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"Una vez en la vida.
Dame una oportunidad
por la noche
Dame un momento ,
algo un poco misterioso
Dame una oportunidad
por la noche."

-"Shot at the Night", The Killers.
 

Era la tercera vez que le marcaba, sólo esperaba que ésta vez Kyle se dignara a atender...

-¿Hola?

-Al fin contestas ,maldito- espetó- ¿Qué hay de nuevo Kyle? Necesito hablar algo contigo, de hecho- se corrigió-Necesito que me contestes algunas uhm preguntas.

-Hey G, tanto tiempo amigo- contestó el pelirrojo del otro lado de la linea- Seguro, dime en que te puedo ayudar.

-Tú....-no sabía cómo comenzar- ¿Recuerdas la fiesta esa en la finca...en la que hiciste de barman?-apretó el teléfono con fuerza.

-Duh, claro que lo recuerdo. -se rió- De todos modos siempre hago de barman, ese es mi trabajo idiota.

Dean casi se lo pudo imaginar rodando los ojos.

-Pues hay una chica que estuvo..- resopló. Ni siquiera entendía porqué se preocupaba- Ese territorio nos pertenece, ¿Bien?- habló con firmeza- Y a esta chica le metieron drog..

-Tú, hombre malo- Se giró, tiene a Kydence a sus espaldas. Rueda los ojos exasperado.

-Escucha Kyle, hablamos luego ¿Bien?-.Estuvo a punto de colgar pero aquel muchacho lo detuvo.

-Espera un segundo- habló alarmado- Estamos hablando de Smith, ¿Verdad? De smith y de esa chica que estaba junto a él...la que se desmayó.

-Si, uh -se alejó un poco de Kay para que no lo escuchara murmurar- Él le puso algo en la bebida ¿Me entiendes? Él luego fingió ayudarla pero en realidad...

-¿Y bien?- una irritante voz detrás de si le hizo dar un respingo, la maldijo en su mente y apartó el teléfono de su oreja- ¿Lo harás?- insistió ella y el castaño cerró los ojos un segundo para recuperar la calma.

-Espera.- le dijo con voz grave- Kyle en serio necesito que te mantegas alerta en la próxima fiesta ¿Me entiendes? Si llegas a ver a Smith cerca de ella otra vez..

-¿Quién demonios es Smith?-inquiere la muchacha con curiosidad. Dean corta la comunicación y suelta un largo suspiro. Se dió vuelta y la enfrentó.

-No importa. ¿Para qué querías mi ayuda?

-Verás, estoy hambrienta de una buena fiesta ¿Me tienes? Y estoy harta de ir a esas fiestas de gente rica y paqueta con sus bocaditos bajos en grasa y ese champán costoso- rueda los ojos- Así que me preguntaba si tú...

-De niguna manera- se negó el castaño y pasó por su lado.
Ella lo miró boquiabierta. No podía ser cierto.

-Detente ahora mismo, Dean-exigió en voz alta- ¡Ni siquiera me dejaste terminar!

-Dejemos lo personal, tal cuál está, lindura. Personal.- le contestó él con tranquilidad mientras se alejaba
De inmediato sintió sus botas repiquetear contra el suelo con rapidez tras él. Y supo que no se habría librado de su molestia, aún.

-Escucha- ella habló con voz calma y serena- Ni siquiera recuerdo lo qué pasó en la última fiesta ¿Si? Yo no intento invadir tu maldito espacio sólo pensé que serías un poco amable y menos idiota, no quiero ir sola...

Dean se puso tenso. El sabía perfectamente lo que le pasó en la última fiesta.

-¿No tienes...no tienes amigas o qué?-cuestionó deteniéndose.
Ella río un poco.

-¿Que clase de rompe hogares a los quince no entendiste?-ironiza con amargura- Todas mis amigas son griupie, zorras, o niñitas mimadas hijas de grandes empresarios .Créeme, son divertidas la mayoría del tiempo...-susurra.

Dean se pasa ambas manos por el rostro. Demonios.
-Sólo será por esta noche, lo prometo.

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-Ugh, ¿A quién estamos esperando Dean? Tarda más que una mujer- murmura. Dean no contesta.
Alguien toca la ventilla de Kaydence y esta la baja sin demora.
Un grito aterrado escapa de su garganta al tener una pistola justo frente a sus ojos.

-¡Maldicion Michael, deja de hacer eso!-exclamó Dean mientras el tal Michael se desarmaba de la risa y escondía su pistola. Kaydence quedó totalmente horrorizada pegada al asiento del copiloto.

-¡Que demonios te pasa imbecil!-exclamó irritada mientras el muchacho ingresaba a la parte trasera del auto, justo en el medio de ambos-¿Porqué diablos tu amigo tiene una pistola en su cintura, Dean?-preguntó aún mas furiosa al notar que nadie le contestaba.

-Soy Michael- dice el muchacho- No "imbecil"- aclara- Y yo también tengo preguntas ¿Sabes?-de la nada, dejó de sonreir y se vio aún más aterrador que cuando tenía el arma en sus manos- ¿Quién demonios es ésta y por qué está sentada en mi lugar?-cuestionó al castaño quién soltó un suspiro.

-Se llama Kaydence, no "ésta"- el moreno contestó y Kaydence sonrió con malicia- Es...una especie de amiga, nos va a acompañar esta noche ¿Bien? No la toques, no la amenaces y sobre todo, no vuelvas a sacar tu maldita arma en su presencia ¿Bien?- volvió preguntar entre dientes aunque no espero respuesta - Ahora sólo vamos a emborracharnos, maldicion.

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Sus dos acompañantes le ordenaron quedarse fuera del auto frente a una gran casona antigua en la que parecía estar dándose una gran fiesta. Su excusa sólo fue "tenemos que hablar algo en privado, fuera del auto".

¿Qué clase de sentido de la cabarellosidad tenían esos dos?
Kay estaba empezando a congelarse cuando ambos hombres salieron del auto, entonces el rubio medio azulado se quita su campera negra y se la extiende.

Ella enarco una ceja y el dijo:
-Ponte la campera, luego la capucha y escucha con atención-le advirtió y la apunto con el dedo-No te quites la capucha por nada del mundo hasta que llegemos al patio de atrás ¿Correcto?

Kaydence se quedó boquiabierta sin embargo tomó la prenda con la mirada sobre Dean quién estaba muy concentrado encendiendo un cigarro.
-¿Dean ..?

-Escucha, Ky -la miró fijamente-Tu pediste una fiesta distinta, ahora no hagas preguntas y acepta las reglas para entrar en una de las mías ¿Bien?-

Kydence sintió cómo la adrenalina la embargaba y recordó el arma en la cintura de Michael, desvió su mirada hacía ahí. Él se tensó.
Ella terminó por asentir, se puso la campera y la capucha.
Ni bien lo hizo el castaño desapareció al entrar por la puerta.
Sólo quedaban ella y aquel tipo espeluznante.

James DeanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora