Un Idiota En Mi Camino|| Jack Grazer

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Crean me que si las miradas mataran, Jack y Jaeden ya estuvieran ardiendo en el infierno.

- Y bien, señor Wesley, señor Grazer... ¿Qué tienen que decir?.- pregunto la profesora a cargo de nosotros.

- Él comenzó.- dijeron al unísono, señalándose mutuamente.

- Señorita...- me vio con sus ojos que intimidan a cada alumno que rompe alguna regla y en seguida sale corriendo, pero no era momento de huir.

- Yo-yo.- mire a los chicos.- De acuerdo. Ellos sólo jugaban hasta que se salió de control, no era su intención provocar un alboroto o que toda la escuela asimilara que fuera una pelea.

- Bien, no me convencen del todo. ¿Wesley?.

- Lo que dijo ______, maestra.- respondió siguiendo me el juego.

- Los dejare ir, como es la primera vez que pasa algo con ustedes tres.- nos señalo con su bolígrafo morado.- les tendré compasión. Ahora, a sus clases.

- Con permiso.

Salimos y de la oficina y le hable a Jack, tengo asuntos con él.

- Grazer.- dije cruzada de brazos.

- ¿Qué quieres, ______?.- volteo a ver me con fastidio.

- ¿Podríamos hablar?.

- Con Jaeden presente, no, ni lo sueñes.- Jae solo rodó los ojos.

- De acuerdo, sin Jaeden. Pero ¿Podriamos hablar a las tres? En mi casa.- suspire.

- Okay. A las tres en tu casa. SIN Jaeden ni ninguna otra persona más.

-  Esta bien.- El chico salio corriendo cuando toco la campana.

- Jaeden.- lo volteé a ver y lo abrace.- lamento si mentí, pero era necesario.

- Gracias.- sonrió mire hacía arriba para mirarlo.

- No es nada.- dije agachando la cabeza. Tenía dudas pero él o era la persona indicada para aclarar las.

(•••)

Tocaban el timbre.

2:49.

Vaya, Jack es innecesariamente puntual.

- Dylan.- Abrí y entro.

- ¿Sobre que quieres hablar?.

- Sienta te.- Tomamos asiento y comencé a hablar.

- Bien, te quiero hacer un par de preguntas.- sobe mis manos.-¿Puedo?

- Depende.- su frialdad me provocaba desmotivación pero no me rendiría.

- ¿Por que golpeaste a Jaeden?.

- Ese es asunto mío y de él.- se tenso.

Guardamos silencio. Obviamente era incómodo pero si el no me decía el motivo de la pelea entonces no había caso en seguir aquí con él.

Hasta que a mi cabeza llegó la pregunta del millón.

- ¿Porqué me odias?.- pause.- ¿porqué me haces la vida imposible?.

- No puede ser, ______.- se levanto y jalo levemente algunos de sus cabellos frustrado.- ¿Qué no es obvio?.

- No, no es obvio.- me levante de igual forma.

Me volteo a ver y se dirigió hacía mi.

- No te odio, yo te amo. Maldita sea, ______, estoy enamorado de ti desde que nacimos. - después de eso él no lo pudo soportar y me beso.

¿Qué mierdas pasa con el jodido mundo?