Maratón 1/3.
No quería llorar, el dolor que estaba provocando era inevitable, sentía mis venas reventar pero ¿qué podía hacer? Escuche que tocaron el timbre mi salvación, pensé; Roman poco a poco fue soltando mis muñecas y fue hasta la puerta.
Respire profundo y mire discretamente mis muñecas, el color rojo en ellas aun seguía. De mi muñeca izquierda empezó a salir sangre.
-Joder...- susurre, mire a mi costado y vi a Valentin, un jugador del equipo y mejor amigo de Roman, me sonrió y yo trate de sonreír también pero en vez de eso creo que conseguí asustarlo porque apenas vio mi "sonrisa", que fue mas una mueca, corrió hasta mi.
-More... ¿estás bien?- pregunto asustado, lo mire y asentí. No necesitaba a nadie que tuviera compasión de mí.
Nadie.
-Yo mejor me voy... Adiós Valen - Salí de la casa sin decir nada, camine unos pocos metros cuando sentí la mano de alguien rozar por mi hombre. Voltee asustada y vi a Stocker parado a pocos metros de mi.
-¿Segura que te sientes bien?- Volvió a preguntar mirándome tiernamente. Suspire y asentí - ¿Puedo acompañarte a tu casa? ... Si no te incomoda claro... - podía jurar que estaba nervioso, empezó a jugar con sus manos y luego las metió a sus bolsillos.
-No me incomoda-
Olvide mencionar que Roman vivía cerca de mi casa, a unas 5 o 6 cuadras, por eso con Valentin fuimos caminando. Al llegar me despedí de él y subí rápido a mi cuarto. Matthew, mi hermano, seguramente habría salido a alguna fiesta. Camine hasta mi cuarto y al entrar me tire a la cama, agarre una almohada y grite fuerte. ¿Por qué el estúpido de Bürki tenía tanta razón? Nadie me quería, todas las lágrimas que guarde cuando venía con Valentin empezaron a salir, llore hasta quedarme dormida.
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Hacia una semana que no volví a la casa de Roman, no quería ni siquiera verlo. Pero alguna vez lo tendría que hacer ¿no?, camine hasta la cafetería, los días como hoy, viernes, se llenaba ya que todos se ponían a hablar sobre los chismes de la semana. Fui a sentarme a un lugar más "privado" donde nadie pudiera molestarme.
Esta semana paso rápido Valen ha estado conmigo más tiempo, noto un cierto interés cuando estamos juntos, siempre reímos y eso es raro, él está sacando la mejor parte de mi, se está ganando una parte de mi corazón.
Sentí pasos detrás de mí, me encontraba caminando por el pasillo, las clases terminaron para mí.
-More- me llamo Stockercito (como yo me acostumbre a llamarlo) - esta noche ofreceré una fiesta ¿quieres venir?- pregunto agitado.
-Claro- sonreí, mire para mi costado y vi al señor insoportable apoyado en mi casillero, lo mire confundida.
-Te espero- beso mi mejilla y desapareció de mi vista. Mi peor pesadilla se encontraba a 5 metros de mí, lo mire desafiante y me dispuse a hablar, pero antes de que abriera la boca él ya estaba hablando.
-Sobre lo que paso el viernes en mi ca...- lo interrumpí no quería escuchar nada, solo terminar ese dichoso trabajo de literatura.
-No paso nada- dije fría, le hice una seña de que se corriera y asi lo hizo. Guarde algunos libros pero uno se cayó.Roman se agacho al mismo momento que yo y sin querer toco mi mano, provoco que un escalofrió recorriera mi cuerpo, un solo toque que estallo en mis entrañas.
¿Qué mierda me pasaba? Agarre el libro y lo guarde rápidamente.
-Hoy a las 3 en mi casa- ordene, le di la dirección y camine hacia la salida.
Al llegar a fuera me encontré con Stefanny enfrente mío, detrás de ellas estaban sus "perros falderos" como les decía yo. Trate de evitar cualquier roce con ella pero no lo conseguí, al pasar por su lado alguien puso su pie y yo perdí el equilibrio cayendo sobre el asfalto.
-Ten más cuidado perra- La voz de la perra mayor, me hizo levantarme, la mire con demasiado odio – Así es como debes estar, abajo, en el barro- dijo burlándose- no eres nadie- reía- ¿Cómo crees que alguien podía fijarse en ti? No te viste al espejo eres fea, gorda y estúpida- en estos momentos era cuando quería tener a alguien que me defendiera – Mírame a mi yo soy linda e importante para los chicos, en cambio tu fea, no hay quien quiera estar con un desastre como Morena Jakher- Hacia señas con sus manos mientras hablaba.
Sentí una humillación única, nunca antes había pasado por algo así; No aguante mas y salí corriendo.
Tenía nublada la vista por culpa de las lagrimas que no me dejaban ver, decidí entonces que esta noche iría a la fiesta que Valen me invito y me emborracharía hasta perder la memoria, quizás podría comparar unas pastillas y tomarlas junto al alcohol y morir por intoxicación, no lo se. Solo quería morirme y no ver la cara de nadie.
Llegue a mi casa, nadie como siempre, me encerré en mi cuarto y me puse a llorar. ¿Por qué me afectaba todo lo que me dijeran? Me pare frente al espejo, en ropa interior y mire mi reflejo.
En realidad si estaba gorda y tenía la piel horrible, Stefanny tenía razón ¿Quién se fijaría en mi? Agarre mi panza en mis manos y tuve el impulso de buscar una tijera y cortármela, mire mis piernas llenas de cicatrices por tantos cortes y las vi enormes, era realmente gorda, mis brazos no eran normales eran más anchos de lo común, era horrible y me sentía horrible. Camine hasta el cajón y busque mis navajas, corte mi muñeca varias veces. Ya no soportaba todo esto, quería morirme quería desaparecer.
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Eran aproximadamente las 3 de la tarde cuando el timbre sonó, me sobresalte y desespere aun mas, cuando vi a Roman parado en frente de mi puerta.
-Un momento- grite desde la parte de arriba. Me cambie por un short rosa, que tapaba mis cicatrices, agarre una camisa blanca, puse mis vans y camine hasta el baño. Mi cara estaba roja al igual que mis ojos, aplique un poco de base para cubrir algo de lo hinchado que estaba y baje.
Tan pronto como abrí la puerta recordé que no tenía mi muñequera y que aun mis cortes se veían muy feos, Roman automáticamente siguió mi mirada y contemplo mi débil muñeca. Como pude corrí hasta mi cuarto en busca de mi muñequera y la puse en su lugar, sostuve mis útiles en mi brazo, respire hondo y me arme de valor para bajar.
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Nothing To Lose - Roman Bürki
Teen FictionNada que perder cuando nadie conoce tu nombre.