Capítulo seis: Electrones de valencia.

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Las marcas en su espalda aún ardían, esa noche había sido intensa. Realmente intensa, tanto que el pequeño había caído a los brazos de Morfeo tan sólo con acabar en el vientre del otro chico.

Repasó con desdén su mano por su ombligo, sintiendo la viscosa sustancia y preguntándose porque un adolescente de apariencia infantil lo tenía tan prendado. Pues vamos, no es que fuera totalmente atractivo, ni siquiera tenía una inteligencia admirable, aunque podría destacar entre sus virtudes un poco de madurez.

Chasqueó sus labios al sentir el escozor en su espalda. ¿Cómo coño podría explicar esas marcas en su espalda? Bueno, por el momento no era tiempo de pensar mucho las consecuencias de sus actos, en unas semanas más se aburriría del chiquillo y desaparecería como el fantasma que se consideraba. Sólo otro niñato más a la lista, se dijo.

— Torao —escuchó vagamente, cómo el resoplido de un motor que apenas puede escucharse su carburador.

Mordió su labio inferior al contemplar el cuerpo desnudo a su espalda, se veía tan inocente y tan frágil, tanto que no contrastaba con la fiera que había lacerado insaciablemente su espalda.

Se levantó del ahuecado colchón del apurado hotel que había encontrado en la ciudad vecina, y se dirigió al baño a tomar una ducha rápida.

Abriendo pasó al agua helada, gimiendo de dolor comenzó a sopesar el darle al chiquillo una copia de la llave del apartamento que tenía en una de los barrios aledaños a su centro de conferencias. ¿Sería una buena idea?

El tacto de una curiosa mano en su pecho le hizo respingar de su tan concentrada propuesta. El pequeño Luffy apuradamente podía mantenerse en pie y estaba apoyado en su espalda. Sintió un instinto de deseo, pero no del tipo carnal, el pequeño chaval tenía sus parpados caídos, casi cerrados por el inminente cansancio, su boca estaba ligeramente abierta, y sus manos caían despreocupadas rodeando el torso de piel tostada y entintada.

Y eso le dio miedo.

¿Acaso él empezaba a desarrollar alguna clase de sentimiento, que no fuera deseo sexual, por el chiquillo de ojos penetrantes?

— Mugiwara-ya —nunca se había atrevido a decir su nombre, y nunca lo haría, se dijo, porque de hacerlo estaría cayendo en ese hoyo en el cuál ya estaba dando y dando vueltas—. ¿Quieres la copia de la llave de mi departamento? 

CONTINUARÁ...


Se suponía que le debía de colgar ayer, pero wattpad se cayó. 
Probablemente más tarde otra actualización y de ahí, no sé hasta cuando, tengo el horario del nuevo semestre hasta el tope. 
¡Nos estamos leyendo! 

P.D. ¿Leyeron el nuevo manga? ¿Qué opinan de la pelea? 

El amor es sufrimiento. [LawLu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora