Amantes / Namjin. FINALIZADA

세

Mierda mierda y más mierda. Fue el primer pensamiento que cruzo por la mente de jin al abrir sus ojos y encontrarse desnudo junto a un moreno y fuerte brazo sosteniendo su cintura.

-pss, nam- susurró el menor moviendo su brazo tratando de salir del agarre del mayor a lo que solo esté gruño y lo apretó más- mierda namjoon nos acostamos y tú estás durmiendo

-shhh, quiero dormir jin- bramó el moreno medio dormido apretando más el cuerpo del menor contra el de el.

El rubio mentiría si dijera que no le gusto estar toda la noche con el moreno, había tenido sensaciones que en sus tres años de matrimonio nunca tuvo, el moreno le había hecho tocar el cielo, las estrellas, ¡por Dios hasta el mar!. Cubrió su rostro con la almohada reprimiendo una sonrisa.

-mhh me dio hambre- susurró namjoon en el cuello del menor separándose levemente para sentarse.

-¿ que quieres desayunar?- consulto jin levantándose de la cama colocándose su bóxer y camisa.

- me apetece...unos deliciosos panqueques — la sonrisa con hoyuelos se hizo notar en el moreno mientras se calzaba una sudadera gris junto a un pantalón de pijama.

— bien panqueques serán — rio jin olvidando su malestar y culpabilidad por un segundo mientras se levantaba a la par con el mayor.

Ambos actuaban como si nada hubiese pasado o como si hubiese sido lo más normal acostarse con tu mejor amigo, namjoon no sentía nada de culpabilidad, el lo más mínimo en comparación a jin que sentía que había hecho lo peor del mundo...claro por breves momentos lo pensaba.

— y entonces....tenemos crema batida y fresas para acompañar nuestro glorioso desayuno— namjoon hablo mientras sacaba lo nombrado del refrigerador y miraba de reojo a jin preparar el desayuno.

— será muy bueno entonces — rio de manera característica el rubio preparando la mezcla dándose la vuelta para ponerle leche. — hey! No metas tu dedo en la masa!— regaño el menor dándole un manotazo al moreno que había metido su anular en la masa.

— no es mi culpa que sepa tan bien — rio el moreno sirviendo dos cafés para él y el rubio viendo a este negar levemente con la cabeza.

— solo no te lo sigas comiendo...siéntate que estoy que término — aconsejo jin salteando los últimos panqueques mientras que namjoon colocaba la mesa, ambos se miraban de reojo de vez en cuando sin sabes que hacer ni decir.

— ¿crema? — pregunto el mayor preparando los cafés recibiendo un asentimiento del rubio mientras este dejaba los panqueques en los platos sentándose en frente del moreno.

— nam...quiero decirte que lo de hoy....— el rubio trataba de mantener la calma con lo que iba a decir — lo de anoche...

— tranquilo no volverá a pasar.— le sonrió nam mostrando sus hoyuelos guiñándole un ojo mientras metía más panqueques a su boca.

— si...gracias — susurró el rubio tomando de su café, no sabía porque las palabras del mayor lo habían desilusionado un poco, pero era lo que él quería, ¿no?, no quería engañar a su esposo...él era bueno.

                                   🍑

— es un gusto tenerlos acá chicos — cuando la gran puerta de caoba se abrió dejó ver a la pareja tomados de la mano mientras la mujer de apellido legalmente kim los recibía — nam está en su oficina seokjin, puedes pasar —.

Dos semanas...dos malditas semana desde su pequeño "encuentro" con el moreno, todo había actuado normal pero Jin no podía tene relaciones con su pareja, extrañaba la calide del moreno, como lo tocaba él y como se sentí en sus brazos, la forma de moverse con el.

— muchas gracias krystal — sonrió con amabilidad soltando la mano de su pareja para arreglar su camisa blanca y comenzar a caminar hacia el despacho de su socio y mejor amigo. Toco dos veces la puerta de color negro escuchando el "pase" que le hizo dar un escalofrío en su espalda causa de l grave voz del moreno.

— jin, que bueno que ya llegaron...krystal quiso cocinar algo en la noche por ella misma — comentó namjoon levantándose de su asiento para saludar de un abrazo al rubio que sólo asintió con una sonrisa.

— ¿ que estabas haciendo? — pregunto con curiosidad el rubio sentándose a un lado del moreno.

— viendo buenos abogados — mencionó con tranquilidad el moreno volviendo su vista levemente a la laptop de reojo.

— ¿pasó algo?— preguntó en un tono preocupado el menor tomando la mano del mayor que le sonrió mostrando sus hoyuelos.

— estaba pensando en el divorcio con krystal— mencionó con sinceridad sin despegar la mirada de los grandes ojos del rubio que lo miraban con preocupación.

— cuánto lo siento, ¿han intentado terapia de pareja?— jin pregunto acariciando con su pulgar la morena mano del mayor.

— creo que no....jin...no me detengas en esto— namjoon hablo mirando con seriedad al rubio.

— si te quieres separar y— y las palabras de seokjin fueron calladas por los morenos y calientes labios del contrario, ambos cerraron sus ojos dejándose ceder por la tentación de sus almas carnales. Los labios mayores tomaron el control junto con sus manos que bajaron a la cadera del rubio cargándolo para luego dejarlo en su regazo sentado.

Se separaron del beso tomando un poco de aire, conectando sus miradas sin decirse nada, sus labios se unieron casi por si solos con más pasión y más rapidez, las manos morenas apretaron ambos glúteos con fuerza, haciendo chillar en medio del beso al dueño de estos.

— nam...— jadeó jin apretando los hombros del mayor dejando que este llenara de húmedos besos su cuello jadeando silenciosamente luchando y rezando por no ser escuchado por nadie más.

— jin...— un gruñido desde el fondo de la garganta del namjoon salió al sentir como las gráciles caderas del rubio se movían contra su pelvis creando aún fricción de locura para ambos.

Con desesperación y en medio beso comenzaron a quitarse sus camisas , las venosas manos del mayor recorrían él pálido pecho de jin, los labios de namjoon se dirigieron a los rosados pezones del menor, comenzando a chuparlos y morderlos como a él se le diera gana escuchando los agudos gemidos retenidos del rubio apretando la ropa que aún quedaba de sus hombros.

— amor....bajen ya vamos a comer! — la voz femenina a través de la puerta lo hizo separarse de golpe levantándose, el menor carraspeo antes de responder.

—claro que si cariño, ya vamos — hablo con voz neutra namjoon mientras jin seguía sentado en el escritorio con la respiración agitada abrochando sus camisa como pudo.

— y nosotros seguiremos con esto después — susurro con un tono travieso en el oído de jin que se sonrojó y asintió bajando del escritorio ya vestido. Sería una noche larga.