La dictadura del amor | Poema

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Un sentimiento se abre paso a través de la maraña de recuerdos que vive alojada en mi pecho.

Raro. Como una opresión que puja por estrujar al bombeador palpitante que allí se hospeda.

De a poco entra. Pelea. Persiste. Y se va instalando, como un dictador que me obliga a acatar sus leyes.

Suspiros escapan de mis labios mientras intento resistirme a él. Una lucha inacabable. No puedo.

Y  al llegar, deja un vacío. Algo falta. La operación militar que con arrebato lleva adelante está inconclusa.

Cuando se instala definitivamente, duele. Duele el pecho. Duele el vacío. Duele la distancia.

Imágenes vuelan por mi mente como cientos de aves multicolores. No se van. Ni con los soplos más helados de mi mente consciente desaparecen.

Están allí. Quieren quedarse. Y, en realidad, no quiero que se vayan. Tal vez, cuando se complete, la opresión desaparecerá, y mi corazón vuele con las aves multicolores. No lo se. No tengo forma de saberlo.

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