Definitivamente, quizás (pausada)

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Alex

Entro a mi oficina y veo la gran pila de papeleo en mi escritorio.

Lunes...

Las primeras horas se me hacen eternas pero logro hacer casi la mitad de todos mis deberes laborales, lo cual es bueno.

A la hora del almuerzo, tengo un apetito voraz por lo que decido que iré a comer a la cantina que queda en la esquina.

Apenas entro en el ascensor, mi rostro decae.

Sally.

Ella me mira esperanzada y yo no puedo evitar sentirme como una mierda por haberla ignorado.

- Buenos días.- saludo cordialmente.

- Buenos días...- ella se hace a un lado dejando mucho espacio entre ambos.

Suspiro hondo y procedo.

- Lamento no haberte contestado antes, pero debes saber que tengo novia hace poco más de un mes por lo que no estaré más disponible para nuestros.. encuentros.-

Sally me observa con una expresión de incredulidad total y sé que se muere por preguntarme todo al respecto. Pero no lo hace.

- Oh... Genial.- no parece muy convencida. - De hecho yo quería aclararte lo mismo, estoy saliendo con alguien y ya no necesito.. lo nuestro.-

Asiento aliviado.

- Fantástico, entonces todo aclarado entre nosotros, espero que te vaya de maravillas con tu muchacho, Sally.-

La puerta del ascensor se abre anunciando que llegamos a planta baja.

- Gracias... Adiós, Alex.-

Me despido y rápidamente camino hacia la salida del edificio. Esa conversación sí que fue extraña, pero decido no darle más importancia y me dirijo hacia la cantina.

..

Voy a mi antiguo hogar en busca de mi vieja mesita de noche, la cual le pienso regalar a Kara. Ella dice que no necesita una pero, considerando que siempre deja todas sus cosas tiradas al lado de la cama y luego las pisa, yo creo que sí la necesita. Al menos por ahora.

Al llegar veo la antigua motocicleta de mi mejor amigo estacionada en la puerta. Ruedo mis ojos inevitablemente.

Chris sigue diciendo que la venderá pronto, sin embargo ha pasado más de un año y aún la sigue usando en ocasiones.

Entro y dejo mi maletín contra la pared de la entrada.

Cuando escucho los pasos apresurados en la escalera, por alguna razón intuyo que hoy no será el día indicado para poder llevarme lo que vine a buscar.

Pronto me doy cuenta de que estoy en lo cierto.

..

Espero pacientemente en el auto a que la feliz pareja termine de comprarse ropa para la ceremonia, si es que se puede llamar así...

Una canción conocida suena en la radio cuando mi mejor amigo entra de golpe con la respiración agitada, vistiendo un traje improvisado.

- ¿Emma no volvió todavía?- es lo primero que me dice.

- No.-

- ¿Le habrá pasado algo?- insiste con real preocupación en su rostro.

- Agh.. no, Emma tarda años en alistarse, deberías saberlo ya.-

- Tienes razón...- resopla restándole importancia pero su expresión no varía.

Seguimos hablando unos minutos hasta que Chris me interrumpe maldiciendo.