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"Bebiendo desde la piscina, adelante, date un chapuzón.
La vida es sobre un sueño, nosotros vivimos, deja de exagerar.
Tu sabes lo que es,
tu sabes lo que no es."

-"But A Dream", G-Eazy.

Se dejó caer en el cómodo asiento y apoyó el codo sobre la mesa de vidrio, ladeó su cabeza y la reposó en su mano.
Observó con detenimiento el lugar, era excéntrico, sin dudas. Con todas esas paredes oscuras y las miles de luces de neón por doquier. Con ese techo de espejos...
Resopló.

-Esto es injusto- murmuró-Ni siquiera me dejaste ir a cambiarme, parezco un...un ugh es que todo esto está lleno de niños ricos y estúpidos.

No le importó, no se contuvo en lo absoluto. Todos en el lugar de seguro lo escucharon y desde ya que se veían ofendidos dedicándole miradas de desprecio y molestia.

La chica frente a él sonrió suavemente.

-Este lugar esta lleno de chicos y chicas como yo, cariño- murmuró. Él no pudo decifrar el tono de su voz, no se escuchaba molesto u ofendido, se escuchaba...tan plástica- Realmente no quiero incomodarte es sólo que este es uno de mis lugares favoritos.
Se encogió de hombros.

-Entiendo- hizo una mueca- Aún así podría haberme..

-Cambiado, podrías haberte puesto impecable como sueles estar, ¿Pero que sentido tendría eso? Sólo perderíamos tiempo preciado.

-¿Tiempo preciado?-preguntó enarcando una ceja. Esa chica comenzaba a irritarlo.

-Ya sabes, de nuestra cita- sacó el celular de su bolso y lo puso frente a él. Dean sintió como el maldito flash lo dejaba ciego- ¡Oh mírate!-ella le mostró efímeramente la pantalla- ¡Te ves adorable- exclamó.

Él rodó los ojos.

-¿Porqué tanta insistencia con eso de la cita, eh?-preguntó exasperado, aún en murmuros- No te ves cómo una chica que suela ir a...citas.

Ella sonrió, y para sorpresa de él por los labios de ella se deslizó una triste y desgarradora sonrisa.

-Y tú tampoco. A eso me refiero Dean.-dejó el celular en la mesa y soltó un suspiro- Creo que tú y yo nos merecemos esto, nos merecemos un romance al estilo Hollywood, o algo así.
Y allí estaba, su sensual sonrisa otra vez.

-Bromeas, ¿cierto?- preguntó al borde de la histeria y luego negó con la cabeza- Y bien dime, ¿Que tiene de distinto ese romance que dices con el resto?

Ella sonrió. Maldicion, ella iba a matarlo.

-Efímero y demoledor- se inclinó sobre la mesa- Es apasionante y ardiente. Terminas quemándote pero se siente...tan malditamente bien.-él sólo la observó, como siempre parecía analizar cada detalle- Ya sabes, besos sofocantes a escondidas de los paparazzis, salidas nocturnas y largas despedidas , disturbios en hoteles, marihuana ilegal oculta en bolsos D&G, todo el champán que puedas desear..

Un atisbo de deseo cruzó por la intensa mirada del castaño, deleitándose con el  perfume Coco Channel que ella suele usar.

-Entonces eso pretendes- el afirmó y ella asintió a la vez que volvía su vista a la pantalla- ¿Es que todo es un juego para tí? -preguntó un tanto molesto- Entiendo que estés aburrida pero..

-Oh por dios¡Detente hombre!-exclamó ella totalmente aburrida de esa situación- Deja el drama para mis series de Netflix, y disfrútalo. ¡Vive de una vez por todas, adorable Dean!-exclamó lo suficiente fuerte para que todos los escuchasen- La vida es sobre un sueño. Estamos aquí para celebrar, cariño. Estamos aquí para celebrar que no somos unos miedosos ¿Me entiendes? Ahora, ordenemos algo que muero de hambre.

Kaydence llamó al camarero y este, un apuesto chico vestido todo de negro, musculoso y con una gran barba hipster se acercó de inmediato.
Ella ordenó por ambos, antes de marcharse le guiñó un ojo al camarero y este se lo devolvió de inmediato.

Sin embargo, al encontrarse con la mirada de Dean, tragó saliva sonoramente y apartó la vista algo nervioso. Pero, si Dean apenas lo había notado.

-Muy bien. Debes estar contento, tu foto ya tiene diez mil likes, adorable. ¡Y sólo la subí hace diez minutos!-exclamó emocionada. El abrió los ojos de par en par.

-Oh Kaydence...tu primo va a matarte- abrió los ojos aún más-¡Nos va a matar! ¿sabés lo que generará en la prensa esa simple foto mía en tus redes?
Tragó saliva y se frotó la cara con las manos, volvió su vista a ella y la castaña sólo lo miraba con aburrimiento.

-Lo siento- murmuró después de un rato- Tomaré tu consejo-recorrió el lugar con la mirada- Nunca pensé venir a un lugar así....-comentó distraído.

Escuchó su risa.

-¿Y entonces que lugares frecuentaba un tipo de tu porte, cariño?-cuestionó ella mientras servía un poco de vino blanco en ambas copas.

El rió a causa de los recuerdos. Se encogió de hombros.

-Yo sólo, ya sabes. Salía con chicas más grandes y les decía, "llévame al McDonalds, muero de hambre"- rió algo avergonzado- Ellas sólo ponían en marcha su convertible y me llevaban a dónde yo quisiera.

Volvió su vista a los ojos de ella. Lo miraba boquiabierta, estaba...fascinada.

-¡Bromeas! Ese tipo de manipulación se te da muy bien, adorable Dean- rió- Es genial que nos parezcamos en ese aspecto- murmuró tomando de su copa. Él la imitó.

-Bien, pues yo- el se levantó y corrió sin cuidado su silla hasta llegar al lado de ella- Yo creo que tú- se acercó en tono confidente- Tú y yo nos parecemos mucho, mi adorable Ky. Mucho.

Los ojos de ella parecieron arder ante su cercanía. Pero era hermoso, ella creyó que no habría una droga tan mortífera como el perfume de ese hombre.

-Disculpen- alguien habló rompiendo su burbuja blanco y negro- Aquí están sus órdenes-avisó el camarero y puso ambos platos frente a ellos, dedicando una mirada curiosa al chico de cabello castaño y facciones duras, que se había cambiado de lugar.

-Mmm, muy bien. Esto se merece una fotog- mientras hablaba Dean (quién ya tenía la boca llena) le quitó el celular de las manos y se lo guardó en el bolsillo.

-Nada de fotos por el resto de la noche, vive Kaydence.- la imitó y sonrió con complicidad.

James DeanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora