Paris - 26 de septiembre
Hoy era el décimo concierto. Le faltaba uno, y la gira erminaría.
- ¿Estas lista Lu? – preguntó Lucia entrando al camerino.
- Sí, voy.
***
Argentina – 26 de septiembre
- Ven amor. Está empezando el concierto. Lo estoy viendo por internet.
- ¿Sí? Buenísimo, veamos.
- Esta hermosa, como siempre.
- Sí, hermosa.
- El único lugar donde sus ojos vuelven a brillar. Los únicos minutos donde realmente es feliz.
- Tranquila Barbie, se merece ser feliz. Lo va a lograr.
- Eso espero. Eso quiero.
***
- Decime la verdad; ¿sos feliz?
- Con vos siempre, amor.
- No podes ser tan hipócrita Juana. Me asusta. Vivimos peleando. No le hace bien al bebé.
- Entonces no me pelees.
- Yo no te peleo. La que busca lío acá sos vos. Te dejé en claro las cosas hace bastante. No pidas más.
Un silencio incómodo. Incómoda para ella. Porque para él, era el único momento feliz cerca de esa mujer. El silencio.
Se fue a su oficina, abrió la notebook y entró a la página como cada jueves, como cada viernes, como cada sábado. Solo y únicamente para verla. Verla cantar, era lo que más le hacía feliz.
Había descargado todos los videos de ella cantando, cada vez que peleaba con Juana los escuchaba. Cada momento que le era posible. Los escuchaba. "Se te olvidó besarme en estos labios que se han roto, se te olvidó mimarme al caminar, se te olvidó mirarme con el brillo de tus ojos, parece que no quieres recordar...
Pero algún día vas a querer volver, al verme bien, besando amor en otros labios, y el corazón te va a doler y vas a ver, que estabas tan equivocado..."
Esa canción era su perdición, y con esa canción, Luna cerraba cada concierto.
Argentina – 3 de octubre
Bajaron del avión. Hicieron todo el papeleo, y cuando salieron al lugar donde la gente espera a los pasajeros que acaban de descender de sus respectivos viajes, vieron a Mauro y a Bárbara.
Lucía corrió hasta ellos, los abrazó y como era la costumbre empezó a hablar de su experiencia al acompañar a Luna en su gira por Europa. Luca, también alcanzó a sus padres y los abrazó con energía. Después Gian también los saludó. Y por último Luna, se paró ante ellos. Bueno la nueva Luna. Porque era otra, no había rastros del despojo que se había ido, porque era un cuerpo sin energía, que caminaba para donde le decían. Antes de abrazarlos les dijo:
- Gracias. – y los abrazó. Fuerte, muy fuerte; como si no los hubiera visto en años. Sólo había pasado un mes, pero había parecido más.
- Estás hermosa – dijo Barbie con lágrimas en los ojos.
- Sí, coincido. – dijo Mauro.
- Estoy cambiada. Soy otra. – aseguró Luna.
- Eso se ve de lejos hija – comentó Mauro - ¿Cómo la pasaron?

ESTÁS LEYENDO
Mala Memoria
Romance¿Que harías con tu vida si te despiertas sin saber quién eres? ¿Qué harías si en el transcurso de volver a conocerte quedas entre dos hombres? Uno del pasado, otro del presente. Enemigos. ¿Como perdí la memoria? Fue un accidente o... algo previam...