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NARRA AMAIA.
-Amaia venga, levántate o no vas a llegar a clase. -escuché a Aitana gritarme desde fuera de la habitación.
Me levanté y vi a Alfred de espaldas a mi poniéndose una camiseta, me acerqué a él y le abracé por detrás.
-Buenos días - dije dándole un beso en la nuca.
-Buenos días -se giró y yo le sonreí, él me devolvió la sonrisa y me acerqué para darle un beso como cada mañana. Me cogió de la cintura y me siguió el beso hasta que escuchamos a Cepeda desde la puerta.
-Vamos por dios, de buena mañana no por favor.
Nos reímos y salimos para ir a clase.
Eran las dos de la tarde y no teníamos nada que hacer hasta la cena, ya que los viernes eran los días más tranquilos.
Decidí darme una ducha y lavarme el pelo, estuve un buen rato dentro y cuando salí y me fui a maquillar, vi a Alfred haciéndose el pelo enfrente del espejo.
Me acerqué a él y le di un beso en la mejilla
-¿Cuándo te vistas me puedes ayudar a una cosa? -me preguntó.
Asentí con la cabeza y cogí mi ropa para cambiarme.
Salí de la habitación y volví a donde estaba Alfred.
-¿Qué necesitas? -le pregunté mientras yo empezaba a maquillarme.
-¿Tienes algo para rellenarme las cejas? - me preguntó poniéndose a mi lado.
Yo me giré y le miré las cejas extrañada.
-¿Qué les pasa a tus cejas?
-Que me las arranco cuando me pongo nervioso. - me contestó hablándome bajito al oído, supongo que para que no se escuchase por cámaras.
-Ay Alfred, claro, toma- dije dándole un lápiz para las cejas. Me acerqué más y le rodeé el cuello con mis brazos dándole un abrazo. -No lo hagas mucho porfa, si necesitas desahogarte hazlo conmigo. Y úsalo cuando lo necesites, está en mi neceser.- le dije yo bajito al oído mientras le daba besos en el cuello.
Él me miró a los ojos y sonrió.
-Tranquila. Aunque si luego vienes a la habitación no me vendría nada mal. -dijo mientras se separaba para volver a mirarse al espejo.
Yo le levanté una ceja en señal de que sabía por donde iban sus intenciones y volví a mi espejo a terminar de maquillarme.
Cerraron la habitación antes de que pudiésemos entrar y decidimos ir a las duchas, que era el único sitio donde podíamos estar solos sin cámaras.
-Te he echado de menos hoy - le dije una vez entramos.
Él se rió un poco y se acercó para darme un beso.
-Y yo a ti, oye, ahora que tenemos un momento aprovechémoslo. - dijo echándome hacia detrás hasta que mi espalda chocó con la pared.
Estuvimos casi una hora metidos los dos solos en las duchas, acabamos los dos sentados en el suelo y hablando de nuestra vida antes de la academia.
-No quiero molestar, pero está la cena ya puesta - escuchamos a Ana gritar desde la otra parte de la puerta.
Nos levantamos los dos y salimos de las duchas para ir a cenar.
-Madre mía, os habéis superado, casi una hora ahí dentro. - dijo Miriam cuando nos sentamos.
Todo se rieron y yo noté como me ponía roja y miré a Alfred para que me ayudase con la situación.
-Que va que va, si no ha pasado nada. - dijo él y todos se volvieron a reír.
Estuve la mayor parte de la cena callada ya que estaba un poco incómoda con la conversación, cuando terminamos me fui a la sala del piano.
-¿Molesto? - me preguntó Aitana desde la puerta.
-Que va Aitana, ven anda.
Estuvimos un buen rato hablando las dos sobre los castings, como habíamos pasado las primeras semanas y como había cambiado todo hasta ahora.
-Amaia se sincera, ¿ya te gustaba Alfred en los castings?
-La verdad es que no, me llamó mucho la atención porque iba siempre con el trombón pero no.
-¿Y cuándo? Porque yo os veía pareja desde el día uno. - me dijo.
-No no, jo Aitana es que siempre que me preguntáis esto me pongo nerviosa. Aunque bueno, yo diría que empezó en City of Stars, la verdad es que fue muy bonito compartirlo con él.
-Os quedó precioso la verdad, y no te preocupes por la gente de fuera, si se notaba ya el primer día que os comíais con la mirada. - me miró levantando una ceja pícara.
-Que va, que va, tampoco tanto. Oye, ¿podemos hablar de esto en la habitación? Que seguro que está ya abierta.
Nos fuimos a la habitación y nos pusimos las dos en mi cama, seguimos hablando del mismo tema hasta que empezaron a entrar todos para acostarse.
Yo salí de la habitación para coger mi pijama y, cuando me cambié, volví a entrar. Vi a Alfred tumbado en su cama editando algunas fotos con el móvil, me quedé un par de segundos al lado de su cama de pie, hasta que se dio cuenta de que estaba ahí y me dejó un hueco en su cama para que me tumbase. Dejó el móvil y yo me acurruqué en su pecho.
-Buenas noches Alfred.
-Buenas noches, t'estimo. - dijo dándome un beso en la cabeza.
-Y yo a ti.

Después de las 2:36. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora