Capítulo 11

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   Despierto con la sensación de que me estás ahorcando. Cuando abro los ojos noto porqué, tenía la sábana enredada a travez de mi cuerpo y de mi cuello. Me desenriedo y me fijo la hora, eran las 10:04 pm y yo ya estaba despierta, raro en mí.

   Ya me sentía mejor, por lo que me pongo de pie y me dirijo al armario. Me saco la bata mientras sacaba del armario un jean azul oscuro con una remera negra con la frase: "No dejes de soñar" y abajo decía "Peter Pan".

   Luego de vestirme, bajo las largas escaleras hasta la cocina. Liz estaba ahí sentada tomando lo que parecía café, estaba sola, lo que me alegró porque no iba a tener que cruzarme con Michael.

   -Buen día- me mira- ¿Madrugaste?.

   -Creo que sí- me siento en una banqueta que estaba a su lado.

   -Te sirvo café, estamos solas, Michael todavía no se despertó- informa mientras se pone de pie y vierte café en una taza blanca con arabescos lilas.

   -Gracias- digo mientras tomo la taza de café entre mis manos. Ella vuelve a su posición actual mientras yo bebía un sorbo de café.

   -¿Te sientes mejor?

   -Sí, tu té es mágico- digo.

   -Son los favoritos de Michael, siempre que se siente mal recurre al té. Y ahora lo necesitará más que nunca, ya que, Lisa se fue a una gira por Europa, partió anoche, pero nadie quizo decir nada.

   Con que era eso, la princesa se va y el caballero se tiene que distraer con la muchedumbre.

   -Hola- escucho la voz masculina de él, yo estaba de espalda a la puerta de la cocina, por lo que tuve que girarme para verlo- Buen día Liz- saluda mientras se sirve café.

   -Hola Mike- respondo ella.

   -¿No sabes si llegó correspondencia para mí?- pregunta.

   -No lo sé, fíjate- lo anima. Él se va hacia el buzón mientras ella me mira con rareza- ¿Sabes qué le pasa?.

   -Anoche discutimos porque me vio dándole un beso a Manuel.

   -¿El hijo de Mark?

   -Sí, pero yo lo conozco del orfanato, éramos mejores amigos y me regaló esta pulsera- extiendo mi mano- Me gustó volver a encontrarlo, y más cuando me dijo que me quería como cuando éramos chicos.

   -Debe ser un gran amor.

   -¿Y yo cómo sé eso?

   -Porque te sigue queriendo como la primera vez- explica- Te digo que si toman la decisión de ser novios, yo los apoyaría a ambos.

   -Gracias- sonreí, esa mujer me cae muy bien, podría pedirle que me adopte.

   Bebo otro sorbo de café y dirijo mi mirada hacia el cuadro que colgaba de la pared, era una foto donde había dos niñas y un niño, las niñas llevaban vestidos elegantes y el niño un traje de gala, debieron tener trece años. Se los veía hermosos.

   -Esos somos Michael, Janet y yo- dice ella al verme embobada en el cuadro- Janet es la hermana de Michael, fue una navidad- explica.

   -Cómo olvidarla, eran buenas épocas- aparece Michael en la escena- Todos felices y nadie se quejaba, eso sí era bueno.

   -Tú porque eres un cascarrabias- lo reta Liz jugando- Ahora te molesta todo.

   -Quizá molestara menos si no se empeñan en buscarle la quinta pata al gato.

   -Eso se logra siguiendo tus reglas, y eso no es divertido- exclama la chica, creo que eso lo cayó.

   -Tú- me señala con el dedo como hacía siempre que me mandaba una mala y me tenía que retar- Vístete, esta noche iremos a cenar afuera y de paso hablamos, mientras tanto- se dirije a Liz- no almorzaré hoy.

   -Bien- respondo casi sin palabras.

   Le dirijo una mirada a Liz y me levanto de la mesa para irme a cambiar.

Adoptada por. . . ¿accidente?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora