Comenzaron a pasar los meses sin contestar ni llamadas ni mensajes, esperando olvidar todo lo que había pasado. Había sentido vergüenza de si mismo y de su iniciativa que el mayor parecía haber rechazado.
Era vergonzoso.
De todas formas logró olvidarlo con el paso del tiempo. No miró sus redes sociales, ni el chat de Seokwoo en ningún momento. O bueno, puede que sí las haya visto un par de veces a la semana, pero no había mucho que contar de eso.
En la universidad también había tenido el tiempo de conocer a mucha gente, y de paso, a alguien que parecía ser más especial.
Haneul se había vuelto su amigo, y un poco más que eso con el paso de los meses. Se podía decir que ambos eran similares, y era la razón por la que Chanhee se sentía relativamente cómodo junto a él. Se veían cada día en la universidad, él estudiando en su último año de interpretación en piano y Chanhee en su primer año de pedagogía en lo mismo.
Era como si hubiesen sido hechos el uno para el otro.
A pesar de estar con Haneul, de igual forma le costaba olvidar todo lo que había pasado anteriormente. Después de todo sabía que la única razón por la que se había hecho tan cercano a Haneul, era porque lo había consolado en uno de sus días de tristeza por el desamor que todos desconocían.
Un cliché realmente malo.
No era una relación seria, así como Chanhee la veía. No estaba interesado en enamorarse de nuevo, ni mucho menos empezar a gustar de alguien, a pesar de que Haneul sí le parecía atractivo. Pero de todas formas servía para tratar de olvidar algunas de las cosas pasadas.
7:56 pm.
Se habían ido juntos al departamento de Chanhee luego de clases, esperando tener algo parecido a una "cita".
La verdad era que no estaba interesado en llegar a tener algo serio. Sólo quería olvidarse de Seokwoo.
—No sé cómo podría olvidarme -le comentaba Haneul, bebiendo de su vaso de agua—. Soy su hijo, ¿qué le cuesta pagarme el último año?
—Tienes hermanos menores. Él también tiene que preocuparse de ellos.
A veces sólo se preguntaba por qué debía existir gente tan estúpida en el mundo, aunque probablemente él era el estúpido por no comprender a nadie. Prefería no cuestionar su propia existencia, y cuestionar la existencia de otros a su al rededor.
Siempre terminaban yendo al grano, como si a ninguno de los dos les interesara acercarse al otro emocionalmente.
Haneul era frío, por lo que nunca le demostraba absolutamente nada de lo que sentía. Chanhee no podía adivinar qué era lo que pensaba, por lo que sólo le seguía la corriente.
Ese día sería la primera vez que haría algo íntimo con alguien que no fuese Seokwoo, y aunque en parte se sentía desconcertado, prefería seguir con lo suyo, y olvidarse de la existencia del basquetbolista.
Los besos no se sentían igual. Su cuerpo era totalmente distinto de quien creía era su ideal, y no se estaba sintiendo cómodo del todo con las cosas que Haneul le hacía.
¿Por qué no se podía sacar al estúpido de la cabeza?
Era un desastre, y en parte se sentía como una pésima persona, como si de alguna forma le estuviese fallando a Seokwoo, siendo que no se comunicaban desde hacía meses.
De repente tenía dudas sobre cómo estaba, o de cómo le estaba yendo con el equipo y los estudios complementarios. ¿A qué países habrá viajado? ¿Dónde estaría en ese preciso momento?
¿Ya tendrá a alguien más?
Tenía que concentrarse en Haneul, pero de todas formas no podía hacerlo. No sentía nada especial por él, no veía la importancia de estar con él. Simplemente no lo quería de la forma en la que debía ser.
—Para —el menor le ordenó, apartándolo de encima para luego sentarse en la misma cama.
—¿Qué pasó? —el mayor le tocó el hombro demostrando su preocupación.
Sintió una corriente helada que le recorría todo el cuerpo al sentir el tacto de Haneul. Apartó su mano de inmediato, alarmándolo aún más.
—Disculpa. No me siento muy bien —se levantó y fue directo al baño, esperando no hacer ningún tipo de contacto visual.
Llegó, cerró la puerta y buscó apoyo en el lavabo. Se mojó la cara, y respiró con paciencia, buscando ordenar las ideas en su cabeza.
Se miraba al espejo, pero había algo que era incapaz de ver.
¿Quién era?
De repente se preguntaba por qué hacía todo eso si no era lo que buscaba realmente. Quería entender, pero de igual forma no sabía cómo hacerlo.
Se miró por un par de segundos hasta perder la vergüenza hacia sí mismo, y volvió a salir, encontrándose con Haneul sentado a orillas de la cama mirando su celular.
—¿Estás bien? —preguntó.
—Sí. Tengo sueño, así que... voy a dormir —arregló la cama y se puso cómodo en ella, esperando que el mayor se fuera pronto.
Se fue, dejando a Chanhee con un pésimo presentimiento acerca de lo que pasaría entre ellos. Ni siquiera le interesaba cómo Haneul lo viera.
Todo le daba igual.
6:35 am.
—Chanhee, despierta —estaba adormilado, y no tenía ganas de levantarse porque alguien se lo decía.
Se volteó con los ojos entrecerrados, sin darle real importancia a la silueta de la persona que le ordenaba que despertara de su cómodo sueño.
Sintió un cálido beso en sus labios, que intentaba hacerlo despertar con uno de los mejores recuerdos que tenía de Seokwoo.
Los besos de buenos días.
Hizo un intento por abrir sus ojos cansados, y divisar con claridad quién era la persona frente a él.
—Oye, despierta, dormilón —se sentó en la cama y comenzó a tironear al menor, esperando que éste despertara.
—Seokwoo... —pretendió disfrutar lo que sus ojos querían ver, y se estiró en la cama, para volver a besarlo con un pensamiento agradable en la cabeza.
—Chanhee —se extrañó, frunciendo el ceño de inmediato—. ¿Quién mierda es Seokwoo?
¿Qué acababa de hacer ahora?
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Por decisión propia [RoChan]
FanfictionSus similares, pero paralelos mundos se juntan, y ocurren sucesos desagradablemente anhelados por ambos. ¿Ambos mundos son capaces de chocar?