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"Llévame.
Llévame hasta el
fondo de esta noche,
pronto me iré
Rómpeme.
Rómpeme hasta el final,
antes de que acabe la noche
Vamos a perdernos."

-"Lets Get Lost",
G-Eazy ft Devon Baldwin.

Suspiraba y miraba sus uñas, aquella voz monótona que anunciaba los vuelos habia dicho que el vuelo de él llegaría con veinte minutos de retraso.
Suspiró por enésima vez intentando mantener la calma.
Se podía escuchar a lo lejos el bullicio que los paparazzis ocasionaban.
Claro que intentó hacer todo en secreto, le dijo a Mark , su nuevo agente, que mantuviera todo en el anonimato pero como era de esperarse, alguien filtró sus planes y ahora había miles de paparazzis que la siguieron hasta el Aeropuerto.
Y ella, estaba molesta y ansiosa, no le había avisado a él que iría y se estaba preparando mentalmente para verlo después de siete meses, no, no estaba lista, es decir ella lo había ido a ver de
encubierto a  dos o tres shows que el dió cerca de LA pero últimamente viajaba mucho y no tenía tiempo en lo absoluto.

Él había cambiado, y ella lo había notado con tan sólo verlo actuar en el escenario.

Pero de todos modos allí estaba. Manteniendo su promesa de "no rendirse" a pesar de que las drogas últimamente se las servían en bandeja de oro, a pesar que los laxantes la ayudarían a verse mejor, a pesar de que últimamente él no llamaba..

Los veinte minutos pasaron con tanta rapidez, y allí venía él.
Con todo su equipo rodeándolo, con guardaespaldas custodiando la zona, allí estaba. Vestido todo de negro, ella se preguntaba si aún llevaba su arma bajo la ropa, no recordaba que fuera tan alto.

Y cuándo él la vio, porqué pudo verla desde lejos, él creyó que era una alucinación a causa del sueño.
Parada en medio del aeropuerto con un patético cartel entre sus manos. "G-eazy, ¿quién? Yo busco a Dean."
Se rió abiertamente ganándose miradas curiosas de su equipo. Él esperó pacientemente hasta estar frente a ella.

-Hey- susurró ella. Tenía una sexy mirada y oprimía una sonrisa- Lo siento, ¿Me darías tu autógrafo? Es que estoy esperando a un viejo amigo, pero creo que él no volverá.

Fue un comentario gracioso, pero se sintió tan mal, a pesar de eso él sonrió y la envolvió entre sus brazos.
La gente que venía con él se hizo a un lado en silencio.

-Podría llevarte conmigo cariño, a tu amigo no le molestará- le dijo con diversión y ella se separó para admirarlo.

-Espero que no te importe, he venido sin avisar y-miró hacía atrás- Con unos cuantos amigos de más....

Él hizo una mueca y luego se encogió de hombros.

-Ellos vendrían de todos modos- sonrió cansino.-Andando - le dijo y tomó su mano, se estremeció y entonces decidió rodearla por los hombros.

-Uh, Dean ¿Estás seguro de esto?-le preguntó su amigo Marty- No queremos envolver a tu amiga con rumores...

-Tranquilo Marty, ella está más que acostumbrada- la miró y ella sonrió para luego ponerse sus lentes de sol.
Él hizo lo mismo. Y allí van.
Escuchando comentarios como "¿Han estado manteniendo una relación en secreto todo este tiempo?" "¿Siguieron en contacto aún a larga distancia?" o "Kaydence, ¿Lo perdonaste por haberse acostado con todas esas chicas que aseguran haber estado en su cama?"
Si, él ahora tenía sus manos en la cintura de ella, se había puesto una visera y ambos pusieron una enorme sonrisa burlona en su rostro.

Ellos no necesitaban entender.

En cuanto las puertas de la camioneta se cerraron, el representante de Dean bufó y luego negó con la cabeza.

-Supongo que estaremos más atentos de ahora en más-dijo y miró a Kay- ¿Segura qué tu primo no te cortará la cabeza por este escándalo?

Ella rió y negó.

-Tranquilo, yo no trabajo para mi primo. -el lugar quedó en silencio hasta que Dean miró a Kay, le tomó la mano y jugueteó con ella.

-Tengo tantas cosas que contarte,en serio, nena no me creo qué pasó casi un año desde que nos conocimos- le dijo con la mirada perdida en el paisaje a través de la ventanilla.

Ella tenía su vista fija en sus manos unidas, en como los dedos largos de él le acariciaban los nudillos y jugueteaba con un anillo que Ethan le había regalado a los dieciséis.

-Yo igual- musitó luego de un tiempo- ¿A dónde vamos ahora? -el se giró, al verla, sus ojos castaños brillaron.

-Al lugar dónde todo empezó.

-

Y entonces, minutos después ambos estaban metidos en el ascensor, dónde se conocieron, yendo hasta el 90210.

Pero esta vez, no se contuvieron.

Esta vez él tiró una de sus manos y la atrajo hacía si, esta vez ella colocó sus brazos alrededor de su cuello, está vez él olfateó el dulce aroma de su cabello, mientras ella, llevaba su lengua viperina al lóbulo de la oreja del castaño.
Por unos segundos, sólo se observaron.
Por unos segundos él le gritó con la mirada "¡Detenme!", por unos segundos ella contesto "Ese no es mi estilo".

Y como era habitual para ellos, no se quedaron con las ganas.

Se besaron y de ese modo, llegaron hasta el 90210, se separaron unos segundos hasta abrir la puerta, luego siguieron con la actividad anterior.
Los labios de ella se sentían tan suaves y esponjosos, mientras que los de él eran firmes y audaces.
Era tan mortífera la sensación de estar en los brazos del otro,sentían como si estuvieran consumiendo la más exquisita droga, como si jamás pudieran tener suficiente.
Se sentía justo como el cielo con el vértigo a caer en cualquier momento.
Hasta el más ardiente infierno.

Entonces, llegaron a la cama, y el resto es historia. Ellos terminaron de consumirse el uno al otro. Y sólo esperaban, por la mañana ser más que sólo cenizas.

James DeanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora