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NARRA AMAIA.
Después de tres meses por fin llegó el lunes de la gala final.
Dormí muy poco esa noche porque me comían los nervios al saber que hoy sabríamos quien era el ganador de esta edición. Alfred durmió en su cama esa noche ya que los dos queríamos estar descansados para aprovechar el día al máximo y la noche de después ya volveríamos a dormir juntos.
Me desperté media hora antes de que empezaran a sonar las canciones y fui a la cama de Alfred para despertarle. Diez minutos después estábamos los 5 desayunando en la cocina y pensando en cómo iba a ser el día.
Después de una mañana intensiva de ensayos, solo quedaban 2 horas para la gala final. Estábamos todos en la academia y teníamos la mesa preparada para cenar por última vez aquí dentro.
Estaba recogiendo mis cosas del lavabo cuando noté a Alfred abrazándome por detrás, me giré y le rodeé el cuello con los brazos.
-Oye Amaia, - dijo y se separó un poco. - si ganas no te olvides de mi, porfavor.
Le abracé aún más fuerte y me quedé así un par de minutos.
-Y si ganas tú tampoco te olvides de mi. - le contesté. - Ven un momento a la ducha, que quiero darte una cosa. - dije cogiéndole de la mano para llevarlo conmigo a una de las duchas.
-¿Darme el qué? - preguntó curioso.
-En Peter Pan, Wendy le da a Peter un dedal como si fuese un beso secreto, un beso que solo ellos dos conocen para acordarse siempre el uno del otro. Yo quiero darte esto- abrí la mano donde tenía un anillo de oro. Él lo cogió con una mano y lo miró atentamente. - no es un dedal, pero es parecido. Es para que lo lleves cuando estamos separados y así te acuerdes siempre de mi.
Terminé de hablar y agaché la cabeza con un poco de vergüenza, él rápidamente puso una mano en mi barbilla para que le mirara a los ojos y sonreímos los dos a la vez.
-Eres la mejor Amaia, me encanta.
-¿De verdad te gusta?
-Es el mejor regalo que podrías haberme hecho.
Me acerqué a besarle nada más terminó de hablar, fue uno de los besos más tiernos que me había correspondido. Nos separamos unos segundos más tarde por falta de aire, pero nos quedamos los dos con los ojos cerrados y las frentes pegadas.
-Va a salir todo genial hoy, ya verás. - dije cogiéndole las manos.
-Vas a ganar. - dijo dándome un beso rápido y saliendo de la ducha.
Yo salí detrás de él y pocos minutos después nos fuimos todos a plató.

NARRA ALFRED.
No me extrañó en absoluto lo que escuché al final.
Amaia había ganado OT 2017 y yo no podía estar más feliz por ella.
Después de la larga media hora que estuvimos en el escenario felicitándola y cantando todos juntos, volvimos a la academia para el último chat.
Fue muy emocionante volver a estar los 16 entre las paredes que nos vieron evolucionar como artistas, que nos vieron convivir durante 3 meses y que vieron todo nuestro paso por el programa.
El chat acabó y nos fuimos todos a la fiesta que se celebraba a media hora del recinto. Hubo un momento en el que nos dejaron a Amaia y a mí solos en uno de los sofás.
-Te lo dije, yo sabía que ibas a ganar, has estado increíble.
-Ay Alfred... Tú también has estado increíble hoy, pero después de todo lo que menos importa es la posición en la que hayamos quedado, yo hubiese estado igual de feliz ganara quien ganara. - se levantó del sofá y me extendió la mano para que me levantara yo también. - Ven, vamos a bailar.
Estuvimos el resto de la noche bailando y cantando los 16 junto a todos los profesores y el resto de personas que habían venido a la fiesta con nosotros.
Unas horas más tarde, volvimos por última vez a la academia para pasar nuestra última noche, ya que al día siguiente tendríamos que hacer la rueda de prensa en el mismo plató de siempre.

NARRA AMAIA.
- Buenos días. - le dije muy bajito al oído para despertarle. Sonreí instintivamente cuando empezó a abrir los ojos y me acerqué más para darle un beso de buenos días. Él me rodeó la espalda con un brazo y me atrajo hacia él, me quedé tumbada encima de su pecho un largo rato y después nos levantamos para ir a desayunar junto con las demás.
-Os voy a echar mucho de menos. - dijo Aitana cuando estábamos todos sentados.
-Jo Aitana, yo también - le contesté con cara de pena.
-Pero peques no digáis eso, si en una semana volvemos a vernos que tenemos otra gala. - nos dijo Miriam.
Salimos de la academia por última vez para volver a plató a dar la rueda de prensa.
Fue un día agotador para los 5, estuvimos toda la mañana con entrevistas y fotos por todas partes y no tuvimos un momento de descanso hasta que llegamos al hotel donde pasaríamos esa noche.
Entré en la habitación y lo primero que hice fue tirarme en la cama boca abajo, noté que Alfred se sentó a mi lado y me empezó a acariciar la cabeza.
-¿Te encuentras bien? - me preguntó.
Yo negué con la cabeza y me puse boca arriba para mirarle.
-Como sea así de ahora en adelante yo no voy a poder con esto. - le dije pasándome un brazo por la frente. - Me supera.
-Va a ser así unos meses, hay que acostumbrarse y en nada ya será algo normal.
-Me asusta. Saben absolutamente todo sobre nosotros, más incluso de lo que imaginamos.
Se tumbó a mi lado y yo me giré para estar de cara a él, aunque él estaba boca arriba mirando al techo de la habitación.
-Es raro saber que hay gente que ha estado siguiendo todos y cada uno de los pasos que hemos dado dentro, la verdad. Pero es lo que toca ahora, sabíamos a lo que íbamos. - dijo y me miró por
fin. -Y ahora, yo aprovecharía el tiempo que tenemos solos, que no va a ser mucho.
Yo le sonreí, me senté encima de sus caderas y me acerqué a besarle. El beso cada vez fue a más, hasta que caímos rendidos y, poco tiempo después, me dormí aún abrazada a él.

Después de las 2:36. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora