- 2 -

3.7K 302 33
                                    

Desperté incómodo por la cama tan dura, estoy acostumbrado a mis sábanas de ceda y mis cojines rellenos de finas plumas. Mi alarma suena 5 minutos para las 6, me toma casi una hora arreglarme y ponerme fabuloso. Ir a una nueva escuela no es un problema para mí, me han corrido antes por mis calificaciones o mi conducta así que sé cómo manejar lo del "chico nuevo", que me juzguen por ser bisexual o por vestirme con ropa tan colorida, no me importa.

Me preocupa el hecho de que ahora tendré más seguridad; a Alec no solo le pidieron que me cuidara bajo su techo sino que también será como mi guardaespaldas. Me llevará y me recogerá de la escuela; si me meto en problemas con alguien en la escuela, él tendría que ir como mi tutor, no tendré la oportunidad de escabullirme por ahí y ya casi no podré hacer fiestas con la poca libertad que me queda. Casi.

Me estoy volviendo a dormir, las clases empiezan a las 7:30 am, no hay problema si dormito un rato más.

– Magnus, ¿ya despertaste? Ya escuché tu alarma sonar. – Su voz hace eco en mis sueños. Rayos, mi preciado sueño, mi perfecto cutis, ¿no se supone que se levantaba a las 7? Agh, me cae mal éste tipo, no le contesto esperando dejar de escuchar su voz... Varonil. Uff que cosas. – Magnus por favor levántate, hice el desayuno, no sé qué te guste pero hice varias cosas. – Wow, cocina, que genial pero no tan genial cuando entra a mí cuarto estruendosamente.

– Solo desayuno café, me levantaré en cuanto salgas de mi habitación. – Mi voz seria no se compara con su mirada indiferente.

– Bien. Solo apúrate, ésta será la única vez que vendré a ver si te despertaste.

– Ajá ¿algo más? En serio necesito apurarme. – Se cruza de brazos. Sí que parece militar.

– Nadie te impide que lo hagas. – Sonrió sensualmente ante su comentario, al parecer este hombre es terco. Me levanto de la cama como vine al mundo, me encanta dormir desnudo y si "ojitos azules" quiere conocer eso de mí, me parece perfecto.

– ¿El agua ya está caliente verdad? – Vi un ligero sonrojo tratando de no salir. Es tierno pero aun así no hay sorpresa en sus ojos.

– A todas horas el agua está caliente. – Cerró la puerta con algo de molestia. Ya se acostumbrará a mí.

Después de arreglarme perfectamente, bajo a la cocina y ahí está un café recién servido, al parecer, él ya se bañó y se arregló con una ropa muy simple y negra. ¿Sus músculos siempre resaltarán con todo lo que use? Tomé el café y fue el mejor café que he probado en mi vida, Starbucks se queda muy atrás.

La casa es realmente pequeña pero tiene una cochera donde guarda solo una moto de pista. – Es broma ¿no? ¿No tienes un coche deportivo o algo que no me mate? – Rodó los ojos antes de contestarme.

– Lo siento su alteza, podemos irnos caminando, por mí no hay problema. – Maldita sea.

– No gracias, soy alérgico. – Tomé el caso que me extendió. Su cabeza se ladeó hacia un lado con curiosidad en sus ojos.

– No entiendo ¿qué tiene que ver eso? – Dijo mientras se colocaba una chaqueta negra de cuero. Rico.

– Me da alergia hacer cualquier tipo de ejercicio. – Alcancé a ver una ligera sonrisa antes de que se colocara su casco.

Era inevitable sentirme caliente cuando lo empezaba a abrazar por la cintura. Siento su duro abdomen y por un momento me dieron ganas de tocarlo por debajo de tanta ropa. Juro que se me salió un grito cuando arrancó. También tendré que acostumbrarme a él.

– Estaré aquí todos los días cuando salgas, me sé tus horarios así que te esperaré a la hora correspondiente. – Me dice mientras me bajo de la moto y le paso el casco. Parece todo un verdadero soldado dándome instrucciones. Que excitante. – Tampoco se te ocurra escaparte, no hay necesidad de ser imprudente cuando podría encontrarte fácilmente. – No me dejó ni contestarle, solo se fue. Me caga.

La escuela fue algo buena, tengo tres amigos nuevos pero conocí al idiota que le gusta joder todos junto a sus típicos dos amigos estúpidos. Ya tenía tiempo que no me jodían la existencia pero nada que no se pueda arreglar ¿no?

Me estoy yendo a la salida cuando escucho la aborrecible voz. – Mariquita brillosa, ya que eres el nuevo te tendré que dar un recorrido por la escuela cada salida. – Estúpido Jonathan. El tipo es un poco más chico que Alec y sigue estudiando la preparatoria. Pasa un brazo sobre mis hombros y me jala hacia él, definitivamente tiene más fuerza que yo.

Alec debe estar ya en la salida pero éste tipo y sus amigos me llevaron a la parte trasera de la escuela. Mi primer día se está poniendo muy genial. Me estrella contra la pared rocosa y sé lo que me hará. Maldita sea Alec, no podrás cuidarme siempre.

– Nos veremos aquí cada salida ¿entendiste? – Toma mi cara fuertemente con una de sus manos. No demostraré dolor y como soy muy inteligente decido escupirle en la cara. – ¡Estúpido niño nuevo! – Dice mientras se limpia la cara y levanta el puño, cierro los ojos esperando el golpe pero nunca llega.

Cuando abro los ojos veo a un muy tranquilo Alexander sosteniendo la mano de Jonathan, están casi de la misma altura pero se ve que mi Alec tiene más fuerza... Espera ¿qué? ¿"MI" Alec?

– Te pido que no lo molestes a él y te alejes lo más pronto posible. – Jonathan se aleja con una carcajada y siento que hará algo estúpido. Y sí. Con un movimiento de cabeza, manda a sus dos amigos a pegarle. Mala idea.

Alexander esquiva la mano del primer puñetazo lanzado de un tipo mientras que el otro se le acerca y lo patea en el centro de su estómago. El primero que lanzó un golpe lo vuelve a intentar pero Alec es más rápido y agarró su mano doblándosela hacia atrás, haciéndolo caer; casi puedo jurar que algo crujió en su muñeca. Jonathan, que se había quedado parado atrás de una banca como vil cobarde, se fue corriendo.

– ¿Nos vamos? – Me toma de la mano pasando entre los caídos, sigo en la pendeja aun cuando me coloca el casco y arranca la moto.

En cuanto nos mete a la cochera, me bajo y me quito el casco con urgencia. – Quítate eso. – Le señalo el casco, se baja de la moto y se lo quita lentamente. Colocó mi mano en su mejilla instintivamente. – ¿Estás bien? No alcancé a ver si te pegaron, entré en shock muy rápido. – Reviso su cuerpo rápidamente con mi mirada. Lo volteo a ver de nuevo a los ojos y me doy cuenta de mi mano en su cálida piel. – Oh lo siento. – Bajo mi mano y espero a que me responda algo pero lo único que hace es agarrar mi mano y la coloca donde la había puesto.

Después de un rato de silenció habló. – Que raro. Algo está mal. – De la nada se va y solo alcanzo a ver su cuerpo entrando a la casa.

– ¿Qué carajos acaba de pasar?



Otro capítulo más:) Deduzco que éste FF tendrá un poco de acción pero el romance seguirá ahí jeje. Espero que les haya gustado <3 Gracias por leer n.n

MI GUARDIÁNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora