra de William Shakespeare. Si. Nuestros padres aficionados al romance y obras literarias nos habían leído miles de veces Romeo y Julieta. Participamos en cada obra, yo como Romeo, Alex cómo Benvolio y viceversa.

-Hablo en serio, Kilian. ¿Que está pasando con Harriet? ¿Que pasará con Odette?

No la estoy olvidando. Odette ha Sido mi mejor amiga desde siempre y ambos sabemos que hay sentimientos detrás de nuestra amistad. Solo que pensamos las cosas antes de actuar... Solo estamos tomando tiempo para que las cosas se den. Pero no engaño a nadie. Debemos apresurar las cosas, si no el tiempo se escapará de nuestras manos.

-Honestamente no estoy seguro de haber olvidado a Odette. Aún la quiero y me parece la chica más linda que he visto, pero Harriet me intriga, me hace querer descubrir qué hay detrás de esa chica distraída y débil.

-Cuidado, no te vayas a llevar una sorpresa...

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Se que es muy corto, pero ya vendrá el desarrollo de la historia y los capítulos serán más largos.♥️

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