Miradas

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El gran comedor.

Apenas habían pasado unos segundos desde que Dumbledore había hablado de todas las novedades que habría en aquel curso.
Se celebraría el torneo de los tres magos.

El Torneo de los tres magos era una competición que se realizaría entre los tres colegios de magia más importantes: la Academia Beauxbatons, el Instituto Durmstrang y su colegio, Hogwarts.
En la cual se elegiría un campeón de cada uno de los colegios (los elegidos serían decididos gracias a el cáliz de fuego) para que participaran en tres pruebas.

Todos los alumnos de los otros colegios habían llegado y al acabar de hablar Dumbledore y poder empezar a comer, el bullicio había comenzado entre los estudiantes.

Había otra novedad, repentinamente, un hombre extraño había irrumpido en el Gran Comedor para sentarse en la mesa de los profesores.
Parecía ser el nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras, y era ni más ni menos, que Alastor Moody (Ojoloco).

- Ese chiflado - susurró Draco con tono despectivo y una mueca de asco - Dumbledore no podría haber ido a peor, venga ya, ese hombre no está bien de la cabeza, ya sabéis todo lo que se ha dicho acerca de él.

Crabbe y Goyle asintieron mientras devoraban su comida.

- ¿Vas a meter tu nombre en el cáliz de fuego Draco? - Pansy hablaba con Malfoy mientras se arrimaba demasiado y le ponía la mano en el brazo.

- Ya lo has oído Pansy - contestó él mientras no la miraba y comía un bocado más de su plato, acababa de tragar una patata cuando continuó hablando. - No tenemos la edad suficiente para competir y no soy tan idiota como para apuntarme a algo a lo que no puedo y que probablemente provoque mi muerte.

Ella asintió con una sonrisa boba, probablemente no le había escuchado, pero sabía que jamás le llevaría la contraria a su amigo.

- Aunque, claro está, podría pasar bastantes pruebas - se corrigió a si mismo mientras sonreía imaginándose campeón de el torneo - Pero en fin, no tenemos la edad.

Draco apartó la vista de su plato al acabar la frase y miró a Pansy, algo que fue suficiente para que ella tuviera que contener su emoción.

- Pansy - le dijo él.

- ¿Sí? - preguntó ella cada vez más sonriente.

- Tu mano está en mi brazo - le dijo él sonriendo incómodo.

- Pe-perdón - susurró ella apartándose inmediatamente y echándose a un lado con expresión de decepción.

Crabbe empezó a reírse repentinamente.

- ¿Qué te hace tanta gracia Crabbe? - preguntó Draco curioso.

- Estoy recordando la cara de ese zanahorio pobretón, Ronald Weasley, cuando le ridiculizaste por su horrible túnica. - después de acabar la frase volvió a reírse, Goyle se unió mientras daba golpes a la mesa como un gorila y Pansy se rió falsamente al lado de Draco, aún con expresión molesta.

Draco sonrió.

- Créerme, no conseguirá pareja para el baile de invierno con esos trajes de vagabundo.

Pansy pareció recuperar el interés habitual en Draco cuando este habló del baile y volvió a mirarle con ojos brillantes.

- Y menos con esos ridículos jerséis con su inicial escrita, una pena que lo necesite para recordar su nombre, en fin, su cerebro no da para más - Malfoy acabó la frase sabiendo que sus amigos se reirían como siempre.

Y en efecto, lo hicieron.

Draco les miraba con cara de satisfacción tras haber dicho todo aquello de Ronald y, sin poder evitarlo, su mirada se desvió a la mesa de Gryffindor.

Nuevo comienzo DRAMIONEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora