Entre a mi cuarto furiosa, un poco más y tiraba la puerta abajo, la razón: Matthew había interrumpido minutos atrás mi beso con Roman, a decir verdad tendría que agradecerle por lo que hizo, entre Roman y yo nunca debió pasar nada. Ni siquiera un roce de manos.
Pero era increíble como un chico me cambiaba, afectaba mi humor de una manera increíble y eso estaba muy mal.
Las semanas pasaron exactamente 2 desde que no hablaba con él, cada vez que lo veía mi corazón me apretaba, era inhumano que me pasara eso, él volvió con Stefanny, en realidad no tendría que ponerme mal por eso. Pero termino dañándome mas de lo debido.
El baile de fin de curso se acercaba yo sin pareja obviamente, me sentía algo deprimida. Mi madre llego de viaje con Madison y me dieron la feliz noticia que estaba de novia y que pronto se casaría, eso fue como un balde de agua fría no me esperaba nada de eso.
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Camine torpemente mis ojos estaba humedeciendo ¿Por qué tenía que llorar? Mire al cielo gris pronto se largaría a llover; y así sucedió, a los pocos minutos de salir de mi casa, una fuerte lluvia azoto la ciudad de Münsingen. Otra vez pelee con mi madre quien no me dejaba ver a mi propio padre, termino insultándome por mi aspecto, a eso se le sumo que mi hermano le contó lo que vio la otra vez, me llamo "zorra", no pude mas y salí de mi casa. ¿Por qué todo tenía que ser así? Llegue a una plaza alejada, me senté en una de las bancas y hundí mi cabeza en mis piernas, me odiaba profundamente, odiaba que Madison allá nacido, odiaba estar lejos de mi padre. Me pase toda la tarde llorando y al atardecer decidí volver a mi casa, no habría nadie porque todos irían a comer a casa "de mi futuro papi".
Al llegar me encerré en el único lugar donde quería estar, entre a redes sociales y comencé a publicar en mi blog cosas que me pasaron, a los poco minutos me respondió una persona desconocida la cual me llamo la atención su nombre "Mundo Cerrado, Heridas Abiertas" Empecé a hablar con ella, era una chica que vivía en Canadá, sufría mucho al no tener familia. Mire la hora 2:56 AM. Me despedí de ella, debía dormir algo aunque sea.
Me recosté y caí en un profundo sueño, en medio de la nada aparecía una imagen de mi papá y yo cuando él me acompañaba a mis clases de ballet o cuando íbamos juntos a tomar un helado, uno de aquellos días caminábamos como si nada hasta que un auto choco a mi padre y yo empecé a llorar desconsoladamente, esto era una pesadilla nada más. Me desperté toque mi frente que transpiraba, mi respiración estaba agitada y no veía muy bien, trate de tranquilizarme mientras ponía música. A los minutos volví a quedarme dormida.
Volví a tener un sueño pero este era distinto, yo estaba sentada en una banca y a alguien llegaba y me tapaba los ojos, no reconocía quien era ni tampoco que hacia allí. Lo único que recordaba era palabras sueltas..."No estás sola"... "yo estoy aquí contigo".
Como pude me senté en el respaldo de la cama, abrace mis piernas y comencé a llorar, no soportaba mas esto quería desaparecer, quería no volver a ver a nadie.
No tenía ganas de ir al instituto me sentía fatal, mi muñeca estaba roja me dolía de tantos cortes, me puse la venda y baje, el día estaba frio y nada mejor que una chocolatata caliente. La cogí y me senté en el comedor, mire las noticias un rato y luego partí para tomar el autobús.
Hoy nos entregarían el resultado de la encuesta, amaba los viernes pero hoy no tenía ganas de nada. Sentí pasos detrás de mí, el miedo corrió por mis venas, mire de reojo y vi a...
¿Roman?
Empecé a corre, no quería verlo, no quería hablar con él, no quería sentir que mi corazón saltaba de alegría al verlo, una desilusión mas al verlo con su perfecta novia besándose.
Cuando llegue a la entrada Stocker paso su brazo por mis hombros, lo extrañaba mucho, él era la única persona que me quedaba, lo abrace y comencé a llorar, después de un rato lo mire y no pude contarle nada, solo salí corriendo de su presencia ¿Por qué hacia eso? ¿Por qué siempre escapaba de cualquier situación?
-Morena - Escuchaba la voz de Valentin llamándome, no le preste atención y entre al salón de música. Miles de pensamientos e imágenes aparecieron, mis clases de piano cuando era chica; me senté y trate de recordar algunas canciones, puse mis manos en las teclas y toque una melodía que aprendí una noche: "Into The Dark".
Mi lagrimas comenzaron a resbalar por mis mejillas, lloraba desconsoladamente, cada tecla que tocaba me recordaba a mi niñez cuando era feliz, cuando estaba con mi papá, cuando todo era distinto.
Termine de tocar, limpie mis mejillas y escuche como alguien aplaudía, me di la vuelta y vi a Valen apoyado en la puerta.
-Tocas muy lindo- se acerco a mí y quedo en cuclillas, tenía un impulso de abrazarlo pero algo me decía que no debía hacerlo- Yo se que te cortas- susurro, mi cara de sorpresa fue reemplazada por una de tristeza.- ¿Por qué lo haces?- pregunto, no sabía que responderle, esto era sorpresivo para mí.
-No te importa- articule, era cierto a nadie le importaba como me sintiera. Pude notar cómo se enfureció y patio una silla que estaba cerca.
-Si me importa, ahora dímelo- ordeno y me agarro de los brazos, él no podía hacerme esto. Él simplemente no podía.
-N...o t...e impor...ta- tartamudee, el nudo en la garganta que tenia era muy grande que no me dejaba hablar.
¡Como quería morirme en este preciso instante!
No quería lastimarlo, no quería que sufriera por mi causa, porque todos los que se encontraban a mi alrededor siempre terminaban lastimándose por mi culpa, o simplemente me abandonaban y me remplazaban, es por eso que no quería que me sucedería lo mismo con él.
-Joder, que si me importas- grito- no puedo ayudarte si tú no me dejas, déjame por favor- suplico.
Y ¿Qué podía hacer ahora?
Poco a poco disminuyo la fuerza y me soltó. Suspire y dije las palabras claves para que terminara nuestra amistad.
-No te metas en mi vida, lo que me pase es solo mío, no te importa en lo mas mínimo lo que pueda ocurrirme, nadie puede ayudarme a salir de lo que estoy pasando, nadie me entiende- Salí corriendo de allí, llegue hasta el salón de literatura, toque la puerta y mientras la abrían limpie mi cara; la profesora Smith abrió la puerta y me sonrió, se corrió y me hizo pasar, divise mi lugar y camine despacio.
Hoy no era mi día, sin duda no lo era, como lo extrañaba, como extrañaba a mi padre. Daria todo por estar con él, todo por verlo y abrazarlo.
La profesora interrumpió mis pensamientos con su dulce voz, la mire y su cara era de preocupación.
-Excelente trabajo More - Me felicito, luego miro a mi compañero y repitió unas breves palabras- Bürki me sorprende que allá sacado la mejor nota del salón, sin duda ustedes hicieron un buen trabajo- nos señalo entregándonos nuestra nota.
Y por increíble que sonara, esas frases hicieron que viera mi día de otra forma y le dio una pizca de alegría.
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Nothing To Lose - Roman Bürki
Teen FictionNada que perder cuando nadie conoce tu nombre.