"Últimamente me siento como esa persona que ha hecho de una estación su casa, que pasa por delante de cualquier escaparate y nunca se fija en lo que vende, sino en su propio reflejo. Como quien busca en el espejo algún matiz, algún gesto, que hiciera cuando fuera pequeño y busca y busca y busca (pero nunca encuentra) al niño que fue hace un tiempo. Me siento como quien guarda una botella para una fecha señalada, y se da cuenta de que nunca vino, que el vino se ha hecho vinagre. Como quien sigue intentando hacer las cosas bien solo por ver sonreír a su madre. Como quien ha perdido la ilusión porque le dijeron que toda magia implica truco. como el imbécil que prefirió ser la fuerza del león antes que la astucia del zorro y al final, una bella sonrisa con andares de bailarina le acabó soplando en la boca para pedir un deseo. Me siento como el poeta atrapado en su fraseo, como la mujer arreglándose en el aseo antes de acudir a una cena consigo misma. Me siento como en una jaula sin barrotes, como quien ve los aviones como otro puto obstáculo por el que no sale el sol; como a quien le regalan flores y pregunta cuándo ha muerto. Como el tuerto al que nunca le preguntaron si se siente rey en un mundo de ciegos, como el enamorado que ya no cree en el amor. Me siento como si sintiera que ya no seré capaz de sentir después de haber sentido tanto. De haber amado tanto, de haber llorado, de haber reído, de haber temido y haber disfrutado tanto. Me siento como la niña que se quedó esperando a sus padres a la salida del colegio. Y nunca nadie fue a buscarla. Como el preso al que le ofrecieron la libertad, pero por un beso eligió la cárcel. Como el verso que nunca fue poema porque nadie tuvo el valor suficiente para escribirlo."
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Loreto Sesma
AcakMe refugio en una canción que siempre vuelve en invierno y este frío me recuerda que soy humana (pero también frágil)