Capitulo 14

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Ravee despertó -otra vez- y miro el techo un buen rato perdido en sus pensamientos.

Giro su cabeza y vío sus lentes de aumento en la mesa de noche, justo donde los había dejado hacia un par de horas cuando fue a despertar a su melliza para desearle un feliz cumpleaños.
Sus ojos vagaron hasta la fotografía que estaba junto a su lampara de noche, la tomo y observo sonriendo de lado.

La foto se había tomado hacía 6 años, en su fiesta de cumpleaños numero nueve.
En dicha, salían Eileen y el mismo en el centro, de izquierda a derecha el orden era: Sherria y su esposo Ren -los vecinos-, Ultear y su hija, Ul, Jellal, su propia madre, Kagura Mikazuchi, Minerva y Sting junto a Yukino y Rogue y por último una persona de cabello negro muy corto; nunca supo quien era esa mujer pero le dio de regalo una bicicleta, unos patines, unas figuras de acción y coches con unas pistas, a su hermana le regalo otra bicicleta, unas Barbies con una casucha enorme y un auto para estas y un montón de ropa y zapatos para muñecas.

Siguió viendo a la mujer y se percato de la cara de alguien detrás de ella.
Ravee se puso sus lentes y se sentó en la cama rápidamente. Aun no veía un carajo por lo que se levanto y camino hacia su ventana para que la luz del sol le ayudara a distinguir esa cara.

Era un hombre, bastante fornido hay que admitir, de cabello negro y con una cicatriz muy marcada en su cara de lado izquierdo. El estaba comiendo pastel y seguro no se dio cuenta de la fotografía porque ni siquiera volteo a la cámara. Volvió a ver al hombre y sonrió imaginando la sorpresa que se llevo al verse en la parte de atrás de la foto.

Dejo la fotografía en su lugar y decidió cambiarse el pijama a ropa casual.
Se puso -literal- lo primero que agarró que consistía en un pantalón de mezclilla, una camiseta negra con un diminuto estampado de alíen haciendo una señal obsena en el bolsillo y un sweater color rojo escarlata. Se cepillo un poco el cabello pelirrojo y salio con rumbo al baño del corredor, debía de lavarse la cara y los dientes.

Al llegar, la puerta estaba cerrada por dentro.

«Lee» pensó con fastidio.

—¡Eileen! ¡Sal de el maldito baño! –grito Ravee tocando fuertemente.

—¡Cierra el pico! –pateo la puerta del lado contrario Eileen —¡Acabo de meterme!

—¡Entonces dame mi cepillo de dientes! –volvio a levantar su voz.

Eileen abrió un poco la puerta y se lo dio de mala gana, Ravee lo tomó y se fue a zancadas de ahí hacia la habitación de su madre.
Eileen tardaba demasiado en el baño, hacia mil cosas con su cabello y faciales de sabe que madres en la cara. Ravee tenia que levantarse temprano para ganarle el baño y poder usarlo o de lo contrario ocurría lo de hoy.

Toco llamando a su madre y esta dijo "Adelante". Ravee paso y vio a su mama que se cepillaba el largo cabello pelirrojo.
Cuando era pequeño adoraba verla peinarse y maquillarse, era su fascinación ver como su madre podía verse aun mas hermosa de lo que es.

—Eileen me gano el baño –dijo levantando el cepillo de dientes para que ella lo pudiera ver —¿Puedo lavarmelos aquí?

—Claro cielo, pasa –respondio ella.

Ravee entro, puso un poco de pasta dental en el cepillo y comenzó el ritual de cada día y noche.

—¿Ravee? –pregunto Erza desde el tocador —¿Ya tomaste tus pastillas?

—Mhm-m –dijo en forma negativa.

—Tomalas antes de que vayamos a desayunar por favor –pidio ella —no quiero que dejes de tomarlas, la doctora dijo que...

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