Olivia.
Exactamente había pasado una semana y tres días desde la última vez que vi a Cartwright. Era viernes. La última hora de clases. Me encontraba en clase de literatura con la Profesora O'Donnell, no prestaba mucha atención, pues quería irme y que llegase el día siguiente. Tendríamos el último partido que decidía si pasábamos a los PlayOff. El lunes anterior habíamos ganado por dos puntos. Algo era algo.
Con Laurita las cosas se solucionaron, ya que me explicó el porqué me había tratado de la manera en que lo hizo. La perdoné, total, era mi entrenadora y no debía de tener problemas con ella.
Estaba haciendo garabatos en mi cuaderno, no era nada en específico, simplemente me venía algo a la cabeza y la dibujaba. Vibró mi teléfono que estaba en el bolsillo del pantalón. Saqué el teléfono del bolsillo y lo tapé con la mesa, cuando comprobé que la profesora no me miraba.
¡Era un mensaje de Justin!
A los dos días de haber dormido en su casa, me dijo que se tenía que ir de viaje. Hasta día de hoy, no había sabido nada de él. En esos dos días, había estado como más... ¿cariñoso? no, mejor amable, conmigo. Discutíamos como lo hacíamos desde que nos conocimos, pero se portaba muy bien en lo que a mí se refiere. Pasamos tiempo juntos y hasta podía decir que le había cogido cariño.
Y ni siquiera debería, porque me ponía de los nervios y me saca de quicio la mayoría de veces.
De Justin:
¿Qué haces?
Una sonrisa tonta salió de mis labios. Y sonaría tonto, pero echaba de menos al terco e insoportable Cartwright. Estos días, era como que me faltaba algo. Extrañamente, extrañaba su manera de fastidiarme.
Me había vuelto completamente estúpida. Más de lo que ya lo era.
Para Justin:
En clase, ¿y tú? ¿Qué tal todo en tu viaje?
Pulse el botón de enviar y no pasó mucho tiempo cuando me llegó otro mensaje.
De Justin:
Bien, nada del otro mundo.
¿Me echas de menos?
Pude imaginarme la sonrisa de autosuficiencia en su rostro. ¡Era un chulo!
Para Justin:
Lo mismo que tú a mí. ;)
De Justin:
Entonces...
¿Entonces qué? ya sabía por donde iba. Quería jugar conmigo y si quería jugar, íbamos a jugar.
Comencé a escribir, pero la voz de la profesora me sobresaltó con un "¡Señorita McCann! guarde el teléfono". Así que borré el mensaje rápido y volví a meter el móvil en mi bolsillo.
¡Por fin! la campana sonó,recogí rodó rápido y salí de clase. Saqué el casco de la taquilla, cerré y estaba Kate esperándome a mis espaldas. Salimos juntas del instituto hablando de tonterías, ya que trataba de cambiar de tema constantemente. Le había contado sobre Justin y los mensajes que me había estado mandando y, como había predicho, ya se montaba su propia película y comenzaba a hartarme. Tampoco era para tanto.
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Invicto.© EDITANDO
ChickLitÉl estaba dispuesto a matarla para derribar y hundir en lo más hondo a su peor enemigo. Pero al cabo del tiempo un sentimiento se adueña de ellos. El amor. Tratarán de destruir esa relación de cualquier manera con el fin de separarlos, pero no serán...