"Viste sonrisa preciosa, mirada incomparable con cualquier otra. Lleva puestas esas pestañas que acarician el aire, y que cualquier persona querría robarle con un beso. Será eso que arrastra cuando anda,
ese cantar del asfalto cuando rozan sus zapatos, ese andar de dama en intención de huida lo que la hace ser el punto de atención en mi poema. Es la niña que juega a ser mujer dentro de un vestido ajustado, dentro de una vida que le viene demasiado grande. Busca un lugar del que esconderse de las miradas, busca un refugio donde llorar sea sólo vaciar su alma y no ser débil. Ella sólo quiere encontrar un abrazo, quien la acepte tal y como es. Necesita encontrar un lugar, una persona con la que pueda reírse por no llorar y llorar cuando no pueda más. Qué difícil es ser la pieza que no encaja, tener que construir tu propio puzzle, tu propio mundo, para protegerte de lo que otros dicen. Nadie entiende por qué, teniendo esa sonrisa que hace congelar el tiempo, bailando como baila que hasta el viento la acompaña, mirando con esos ojos de gata en su última vida,
Es demasiado complicada para solucionarla. Dónde los demás solo ven incógnitas, ella ve dolor. Camina sola por la vida, agarrando su propia sombra por miedo a que la abandone también. Camina por el borde del precipicio sin decidirse si seguir andando o alzar el vuelo que acabe todo para siempre. Caer. De eso trata todo. Caer sin esperar que nadie corra a salvarla. Aprender a curarse ella misma las heridas que le hicieron los años y sus siete vidas de gata."
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Loreto Sesma
RandomMe refugio en una canción que siempre vuelve en invierno y este frío me recuerda que soy humana (pero también frágil)