Capítulo 32

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   Ya era de noche, al rededor de las ocho de la noche. Salgo de mi habitación con un camisón blanco, que me puse para bajar a chusmear el lugar, ya que no quería bajar con el vestido puesto.

   Llegó abajo, estaba todo a oscuras, lleno de luces en colores violeta y azul. En lo que antes fue el comedor, habían sacado la mesa grande y ahora había mesas redondas distribuidas por todo el lugar. Había una barra de tragos a la izquierda del lugar, justo detrás de una pista de baile con una bola disco colgando sobre el piso decorado, donde la luz pegaba volviéndolo violeta con pequeños puntos azules.

   Luego de dar un vistazo general, me decido a volver a mi habitación, Liz no andaba cerca y era comprensible que esté nerviosa.

   Llego a mi habitación y siento que tocan el timbre, Michael sale de su habitación con un elegante traje blanco y una camisa azul, me echa un vistazo y corre hacia abajo a abrir la puerta. Rápidamente el piso de abajo se llena de voces, de todo tipo. La gente estaba aquí.

   Me encierro en mi habitación y estiró el vestido sobre la cama, lo observo por última vez y me lo pongo.

   Me encierro en mi habitación y estiró el vestido sobre la cama, lo observo por última vez y me lo pongo

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   Luego abro el último cajón de una cómoda y sacó unos zapatos negros.

   Luego abro el último cajón de una cómoda y sacó unos zapatos negros

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   Me miro al espejo, estaba bellísima, a mi gusto. Sólo falta lo esencial, un poco de maquillaje y un peinado.

   Una vez lista, comienzo a bajar las largas escaleras en busca de algún rostro familiar entre la multitud.

   Visualizo a Michael a lo lejos, me centro en él y trato de llegar hasta donde estaba, pero una mano me sujetó antes de que pudiera dar un paso.

   -¡Vaya! Sí que te ves hermosa esta noche- doy vuelta, Manuel estaba ahí, mirándome con deseo, como siempre lo hacía.

Narra Michael:

   Estaba entre la multitud de gente, conversando con mis amigos. Me pareció raro que Juana no haya aparecido todavía.

   Extrañado, camino hacia la escalera decidido a buscarla, pero, al llegar, me encuentro con algo sumamente doloroso.

   Manuel la sostenía de la cintura mientras dejaba besos en su cuello y parte de sus labios.

Adoptada por. . . ¿accidente?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora