022 (Editado)

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- ¡¿Sabes en que maldito problema me estas metiendo?! - Tyler gritó y le arrebató su teléfono al mismo tiempo que tomó todas sus fuerzas y lo empujó, haciendo que el tatuado perdiera un poco el equilibrio.

- Wow cariño, no me hagas perder los estribos que ya sabes como te va - dijo suavemente el tatuado.

- ¿Qué sé como me va? - río sin ganas el castaño - ¿Acaso estas idiota o qué?, TÚ - lo señaló - No eres nadie para decirme eso, hago lo que mi gana se me de, así que no vengas con tus estupideces, quiero que te vayas ahora mismo y es la última vez que te lo pido - Tyler era el que estaba perdiendo los estribos.

- Bebe, te ves hermoso cuando estas enojado - se acercó en un rápido movimiento al castaño.

- ¡No me llames así, largo! - gritó ahora Tyler.

- Relajate, estamos hablando bien - sonrió por enésima vez.

- Quiero que te vayas Jesse - Tyler habló entre dientes al mismo tiempo que agarró el puente de su nariz buscando paciencia.

- Si acabo de llegar bebe - Jesse tomó por la cintura a Tyler acercándolo rápido, este último quiso alejarse pero no podía.

- ¡Sueltame maldita sea! - Tyler intentaba e intentaba.

- No puedo bebé, me tienes loco - susurró Jesse en el oído del más bajo.

- ¡Sueltame, sueltame! - gritaba ya desesperado Tyler al sentir que Jesse pegaba su entrepierna.

- Mjh, no bebé, vamos, pon de tu parte - el tatuado había comenzado a simular embestidas por enzima de la ropa.

- ¡No, déjame, ayuda, ayuda! - lágrimas de desesperación habían comenzado a salir de sus ojos cafés.

Por el otro lado Josh se encontraba empacando todas sus cosas, se iba a su casa ese mismo momento, no podía seguir siendo el juguete de todos, no podía creer que su mejor amigo y su ex novio le hubieran jugado de esa manera, que sólo lo utilizaron como un objeto nada más, que aunque se viera fuerte y rudo por fuera, por dentro era la persona más sentimental que hayas conocido.

Las lágrimas e hipidos se hicieron presentes de manera silenciosa, aunque el quería ser fuerte y dejar de llorar por todo no podía, siempre era el sensible ante cualquier situación.

Cerró la última maleta, respiró hondo, tomó su demás equipaje y salió de la habitación, camino por el largo pasillo mirando la puerta de la habitación en donde estaba Tyler y Jesse, sus ojos se volvieron a llenar de lágrimas y su pecho dolió, dolió mucho.

Bajo la mirada secándose las lágrimas con su antebrazo y siguió su camino, subió al elevador, llegó a recepción y pago por su estancia, dio las gracias y pidió un taxi, para que este lo llevara al aeropuerto.

Llegando al aeropuerto caminó tranquilo a la taquilla, compró el boleto más cercano a volar para Los Angeles y así fue, tendría que esperar una corta hora, y cuando esta llegó, no espero más y subió.

Crude reality; Joshler/Tysh. (Editada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora