Parte IV

10.6K 87 16
                                    

61. Si tu pareja necesita ayuda,  pero se niega a recibirla, es decir, no te toma en             serio y no le importa tu sufrimiento ; ya no hay nada que hacer.

62. Pensamiento liberador: “Quiero  AMARTE   no   CUIDARTE”

63. Pensamiento liberador: “No solo quiero  ser   DESEADA sino   AMADA”

64. Pensamiento liberador: “Quiero   AMARTE,  no   SERVIRTE”

65. Quererse a sí mismo es una de las principales vacunas contra la dependencia , el maltrato y las relaciones de dominancia.

66. La máxima no es: “Te amo, y luego existo”, sino: “Me quiero a mi mismo, luego puedo amarte”

67. El amor propio abre más espacio al amor, lo hace más maduro,  más respetuoso, más cómodo.

68. “Te amo, porque me amo”

69.  Se quiera  o no, tener una relación afectiva si alguno de los miembros se opone radicalmente al bien del otro es imposible de sobrellevar, a no ser que se asuma  la actitud del sacrificio por el sacrificio.

70. Nuestra cultura nos ha enseñado que si no sufren por nosotros, no nos aman.

71. “Tu alegría me alegra” (Ojo: cuando la alegría de tu pareja ya no te alegra y/o por el contrario te produce fastidio, ya no la amas)

72. “Tu dolor me duele” (Ojo: cuando el dolor de tu pareja ya no te duele y/o por el contrario te fastidia,  ya no la amas)

73.  “Me identifico con tus emociones sean buenas o malas “, (ojo: cuando ya no hay conexión, no hay relación. Si no procesas las emociones de tu pareja, ya no la amas.

74.  Un amor fuera de control es definitivamente apasionante para las almas atrevidas y deseosas de emociones fuertes, pero igualmente puede resultas malsano si estas con la persona equivocada.

75. El aburrimiento y el maltrato psicológico pueden destruir cualquier relación.

76. Si estas enamorada o enamorado,  no perteneces a tu pareja, participas en una relación. No eres parte de la persona que amas.

77. No se necesita un viaje a las estrellas o perderse en la fascinación  de los poetas (aunque no sobra) para encontrarle sentido a la relación.

78. Tu pareja no es recíproca,  cuando no le importa lo que piensas y sientes.

79. No se trata de estar con quien se debe estar, sino de estar con quien se quiere estar.

80. Expresiones como: “Me perteneces” o “Eres mío o mía” no son otra cosa que la sintomatología de una necesidad imperiosa de posesión que suele traducirse en emociones destructivas, como los celos, el rencor, la ansiedad o la depresión.

Extractos de Walter RisoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora