Capítulo 25.

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-¿Y si salimos con las chicas?- preguntó Camila. Había pasado una semana desde que me besó y no hemos hablado sobre eso desde entonces, no hemos hablado en absoluto... Pero tampoco volvimos a besarnos.

Estábamos recostadas en mi cama, mi mamá había salido a hacer compras con mis hermanos, Camila había venido de sorpresa. Estuvimos alrededor se una hora escuchando música y conversando vagamente, cada vez que yo intentaba hablar de toda la situación ella solo cambiaba de tema rápidamente.
Eso solo me dio una mala señal, y esa sensación creció cuando ofreció salir con las demás. No me mal entiendan, son mis amigas pero pensé que ella quería que estuviéramos solas ¿Por eso vino a verme, no?

-Uhm si, como gustes- dije poniéndome de pie. Me acerqué a mi escritorio y fingí buscar algo en mi laptop. No quería mirarla porqué temía que no me gustara lo que sus ojos demuestran.

-¿Eso estaría bien para ti?- preguntó. Solo asentí- menos mal, ya había quedado con las chicas. Vamos, nos esperan.

No podía creerlo, si le decía que no ¿Ella se hubiera ido sola? ¡Simplemente perfecto! Dijo que las cosas iban a ser diferentes y no fue así. Seguro quiere fingir que nada pasó y que solo somos amigas. Pues bien.
Eso haré. No la trataré como mi novia. Estoy cansada. Quería que las cosas fueran diferentes.

Estuvimos dando vueltas en su auto por diez minutos. El ambiente era incómodo, ella había acariciado mi mano casualmente y yo la retiré. No quería sentirme usada de nuevo.

-¿Acaso te perdiste?- dije de mala manera.

-¿Qué? - preguntó frunciendo el ceño.

-Hemos dado vueltas en la misma cuadra por diez minutos al menos, si no sabes donde están las chicas podrías decirme donde las vamos a ver y te ayudo a llegar ahí- dije mirando por la ventana. Ella solo se encogió de hombros.

Luego de diez minutos llegamos a lo que parecía un malecón y no me equivoqué, podíamos ver el mar desde aquí. Bajé sin esperar a Camila y me acerqué al pasto para sentarme, las chicas no estaban aquí, supuse llegarían luego.
Camila se ese estaba tardando en venir pero no me importaba, ella estuvo distante así que es mejor alejarme un poco para no salir lastimada. Cuando volteé la vi viniendo con su guitarra, me sonrió y cuando llegó a mi me extendió la mano.

-No es aquí, tenemos que caminar un poco- dijo. Me puse d pie sin tomar su mano y la seguí. Ella me detuvo y me giró hacia ella, empezamos a hablar vagamente de nuevo y yo estaba caminando hacia atrás para poder verla. Su sonrisa creció.

-¿Qué pasa?- pregunté cuando no me dejó voltear.

-Sé que he estado distante de ti, pero creo que lo entendiste de la peor manera posible- suspiró- necesito que no me interrumpas hasta que yo termine de hablar. Una vez conocí a alguien que cambió completamente mi mundo y mi vida en muchos sentidos, nunca me había sentido así y cuando estaba con esa persona mi corazón parecía volverse loco...

-No entiendo nada- dije- ¿Por qué me hablas de alguien que no conozco?

-Déjame terminar- rió- su voz es hermosa ¿Sabes? Dice las palabras mas hermosas que alguien podría decir alguna vez. Sus ojos son arte, demuestran tanto sin esforzarse por hacerlo. Esa persona es hermosa físicamente, pero su mente lo es más. Su mente alberga cosas tan hermosas que simplemente me fascina escucharla hablar. Cada vez que la veo siento este cosquilleo en el estómago- ella sonrió y tomó mis manos- sé que he hecho las cosas mal muchas veces, ahora quiero un nuevo comienzo... Un nuevo capítulo. Quiero empezar de cero. Quiero ser feliz y hacerla feliz. Quiero que me deje amarla. Quiero compartir las citas mas sencillas. Quiero ver todas las películas animadas que pueda a su lado. Quiero todo esto y más pero lo quiero contigo, porqué sin ti mi vida ya no tiene sentido. Eres la única persona a la cual he amado. Y nunca voy a amar a alguien como te amo a ti- a este punto mi ritmo cardiaco estaba desenfrenado. Camila giró conmigo-así que, Lauren Jauregui, ¿Aceptas ser mi enamorada?- dijo mientras se hacía a un lado. Había una canasta encima de una manta, y un cartel atado a unos globos que eran sujetados por unas pequeñas piedras para que no salieran volando.

¿Quieres ser mi princesa?

Se leía en el cartel. La besé, la besé y eso fue todo lo que ella necesitó para saber que éramos oficialmente una pareja. Sujeté su cintura con fuerza, me separé del beso para abrazarla. Ella solo reía, pero era mi turno de hablar.

-Te amo. De verdad te amo. Esto era lo último que me esperaba. Eres lo mejor que me ha pasado alguna vez Camila Cabello. Tú y tu sonrisa. Tú y tus ojos. Tú y tu personalidad. Toda tú.  Eres mi definición de perfección, este es nuestro nuevo comienzo. Solo nuestro- Camila sonrió y tomó mi mano. Nos sentamos en la manta y empezamos a comer.

-Siento haberte hecho creer que no quería estar a solas contigo, pero es que estaba planeando esto- dijo. Sonreí y la besé.

-Heriste un poco mi ego, yo quería pedirlo- hice un puchero y ella se cubrió el rostro.

-¡Dios! Eres tan tierna cuando haces eso. Te amo. Te amó. Te amo.- me empezó a besar hasta que quedamos recostadas, ella rió en medio del beso haciéndome reír también. Me sentía completamente feliz. Nos mirábamos con adoración, éramos solo nosotras en este momento. Éramos solo dos personas que se aman loca y estúpidamente.

Pasamos toda la tarde, y la noche, juntas. Mi mamá casi llora de la emoción al saber que al fin estábamos juntas. Nos sorprendió a ambas su reacción pero estoy agradecida que lo tomara tan bien, no puedo estar mas feliz. Esto era mi serendipia. Camila es la mejor casualidad que he tenido en mi vida.
Camila se quedó a dormir en mi casa, las chicas aun no sabían de nuestra relación pero estoy segura de que gritaran de la emoción.

-Quiero seguir durmiendo- murmuró Camila antes de girarse para darme la espalda. Reí y me acerqué para abrazarla desde atrás.

-Yo no te desperté- susurré.

-Ya lo sé, mi cerebro quiere despertarse porque quiere pasar tiempo de calidad contigo pero quiero dormir- bufó- es un dilema.

-Duerme mi amor- le dejé un beso en la mejilla, iba a ponerme de pie pero ella aumentó su agarre en mis brazos.

-No me dejes- volteó y se acurrucó en mi.

-nunca- nos empezamos a besar. Camila se colocó encima mío, sus manos estaban firmes en mi cuello y las mías no se despegaban de su cintura. Hubieramos seguido así pero mi mamá tuvo que interrumpir.

-Lauren, te dije que la puerta sin seguro. No me hagas ir por la llave- dijo desde afuera- está bien que no puedas quedar embarazada pero la casa se respeta.

-¡Mamá!- grité avergonzada. Camila soltó una carcajada mientras yo corría abrir la puerta.

-No quiero esta puerta cerrada Michelle- dijo mirándome seriamente.

-Pero mamá no hacíamos nada malo- me quejé.

-No hagas que te castigue Michelle-me miró seriamente- confío en que Camila no hará nada inapropiado pero eres muy persuasiva.

-¡Se supone eres mi mamá! - me quejé- no me avergüences.

-Que sea la última vez entonces- dijo antes de irse. Camila me miró y se volvió a reír.

-Me corrompes Michelle-  dijo Camila burlándose.

-y aún no has visto nada- dije mirándola picaramente.

-¡Michelle! Te escuché, baja ahora mismo- gritó mamá.

-Rayos.

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Lamento este capítulo flop y haber desaparecido. Espero sigan ahí. No se olviden votar y comentar que me ayudan muchísimo

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