Capítulo 11 🍬

5.9K 488 97
                                    

Los cálidos rayos del sol se posaban de forma sutil sobre los ojos cerrados de cierto conejo que dormía plácidamente, un poco de baba resbalaba de la comisura de sus labios.

Una sonrisa soltó su acompañante al ver aquella faceta tan tierna y a la vez despreocupada de su dormilón prometido.

«¿Como realmente podía ser tan endemoniadamente tierno? »

Aquella pregunta surco la mente del alfa, mirando enternecido a su pequeño conejito, recordó lo que tuvo que aguantar para no violarlo al estar enfermo fueron tantas las ganas que a media noche tuvo que correr hacia el baño para arreglar su problemita.

Una pequeña travesura se pasó por su mente, se levantó de la cama con cuidado de no despertar a nagisa ya de pie delante de él saco su celular y tomó una pequeña foto.

La dejaría como fondo de su celular y también para molestar un poco a su omega, en la mañana le tocó volver a cambiar de ropa a nagisa debido a que había mojado la anterior camisa con su sudor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La dejaría como fondo de su celular y también para molestar un poco a su omega, en la mañana le tocó volver a cambiar de ropa a nagisa debido a que había mojado la anterior camisa con su sudor.

-Mhmm-Con pereza se removía entre las sábanas el omega buscando algo o mejor dicho alguien con su mano.

Karma al ver eso dejo salir una risa realmente nagisa era demasiado tierno para él, nagisa se sentó en la cama restregando su ojo derecho con su mano mientras dejaba salir un bostezo acompañado de algunas lágrimas causadas por este.

Miro hacia la dirección de karma para luego parpadear varias veces de un momento a otro su rostro se había teñido de un rojo intenso comenzando a balbucear cosas sin sentido debido a la vergüenza que sentía en ese momento.

-Ajajajaja-La risa de karma no tardó en escucharse en toda la habitación, haciendo sonrojar aun más al pobre de nagisa.

Al levantarse de la cama nagisa se dio cuenta que no cargaba nada debajo de su camisa excepto los boxers que le había prestado karma ayer, al menos agradecía que la camisa era bastante larga y le llegaba casi a la mitad de sus rodillas pero igual le era muy vergonzoso.

-Buenos días, mi pequeño dormilón-Exclamó de una forma dulce y a la vez coqueto karma acercándose hacia su prometido tomando un mechón de su cabellera azulina y depositando un beso en el mientras le guiñaba un ojo.

-¡A-Ah!-Sorprendido por aquella acción nagisa se dejó caer de rodillas al suelo más rojo que un tomate, sus orejas caídas ambas y sus ojos un pocos cristalizados dándole una apariencia inocente y a la vez sexy a los ojos de karma.

Unos suaves toques se hicieron sentir en la puerta de la habitación una sirvienta anunciaba que el desayuno estaba listo para ambos jóvenes, karma simplemente respondió con un "si" haciendo retirar a la sirvienta.

-Me encantaría seguir molestandote pero es hora de desayunar, cariño-Dijo coqueto aquellas palabras, se había puesto de cuclillas cerca de nagisa para luego volver a estar de pie y acariciar el cabello suelto de nagisa.

Casado a los 16 (Omegaverse) (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora