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"Encontré oro en los escombros
Lo puse en un collar.
Conservándolo porque yo-yo-yo, sé que es mío.
Lo llevo como un mensaje
Para no olvidarlo.
Conservándolo porque yo-yo-yo, sé que es mío"

-"Mine", Phoebe Ryan.

Realmente estaba siendo duro. Esas dos semanas siguientes al paseo en la playa estuvieron llenos de tensión y estrés.
Quería reírse de si mismo, ¿Dónde se había quedado esa paz mental que había concebido hace dos semanas?En Santa Monica, sin duda.
Y luego, se encontraba encerrado junto a Josh en la sala de grabación.
Grabando una y otra vez. Haciendo los arreglos necesarios para que sus primeras canciones sean sensacionales.
Cierta dama de ojos verdes no se había movido del sofá rojo.
Siempre estaba allí con aire pensativo y aportando "críticas constructivas", tomándose fotos o haciendo alguna compra por internet.
Cuando llegaba exhausto al 90210 miraba su sofá de cuero negro intentaba imaginársela allí, tonteando con su celular o simplemente arrojada sin hacer nada.
Sacudió la cabeza y volvió a sentirse enojado a causa de la pelea que habían tenido hoy, en pocas palabras ella había comprado un esmoquin para él y le gritó que si no se lo ponía esa noche le patearía el trasero.
Oh, claro, porque esa noche ellos tendrían que asistir a una magnífica fiesta dónde los dueños de la disquera a la que enviaron sus demos estarían presentes.
Por supuesto que le contestó y terminaron discutiendo.

Pero el siempre, se repetía una y otra vez que ella era sólo un obstáculo circunstancial de las decisiones que él había tomado, tarde o temprano ella se iría de su vida. Cuando sea el momento de tomar nuevas decisiones.

El timbre sonó, ese debía ser Mike, tenía que informarle sobre cómo iban las cosas con el negocio.

Se quitó la camisa de camino a la puerta, vaya sorpresa.
-Tú no eres Mike-frunció el ceño- ¿Qué quieres, Kay?

Ella parpadeó varias veces con su vista fija en el torso desnudo, luego sacó detrás de su espalda una enorme bolsa de tintorería.

-Ugh- se quejó él y le cerró la puerta en la cara.

-¡Dean, maldito!-gritó ella del otro lado, luego se escuchó un largo suspiro-También tengo pastel de chocolate, idiota.

Él castaño abrió la puerta nuevamente y se hizo a un lado.

-Adelante, bella dama- ella rodó los ojos y pasó sin mirarlo. Arrojó el smokin en el sofá y dejó el pastel en la mesada de la cocina.
Se quedó un rato observando todas las botellas de licor que tenía ordenadas sobre la mesada y luego fue directo al sofá y se dejó caer en él.

Dean sintió que le cosquilleaban las manos. ¿Tendría que tomarle una foto?
Mejor dicho, ¿Porqué demonios ella entró y se manejó como dueña por su casa?

-Están siendo días difíciles, Dean- soltó un suspiro ahogado- No tienes idea a todas las personas que eh tenido que evitar esta semana-se llevo una mano al pecho- ¡Esos idiotas se habían burlado de mí! ¿Puedes creerlo?

El se encontraba en la cocina preparando algo de café para acompañar el pastel.
-Ah..-contestó distraído- ¿Y porqué se burlaron de ti, Moonlight?

-¡Por mi vuelta a Youngs!-contestó indignada- Cuando les avisé al principio que estaría ocupada en todo este proyecto y ellos ugh-se llevó un almohadón a la cara- Esos malditos se rieron y dijeron que no duraría una semana sin sus fiestas, que yo no pertenezco aquí y -tomó aire- Ahora todas esas groupies están pidiéndome entradas para la fiesta que se dará esta noche, hijas de..

-Dime Kay- le preguntó el mientras servía el café- ¿Cuánto tiempo llevas en esto?

Ella se reincorporó de inmediato. Sonrió con suficiencia.

-Quince días y contando, mi adorable Dean- contestó con voz aliviada y se acercó a la mesada- No tienes que ponerte el smoking si no quieres-se encogió de hombros y él soltó una fuerte carcajada, ella sonrió.

Ella se había respondido a si misma, no necesitaba de todas esas falsas opiniones, ella sabía lo que quería.
Y lo obtendría.

0-0

No llevaba ni media hora en la fiesta que ya había perdido a su cita.
El fracasado intento de James Dean andaba quien sabe dónde entre todas esas personas adineradas e importants. Hizo una mueca. ¡Él sólo debía esperarla fuera del baño un momento!

-Debo decir , mi querida Kay, que quemas todo a tu paso esta noche- "Quemas, Kaydence". Se repitió en su mente. Se giró abruptamente para terminar chocando con los ojos oscuros de su primo, Ethan.
Soltó un suspiro de alivio. Por un segundo pensó que era...

-Ethan, me mataste de un susto..

-Noté que estabas buscando a tu cita- espetó- Hablaré muy seriamente con ese rapero que anda tras de ti, primita- se burló y dió un paso hacía ella.-Realmente, ese vestido fue diseñado para ti, cariño.

Inmediatamente se sintió incómoda.

-Tu también te vez..-tragó saliva- Muy guapo, desde luego.

El notó su incomodidad sin embargo no hizo nada para aminorarla.

-Espero que esta noche podamos bailar- se acercó y le acarició la mejilla con delicadeza- Cómo en los viejos tiempos.

-Correcto- ella corrió la mano de el de un manotazo- Fue suficiente con nuestro intercambio de halago.

Se dió la vuelta para alejarse mientras lo escuchaba decir:

-Oh vamos Kay, no podemos seguir así. Debes dejar ir el pasado, cariño. Han pasado..

-Años- se giró a enfrentarlo- Lo sé. ¿Qué más puedo hacer Ethan? Lo intenté. Pero es difícil olvidar con quien pierdes tu virginidad.

James DeanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora