Extrañaba el dolor de cabeza de una muy buena fiesta, es algo que he experimentado mucho y estoy acostumbrado... A lo que nunca he estado acostumbrado es a ser levantado después de 4 horas de llegar a casa.
Alexander me ha hecho levantarme a la fuerza, cargándome literalmente, en su hombro para que me bañara; con tanto movimiento vomité antes de lo habitual. El agua me ayuda para despertarme más.
– Ya sal alteza, tenemos que hacer cosas hoy. – Está loco, definitivamente me quiere matar.
– ¡¿Salir a dónde a las 6 de la mañana en sábado?! – Le reclamo gritándole, mala idea, mi cabeza me sigue matando.
– Verás que a esta hora puedes hacer algo más productivo con tu vida, así que, salte ya del baño. – Nada más no lo golpeo por mi resaca y porque me estoy bañando.
Salgo del baño con una toalla en la cintura y veo un conjunto deportivo encima de mi cama, no recuerdo haber traído ropa tan aburrida y menos "esa" clase de ropa; mi alergia me impide usar eso. Alexander entra a la habitación usando prácticamente lo mismo. Maldito, no se atrevería.
– Dime que esto... – Señalo la ropa. – ... No es obra tuya. – Le digo seriamente.
– Te ayudará para la resaca sudar un poco, el día de hoy será largo así que debes estar mejor equilibrado. – Si se atrevió. Maldito.
– Ya te había dicho que no hago nada de ejercicio, me puede dar algo. – Trato de sonar enojado pero como siempre, lo ignora.
– No creo que para tener ese cuerpo, no hagas ejercicio. – Contesta señalando mi torso. Por unos segundos entro en shock por sus palabras. Sonrío divertidamente antes de acercarme un poco a él y contestarle.
– Mi cuerpo se formó naturalmente... Pero gracias por el cumplido, soldado. – Por primera vez veo su sonrojo a la décima potencia pero su semblante no cambió.
– Vístete, te cargaré de nuevo si no sales en cinco minutos. – Se va rápidamente cerrando la puerta. Quiero reírme por su actitud pero al final salí perdiendo.
Entrando a la cocina veo el café que me hace todas las mañanas, corro al instante a tomarlo, nunca lo reconoceré en su cara, pero amo su café con todo mí ser.
– Conozco el bosque perfectamente pero tú no, correremos de ida y vuelta, por favor no te separes y pierdas. – Ruedo los ojos mientras me termino el café.
– Si me pierdo me rescatarías ¿no? Siempre lo haces. – Lo digo subiendo mis hombros, pero es cierto, las veces que me siento en peligro, aparece; es como si pidiera por él y me escucha telepáticamente para salvarme.
– Sí alteza, debo hacerlo. – Contesta colocándose una sudadera.
– ¿Hasta cuándo me llamarás por mí nombre? – "Alteza" ¿por qué ese apodo?
– Hasta que te dejes de comportar como una. – Si supiera su apodo no dejaría de serlo nunca. Idiota. – Vámonos.
...............
Dos minutos, duré dos jodidos minutos corriendo dentro del bosque; me cagan los insectos, la tierra, las plantas, me caga esto. Ya no siento que el "aire fresco de la mañana", como le dice Alec, entre a mis pulmones y puede que me desmaye en cualquier momento. Obvio, no exagero.
– Alteza, ni llevamos cinco minutos corriendo y ya te estás muriendo. – Sigue trotando en su lugar en lo que trato de recuperar el aliento, no entiendo como hace esto todos los días.
– Yo no... Tengo tanta condición... Como tú, soldadito. – Le digo recuperándome. – Creo que tengo... Un calambre en el hígado o algo. – Sufro por su culpa.
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MI GUARDIÁN
Fanfic[COMPLETA] Donde Magnus es un niño mimado y sus padres ya no toleran su comportamiento, preocupados más aún cuando lo quieren muerto, lo alejarán de su lujosa vida. Le enseñarán a valorar lo que tiene para hacerlo crecer como persona, haciéndolo viv...