Capitulo 23.5

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La vida da tantas vueltas que, a veces, llegas al mismo punto donde partiste; sin importar lo bien que te hayas portado o lo bueno que hayas sido durante toda esta, la vida es una perra que te patea los huevos si te descuidas un momento.

Mihai estaba enojado.
No sabía con quien exactamente, pero lo estaba.

Se sentía furioso al pensar que no podía ver a su novia aún o siquiera visitar a su querida suegra, pues un hombre no le ha dejado y solo dejan estar una visita a la vez y luego estaba la condición de Ravee, no habia mejorías pero tampoco estaba empeorando.

—¿Şerban? -una mujer realmente bajita con cabello corto negro como Mihai se le fue acercando mientras este solo se dedico a ver sus tenis Converse —¿Estas bien, mi cielo? -le hablo en su idioma natal para tener un poco de privacidad al tiempo que se sentaba junto a él en el suelo.

Él abrio la boca y la cerro, sin saber que decir exactamente o que sentir siquiera mas que ira con el mundo entero. Quería que se lo tragara la tierra y lo escupiera un par de semanas antes de toda esa burla del destino ocurriría.

De saber... -Mihai trataba de darle un comienzo a sus sentimientos pero no podía.

Sentía el nudo en su garganta más y más grande; Eileen le había ayudado en tantos sentidos y ahora el no podía hacer lo mismo por ella.

—¿Sabes? Podrás parecerte fisicamente a mi, pero tu personalidad es identica a la de tu padre -Hipólita se acerco a su hijo y lo abrazo dejando que este recargara su cabeza en el hombro cubierto por el saco de Şerban su padre —Él tampoco supo como reaccionar cuando tu tío Itsaso enfermó.

—¿Como logro sobreponerse a lo que ocurrio con el tio Itsa? -preguntó cerrando los ojos cuando sintio la caricia de su madre en el cabello —¿Cómo puedo yo sobreponerme? Eileen siempre ha sido mi mejor amiga, mi confidente y Ravee... Oh pobre Ravee, ellos no merecen eso -él se miro en el reflejo del bote de basura metalico que estaba frente a ellos y agrego: —Son tan buenos y amables y la Señora Scarlet es una muy buena mujer

—"Los tiempos de dios son perfectos" -citó ella —por algo ocurren las cosas, por algo él reune a la gente. Por algo ellos estan aquí -la mano de Hipólita se entrelazó con la de Mihai y esta continuó dandole palabras de aliento a su hijo —Todo es parte de su plan.

Mihai levantó solo un poco su vista para toparse con los fríos ojos y la imponente figura de su padre, con su cejo siempre fruncido como si estuviera enojado y con dos abrigos en la mano izquierda, mientras que en la derecha traía varias bolsas.

—Mihaela -llamo Şerban a su esposa, haciendo que madre e hijo se separaran de tan comoda posición —¿me ayudarías a repartir estos alimentos por alrededor de las personas donde se encuentran los Scarlet? -el hombre pelinegro ayudo a su esposa con mucha delicadesa a levantarse y sin mirar a su hijo, le paso dos de las bolsas de plástico a su mujer.

—Claro que si cariño -le sonrió dulcemente y este se agacho bastante para darle un beso de agradecimiento a la pelinegra.

Una vez que su madre se alejo hacia donde estaban el profesor Fernandes y demás personas, Şerban se sento al lado del pelinegro donde anteriormente había estado sentada su madre.
—Quizás no sea la persona indicada para decirte esto -comenzó él viendo como su hijo juntaba sus piernas hasta su estomago y escondia la cara entre ellas —pero no te cierres... Dejanos entrar hijo -pidió —en estos momentos es cuando más debes de tener con quien puedas apoyarte, y te dire por experiencia que no hay nada como amigos y familia con los que pueda contar.

Mihai se quedo callado, analizando las palabras de su progenitor; sintiendo como este ponía una mano en su espalda y después lo abrazaba, susurrandole en rumano las palabras mas dulces que su padre (tan frío como él siempre fue) le pudo haber dicho.

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