"Uno forcejea con la memoria. Intenta, a veces sin éxito, no caer en la rendición del pensamiento de que los días pasados siempre fueron los mejores. Intenta también no compadecerse por las lágrimas ya fósiles. Se acuerda de ciertas manos, ciertas situaciones, ciertas risas. Rememora momentos que ahora ya son solo meras postales del recuerdo. Aquel baile, aquel olvido, aquel beso... Ayer me encontré con algunas fotos, y ahí estabas tú, con tu mirada desafiante. Diciéndole a la vida “tú no podrás conmigo”. Yo te estaba abrazando queriendo dejarte en la piel escrito que en todas las guerras estaría contigo. Y así ha sido. Así será siempre. Por eso a veces uno se ata de pies y manos al castigo de la nostalgia, y acude a la mil de la memoria para endulzar este echar de menos tan punzante, que escuece y quema, tanto. Ayer encontré algunas fotos. Estábamos sonriendo. Y por un momento me agarré al llanto del que se justifica ante la vida por sentirse frágil ante el paso del tiempo. Fue solo un segundo te lo prometo. Después hice lo que tú sueles hacer; agarrarme el corazón bien fuerte y seguir. Seguir andando, seguir amando, seguir viviendo. Seguir, seguir, seguir... Seguir escribiendo. A pesar de mi miedo y su murmullo. A pesar de los que hablaban de mí y los que nunca han hablado conmigo. A pesar de las losas de los demás y de mis propias esquelas. A pesar de mi pesar, sigo. Sigo andando, sigo amando, sigo viviendo, sigo escribiendo, sigo volando. A la pena, solo, se la vence riendo."
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Loreto Sesma
RandomMe refugio en una canción que siempre vuelve en invierno y este frío me recuerda que soy humana (pero también frágil)