Capitulo 1

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Otra noche más donde las lagrimas eran mi consuelo y las navajas mis mejores amigas. Encerrada en un mundo donde no podía salir.

¿Algún día podre salir de aquí? Me preguntaba.

Otra noche más donde todo el dolor se iba y era remplazado por nuevos cortes en mi muñeca. Y así me dormía, después de haber llorado toda la noche terminaba durmiéndome por "cansancio".

Me encontraba sola.

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6:00 am, el horario que siempre me levantaba. Pero que quería que desapareciera de mi vida. Un día más de escuela, un día más de burla, un día más de sufrimiento.

Ultimo año de secundaria y último año de vivir en este infierno.

Me prepare como siempre, jeans negro, remera blanca, un gorro y una campera. Antes de salir me asegure de que mi muñequera, un pequeño "parche" que tapaba mis cortes, estuviera ahí.

Y lo estaba.

Agarre mi bolso y baje las escaleras de mi casa. Fui a la cocina y mire a todos. Tan felices como siempre ¿Qué no tiene ningún problema? Puse una de mis mejores sonrisas, como siempre lo hacía.

"Yo siempre estaba feliz".

-Hola More- Saludo mi madre. Ella siempre fue así, luego de que papá la dejara entro en una depresión y se aferro solo en trabajar para nosotros. Le dedique una sonrisa a todos y salí rumbo a la preparatoria.

7:15 am eran aproximadamente. Coloque mis auriculares en mis oídos y me dispuse a poner play a mi IPod. -Time Bomb –All The Low.

Una de mis bandas favoritas.

"Desde el principio, siempre supe que esto algo difícil de sostener...

Como un accidente, todo se salió de control.

Sobre una cuerda, bailamos...

Dos niños, sin preocupaciones.

Tira el gatillo,

Sin pensarlo.

Hay una sola forma de atravesar este camino"

Como me gustaría que hubiera otra forma para descargar todo lo que tenia adentro. Crecí sin el cariño de mis padres, mi hermano siempre en lo suyo. Y lo peor de todo, que yo era la del medio y me trataban igual que a un perro. La atención siempre se la llevaba Matthew , mi hermano mayor y Madison, la más pequeña de la familia.

Recuerdo cuando tenía 4 años y era feliz, mis padres nos daban todo y siempre estaban con nosotros. Luego de que mamá se embarazara de Madison todo cambio. Mis padres se divorciaron y nos vinimos a vivir aquí.

Suiza.

Yo quería irme con mi padre, quería quedarme en Alemania, pero no me lo permitieron. No es que odiara a Madi, solo que si ella no hubiera nacido yo seguiría allá y no sufriría todo lo que sufro.

Luego de que llegáramos aquí, no tuve amigas. Era la rara del instituto y todas las burlas recaían en mí por ser "la chica nueva". Tres malditos años me aguante todo y aun sigo haciéndolo pero llega un punto donde solo quiero desaparecer, el mundo sería mejor sin mí.

Levante mi vista y me encontré con una escena no muy agradable o mejor dicho que una persona ni muy amable que digamos, mi mayor miedo era él.

Roman Bürki.

El chico más codiciado del instituto. El chico más lindo. El chico que toda chica quisiera tener. Solo había un pequeño defecto era jodidamente insoportable, vivía molestándome y yo no sabía porque.

- Morena - Su voz me causo un escalofrió, como lo hacía cada vez que me hablaba.

- Bürki - Quería seguir caminando pero él no me dejaba.

-¿Por qué tan sola?- Era lo que mi cabeza siempre quería saber, ¿Por qué estaba sola?

-No te importa- Agudice, trate de seguir caminando pero él me agarro de la muñeca. Solté un grito de dolor y me zafe de su agarre.

-¿Qué te pasa? ¿Acaso lastime a la princesita?- Se rio fuerte y provoco que mi enojo surgiera rápido.

-No me jodas la vida Roman, bastante tengo – Salí corriendo de su presencia.

Estaba a una cuadra cuando escuche el timbre sonar. Camine apresuradamente para no llegar tarde, como siempre lo hacía.

Mi primera materia: Química. 

Hermosa manera de empezar la semana.

Llegue justo antes de que la profesora cerrara la puerta, atraje todas las miradas del salón. Odiaba eso que todos me miraran llegar. Me senté al último al lado de la ventana y trate de prestarle atención a la maestra que explicaba.

Mire de reojo por la ventana y vi a una pareja de novios riéndose mientras paseaban a un pequeño cachorrito.

¿Alguna vez yo sería feliz?

Nothing To Lose - Roman BürkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora